A 10 años del asesinato, aún impune, de Teresa Rodríguez

En la ruta 22, el mismo camino donde la policía neuquina disparó a la cabeza del maestro Fuentealba, el 12 de abril de 1997 Teresa Rodríguez fue asesinada de un disparo en el cuello durante la pueblada que protagonizaron vecinos de Cutral Có y Plaza Huincul en demanda de trabajo. Corrían los días de la segunda presidencia de Menem y mientras el ministro Carlos Corach decía que se trataba de un “rebrote subversivo” grandes franjas de la población salían a protestar contra la desocupación, el hambre y la exclusión. Han pasado 10 años y la justicia aún no pudo dar con el responsable del asesinato.

En un informe preparado para el 10º aniversario, el diario Página 12 relató con precisión cómo se fueron desarrollando los hechos: “En Semana Santa de 1997 la Gendarmería había desalojado a un grupo de docentes que protestaban sobre la Ruta 22, en Neuquén, porque el gobernador Felipe Sapag les había descontado del salario una bonificación de un 20 por ciento por zona desfavorable, además de otros beneficios. Cargaron contra maestros, políticos opositores y hasta contra el obispo Agustín Radrizzani. Se produjo un movimiento de apoyo en Cutral-Có y Plaza Huincul, también con un corte de ruta. Al reclamo de los docentes se agregó el de la falta de trabajo. El 12 de abril fueron reprimidos y la respuesta fue una verdadera pueblada. La gente salió a las calles y los gendarmes tuvieron que replegarse. Habían tratado de desalojar la Ruta 17 pero los manifestantes los cascoteaban desde las calles laterales, donde no podían intervenir. Alrededor de las 10 de la mañana entraron en acción unos 22 efectivos de la policía provincial. Hubo enfrentamientos cuerpo a cuerpo, piedras contra balas. Alfredo Caso y Miguel Mont fueron dos de los trece heridos de la jornada. Un proyectil que rebotó en el piso hirió en el cuello a Teresa Rodríguez, una empleada doméstica de 24 años que murió poco después en el hospital de Cutral-Có. Nunca se supo si iba a trabajar, a comprar el pan o a ver a su pareja, que estaba en la protesta. Pero los comentarios de entonces coincidieron en que no participaba en los cortes.”

Pero este 12 de abril, en Neuquén todo era distinto. Especialmente porque quien posiblemente dio la orden en 1997 para que salieran esos 22 efectivos de la policía provincial fue Sobisch, el mismo que ahora no puede caminar tranquilo por las calles de su provincia por el asesinato del maestro Carlos Fuentealba.

En medio de los reclamos por el esclarecimiento de su muerte, miles de docentes, estatales y representantes de organizaciones sociales y de derechos humanos participaron de un acto para recordar a Teresa. El homenaje se realizó en una plazoleta céntrica de la ciudad donde se descubrió una imagen de Teresa Rodríguez en una cartelera que será utilizada para informar a la comunidad sobre la marcha de la investigación judicial del asesinato del docente Carlos Fuentealba en circunstancias similares.

Previo al descubrimiento de la cartelera, miles de manifestantes recorrieron el centro de la ciudad de Neuquén desde la Casa de Gobierno que permanece rodeada por los trabajadores de la educación exigiendo la renuncia del gobernador Jorge Sobisch, a quien hacen responsable del crimen del docente. Una enorme tela negra en señal de luto cubrió el Monumento al General San Martín, lugar histórico de concentración de protestas y movilizaciones con lienzos rojos con los nombres de Teresa Rodríguez, Carlos Fuentealba y Silvia Roggetti.

Roggetti era otra docente que murió hace siete años al sufrir una herida mortal en el rostro durante la ejecución de obras de ampliación en la escuela en la que dictaba clases de educación física.

Miguel Rodríguez, padre de Teresa, se asoció en el dolor a la familia del docente asesinado al abrazar a un hermano de Fuentealba que participó del acto.
«Son diez años de impunidad de los que mataron a mi hija. Todos estos son malos gobernantes, son asesinos, no son gobernantes. Ellos deberían estar presos para que no salgan nunca más por eso les pido que me ayuden y también ayuden a la familia de Carlos (por Fuentealba) que juntos vamos a luchar».

La dirigente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Noemí Labrune anunció que la cartelera habilitada será utilizada para informar la marcha de la causa judicial por el crimen de Fuentealba y en la parte posterior se actualizará información en forma permanente acerca de la marcha de las causas que la APDH impulsa en el Juzgado Federal de Neuquén contra represores de la última dictadura militar.

Durante la marcha, Miguel juró que «aunque cueste, siempre hay que estar con fuerza en estas marchas. El asesinato de este chico (en referencia a Fuentealba) fue una barbaridad. No es un asesinato, es algo peor. No encuentro palabras para describirlo. A mi hija la mataron con una nueve milímetros, y a Fuentealba con un cañón muy poderoso. Cuando me enteré sentí una gran impotencia, la impotencia más grande del mundo. Como cuando mataron a mi hija»,

Teresa Rodríguez tenía 24 años cuando fue asesinada de un disparo policial en el cuello, producto de una bala de plomo que rebotó en el cemento. La causa por el crimen fue cerrada sin culpables, los policías imputados fueron absueltos y se reincorporaron a la Fuerza.

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