Bolivia: la Iglesia arremete contra el nuevo gobierno y Evo les dice que «actúan como en tiempos de la inquisición»

Por Causa Popular.- La jerarquía de la Iglesia Católica boliviana se lanzó en una arremetida contra el gobierno de Evo después que el Congreso Educativo, realizado en Sucre, aprobara la eliminación de la materia de religión de la currícula educativa e impulsar una educación laica. El domingo pasado, el cardenal Julio Terrazas convocó a los feligreses católicos a defender su religión de forma activa frente a «los discursos que están creando espacios de guerra». Para Evo algunas autoridades de la Iglesia Católica están actuando «como en tiempos de inquisición», haciendo una «ostentación de poder» en el debate sobre el tema de la religión. Las declaraciones fueron realizadas un día después que el ministro de Educación, Felix Patzi, acusara a la Iglesia de conspirar contra el gobierno.

Desde varios sectores, en especial desde la rica provincia de Santa Cruz, opuesta a casi todo lo que hace Morales, se ha exigido ya la renuncia del ministro de Educación y la marcha atrás de la reforma educativa. La respuesta de los opositores de Morales ha sido tan dura como las declaraciones que hizo el propio Gobierno contra el clero, acusándole de inquisidor, mentiroso, aliado de las oligarquías y hasta cómplice de las dictaduras, y no sólo bolivianas. La ministra de Interior, Alicia Muñoz, llegó a vincular la Iglesia boliviana con la chilena y el régimen de Augusto Pinochet.

La Conferencia Episcopal, en un comunicado oficial difundido el martes a última hora, exhortó al Gobierno a «asumir [los principios de un Estado democrático y pluralista] en el marco del mutuo respeto, la tolerancia y el diálogo responsable, sin recurrir a insultos», y evitó cualquier otra declaración de sus miembros.

El conflicto no sólo se desató a raíz de los miembros del Gobierno de Morales favorables a la reforma educativa, sino también porque el conjunto de medidas incluye la proclamación de Bolivia como Estado laico, todo presentado por el Ejecutivo en un reciente congreso sobre educación celebrado en Sucre y que fue abandonado por las asociaciones de maestros, de las universidades, y de la Iglesia.

«Estoy muy preocupado por la actitud de algunos jerarcas de la Iglesia Católica que actúan como en la época de inquisición. Quiero pedir a algunos jerarcas de la Iglesia entender la libertad de religión y de creencias. No es posible que traten de imponer un criterio. Somos católicos y se va a respetar el catolicismo, la religión como materia, pero no es para que quieran buscar todavía cierta ostentación de poder», dijo Morales.

En la víspera, la jerarquía de la Iglesia católica anunció organizar, desde hoy, marchas en Santa Cruz en defensa de «la educación y la fe».

El viceministro de Educación, Julio Roque, dijo que el malestar de la Iglesia se debe a que la reforma anunciada afectará sus intereses. «Algunos privilegios que han tenido desde hace muchos años atrás, se van a ir perdiendo lentamente», dijo la autoridad.

Pero su superior, el ministro de Educación, Félix Patzi, pidió a los obispos «no mentir», en una posterior declaración pública en la que aseguró que en ese congreso sí se llegó a un acuerdo sobre la reforma educativa en el que se pactó mantener la asignatura de religión católica, aunque adaptándola a una «nueva filosofía que respeta la diversidad de religiones».

La mayor reacción ante la propuesta gubernamental se produjo en Santa Cruz, cuyas autoridades y población observan con mucho recelo la ofensiva de Morales para frenar sus deseos autonómicos y para socavar el poder de la Iglesia católica, muy importante en los estamentos sociales de esa provincia.

Varios centenares de padres, alumnos de colegios católicos y evangélicos, de las universidades, de las federaciones de asociaciones vecinales y del Comité Cívico de Santa Cruz han salido a las calles de Santa Cruz de la Sierra para demandar a Morales la salida del ministro Patzi y exigirle que se mantenga la materia de religión.

Aunque Morales y Patzi se apresuraron a garantizar la libertad de cultos y asegurar que tanto la materia como las partidas presupuestarias para los profesores de religión se mantendrán, Morales, afirmó que la Iglesia Católica en Bolivia debe cambiar y dijo que los líderes católicos deberían entender la necesidad de libertad de religión y creencia.Aunque insistió en que Bolivia continuaría guardando respeto a la Iglesia Católica.

Por otra parte, el arzobispo de Santa Cruz, el cardenal Julio Terrazas, dijo el domingo que los católicos se hallaban «pasivos» ante los cambios planeados por Morales. «Las grandes guerras empezaron con pequeñas teorías… con este discurso de odio, de rencor y de falta de perdón», señaló.

El domingo, el ministro de Educación del país, Felix Patzi, declaró que los líderes católicos estaban «mintiendo» al afirmar que el gobierno lo que busca es destruir a la Iglesia Católica.

Sin embargo, señaló que los cambios planeados permitirían a los bolivianos romper con «fronteras étnicas» que han marginado las tradiciones nativas por más de 500 años.

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