Formosa, una herida abierta

No es la primera vez, ni será tampoco la última, que la dictadura mediática de represión, negocios y política que malgobierna la provincia de Formosa obligue nuestro movimiento a tomar en sus manos, como otra de sus formas de lucha, la información, que se le niega a su propio pueblo y se diluye ante la opinión pública nacional.

Tres son las denuncias que la mayoría de los medios locales le están ocultando a nuestra sufrida población, mientras el gobernador Gildo Insfrám busca como gato entre la leña reelegirse en persona o garantizar, otra vez más, el retorno de lo mismo y amordaza cualquier voz en contra:

– 1. La causa abierta contra el personaje que, precisamente, tiene en su poder la publicidad oficial del Estado, Darío Alcides Solís, un ex – torturador perteneciente a la Prefectura naval.

– 2. La permanencia como ministro de Gobierno de uno de los represores más siniestros de la dictadura militar en la Provincia, el ex jefe de la Policía provincial Lorenzo Elvio Borrini, sindicado indistintamente como responsable del secuestro y desaparición, tanto de militantes populares como de sus propios camaradas de institución, algunos de ellos por haberle señalado hechos de corrupción institucional.

– 3. El tutelaje financiero que ejerce sobre la provincia el Grupo Puente, última metamorfosis del grupo de empresas que regentea Eduardo Enrique Massera, hijo del trístemente célebre almirante, cuyos capital, como se sabe, nació de los grupos de tarea de la ESMA y la expropiación compulsiva de bienes de los cautivos y tuvo sus sostenes civiles en la derechista Guardia de Hierro, cuna política a su vez de Insfrám.

– 4. La mayor de las apetencias locales de este grupo financiero es hacerse con el Banco de la Provincia. Y la mayor de las apetencias a nivel nacional, es adquirir el estatus de ¡Banco!

Nadie puede ser indiferente al hecho de que este miserable cogollo de parasitismo financiero y mafia política no gobierna una provincia pobre, sino una tierra depredada social, política y económicamente.

Somos una provincia que:

. Duplica la media nacional en la brecha de ricos y pobres y la triplica en madres muertas al parir, pese a que somos una provincia petrolera.

· Tiene los empleados públicos peor pagos, la deuda pública más alta y los legisladores más caros del continente, pese a una relativamente generosa coparticipación federal de recursos.

· Reclama por masacres impunes de medio siglo atrás, como la del bañado La Estrella contra la población originaria Pilaga y está gobernada todavía por los mismos sectores que se entregaban, durante la última dictadura, a la confiscación compulsiva de tierras de los campesinos formoseños, como integrantes de los más antiguos de nuestro movimiento lo pueden testimoniar, después de haber tenido que defenderse a balazos de pandillas de militares y civiles, organizados entonces bajo el dominio del tristemente célebre ex jefe del Instituto de Colonización y Tierras Fiscales, el militar Coronel López, para quedarse con sus chacras.

· Las Madres del Dolor y los jóvenes generalmente de familias pobres que son víctimas del gatillo fácil, son una presencia cotidiana y la impunidad policial se incrementa entre nosotros.

En consecuencia, pensamos:

Ninguna de las perspectivas abiertas por el gobierno del presidente Néstor Kirchner, ni las nacionales, ni la nueva proyección internacional y latinoamericanista, que han puesto pie en Formosa, más allá de las formalidades del federalismo, han logrado echar raíces en la base popular, sufrida y luchadora, donde el reciclaje de representatividad perdida es tomado más bien como una vergüenza pública, cuando no otra oportunidad económica de vuelo corto y mezquino.

Por consiguiente, la democracia que requiere nuestra provincia para liberarse de estos males no es la caduca de punteros, clientes y enjuagues cupulares de listas sábanas. Está demostrado que estas formas, para lo único que han servido es para volvernos a traer la misma peste, sin economías de desarrollo productivo y sin políticas de distribución de la riqueza, porque, o falta la fuerza de abajo que lo reclame o campea arriba la impunidad. En realidad los partidos tradicionales tienen un solo partido que es el de los negocios.

Como, por dar un ejemplo, para ponerse de acuerdo en el precio del algodón entre los terratenientes y dejar afuera a los pequeños productores. Y su “democracia” siempre tiene que ir entrecomillada porque quien la rige es el prepo y jamás la convicción.

La alternativa que propugnamos requiere el compromiso público de volver más democrática la democracia. Sostener la democracia directa como reaseguro colectivo del voto, es la única salida en una provincia donde se secuestra quince días antes los DNI y se despide al ciudadano al día siguiente del comicio, con una caja de fideos. Y ya muestran los Solices, los Borrinis, etc, con su nefasta permanencia en el tiempo, lo ducho y sórdido que es el sistema en quebrar y comprar voluntades a mansalva.

Por eso nosotros llamamos a la conformación de un frente social sanmartiniano, que sea capaz de pelear la sustitución de lo viejo y las reformas necesarias y donde estemos, juntos, todos los que ponemos la vergüenza, por delante del miedo y el dinero, en la lucha social y política de cada día por una sociedad de la igualdad y en un país más digno, más justo y más libre.

¡Todas nuestras luchas son importantes. Lo más importante es unir nuestras luchas!

Movimiento Campesino de Formosa – MOCAFOR

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