El agente abandonado

Por Joan Cañete Bayle .- Jerusalén.- El periódico

Jonathan Pollard, el protagonista del caso más sonado de espionaje israelí en EEUU, acusa a Sharon de olvidarlo. Cumple desde hace 20 años cadena perpetua en una cárcel de Carolina del Norte por espiar a favor de Israel. El espía denuncia torturas en la cárcel estadounidense

———————————————————
En la foto: Pollard recibe la visita de Limor Livnat, ministra de Comunicaciones israelí, en 1997. Archivo/AP
———————————————————-

«Jonathan se siente decepcionado. Después de 20 años, esperaba una reunión seria, pero todo lo que ha recibido es un gesto vacío». Así de dura se manifestó ayer Esther, la esposa de Jonathan Pollard, un analista del servicio de espionaje de la Marina de EEUU que cumple desde hace 20 años cadena perpetua en una cárcel de Carolina del Norte por espiar a favor de Israel. El martes, Pollard recibió por primera vez la visita de un embajador de Israel en EEUU, pero la reunión no fue satisfactoria para el hombre, que protagonizó en la década de los 80 el caso de espionaje más sonado entre ambos países. «Ya no creemos en los trucos baratos de Ariel Sharon«, dijo.

De actualidad

Pollard ha regresado a la primera línea de la actualidad en Israel, un protagonismo que aumentó con la visita del embajador a la cárcel. A principios del mes de mayo, sus abogados presentaron ante el Tribunal Supremo israelí una petición para que el Estado hebreo lo considere Prisionero de Sión, un estatus creado en los 70 para judíos encarcelados en la antigua URSS (como el exministro Nathan Sharansky), que obliga al Gobierno israelí a luchar por todos los medios para su liberación. Y es que Pollard, en palabras de sus abogados, se considera «traicionado y abandonado» por Israel, cuyos gobiernos hasta ahora le han negado este estatus.

Y todo porque el caso Pollard fue realmente embarazoso para Israel y, probablemente, el escándalo más grave de espionaje contra EEUU por parte de un país aliado. Desde mayo de 1984 hasta noviembre de 1985, cuando fue detenido al intentar refugiarse en la embajada israelí en Washington, Pollard entregó a Israel miles de documentos secretos que hacían referencia, sobre todo, a las actividades estadounidenses en países árabes y de Oriente Próximo.

Pollard fue acusado de espiar por dinero, pero él siempre dijo que entregó esa información porque era vital para la seguridad de Israel y porque EEUU no cumplía con su compromiso de compartirla con su aliado.

La primera reacción israelí fue pedir disculpas y tratar de enterrar el escándalo. Israel afirmó que Pollard no era un agente suyo, sino que había actuado por libre dentro de una unidad independiente del Mossad. Washington aceptó las excusas y condenó a cadena perpetua al espía. Años más tarde, el Gobierno israelí recuperó la memoria, y, en 1998, el Ejecutivo de Binyamín Netanyahu admitió que Pollard trabajaba para el Mossad. Ese mismo año, el espía estadounidense –judío– recibió la nacionalidad israelí y desde entonces varios ministros hicieron de su caso una bandera, visitas a la prisión incluidas.

Hizbulá y Egipto

Esther Pollard recuerda constantemente en sus declaraciones que desde que llegó al cargo de primer ministro, Ariel Sharon ha negociado con Egipto e Hizbulá la liberación de Azam Azam –encarcelado en Egipto por espionaje– y de Elhanan Tennenbaum, secuestrado por la guerrilla libanesa.

Pero Pollard sigue en prisión, y, según sus abogados, ha dicho «basta». En su recurso para solicitar el estatus de Prisionero de Sión, Pollard afirma que en estos 20 años de encarcelamiento en EEUU ha sufrido «crueles y extremas formas de tortura». Descargas eléctricas, privación de sueño, permanecer en aislamiento desnudo durante más de un año…

«Le he dicho que estamos haciendo todo lo que podemos para liberarlo«, declaró el embajador de Israel en EEUU, Danny Ayalon, tras su visita a Pollard. «Esperamos y confiamos en que habrá avances en este caso este verano«, dicen fuentes israelís, quienes recuerdan que Sharon habló del caso Pollard con Condoleezza Rice.

Sin embargo, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU afirma que todo sigue igual: «Pollard paga el crimen que cometió. Su estatus no ha cambiado«.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

Horacio Quiroga y sus derivaciones. La duda de una muchacha. Los árboles y sus conocedores. Los infiernos perdidos y los universos encontrados. Por Eduardo Silveyra
Desfinanciamiento, «fake news» y otras mentiras: el ataque a las universidades, su impacto en Tucumán y el gigante dormido que se despereza. ¡Que vivan los estudiantes! Por Jessica Soria
En la actualidad, el mundo se enfrenta a un fenómeno creciente: el desprestigio de los expertos y el auge de los «chantas». Por Antonio Muñiz