El pasado 20 de enero se desarrolló en Bogotá la III Cumbre Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo. Participaron representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía. En tanto que México, Uruguay, Venezuela e Israel como observadores (España anunciado en la convocatoria no aparece en la declaración final). Así como algunos organismos internacionales como Interpol y el Comité Interamericano contra el Terrorismo de la OEA, entre otros.
Es la tercera cumbre. La primera fue en Washington y la segunda en Buenos Aires en año pasado. Fueron creadas bajo la administración Trump y expresan un foro donde se manifiesta la política de los EEUU hacia el continente. Pero la agenda y la presencia de Israel parecen algo llamativo.
Participa Guaidó como «presidente» del gobierno fantasma de Venezuela, y en un casi monocorde discurso de la cumbre, se ha afirmado que las amenazas para America Latina son Iran y Hizbollah. Especialmente se señaló como amenaza el aporte del gobierno de Venezuela a estos. Más la financiación y presencia de la organización libanesa en la Triple Frontera. Además se ha señalado al ELN y Sendero Luminoso como grupos terroristas locales.
Recordemos que la sunción de este tipo de amenazas, consideradas transnacionales, en general llega con la aceptación de trabajo conjunto (y participación directa norteamericana) para reprimirlas.
La cumbre no parece aproximarse a un «Foro de debate» de posiciones o intereses donde pueda haber lugar a matices o interpretaciones alternativas. Aún se muestra mas cerrada que los foros tradicionales, desde la OEA a la CEA.
El comunicado firmado por nuestro país el 20 de enero expresa una serie de hipótesis de conflicto e identifica una serie de enemigos regionales que los países signatarios deberán combatir. Para ello se propicia la colaboración de los países en tareas de inteligencia y seguridad regional. Si bien tiene la forma de «Comunicado conjunto», o sea que no «obliga» los argentinos, sabemos muy bien que no es asi, caso «declaraciones» de Madrid (de rendición Argentina a los intereses británicos), o los “comunicados conjuntos” que nuestra chancillería suscribe con Inglaterra cada vez que avanza en la implementación de las medidas que Inglaterra le ordena. Declaraciones o comunicados, en general son políticas que se efectivizan, que lo hacen mas efectiva y discrecionalmente, ya que no pasan por el parlamento, o sea se mantienen ajenas a la esfera de la opinión publica.
Se aprobaron 24 puntos de los cuales llaman la atención las siguientes cuestiones que emanan de ellos.
1) Una «definición» de terrorismo amplia o más bien «indefinida» que puede abarca cualquier cosa. Terrorismo pareciera ser una serie de organizaciones que los EEUU presentan como enemigos en este foro. No hay una definición conceptual en la que se puede ver si encajan o no esas organizaciones o si hay otras organizaciones o acciones que pueden ser identificadas como terroristas. Por ejemplo el ataque terrorista contra el general Soleimani, podría entrar en una categoría de terrorismo, si esta fuera abierta, o sea no viniera con los nombres ya puestos. Este punto es de suma gravedad, ya que el «juez» configura la definición y no tiene limites, es discrecionalidad absoluta, algo muy riesgoso. También se ven los conflictos civiles (o guerra civiles) irresueltos en Colombia (de amplia ingerencia norteamericana) y de Perú.
2) La “indefinida definición” de terrorismo se vuelve mas complicada de aceptar cuando en otro párrafo los países signatarios (entre ellos el nuestro remarcamos): «Expresaron su preocupación por las actividades que redes de Hezbolá continúan realizando en algunas áreas del hemisferio occidental. Aplaudieron las acciones recientes de Estados de la región para contrarrestar las actividades de las redes de Hezbolá; así como alentaron a otros gobiernos a buscar formas más efectivas de abordar esta amenaza». En este párrafo se aplaude una serie de medidas entre las cuales se encuentran las que las que nuestro país viene tomando desde que la anterior administración declaró «terrorista» a la fuerza política libanesa. Es sorprendente que toda América latina suscriba este punto, ya que la ingerencia de Hizbollah es más que dudosa, y como hipótesis de terrorismo regional (tal como señalo la ministra de seguridad del gobierno de Alberto, Sabina Frederic en honor a la verdad) no es un problema nuestro. Se esta comprando un problema de otros y con ese problema la una posición frente al mismo que no es acorde a nuestros intereses.
3) «Expresaron su preocupación que organizaciones que cometen actos terroristas como el autodenominado Ejército de Liberación Nacional -ELN-, puedan ampararse en situaciones de debilidad institucional, conflicto interno u otros similares, como por ejemplo en Venezuela, para potenciar actos terroristas y actividades delictivas en la región». Al acabarse las FARC como artilugio discursivo para hablar de Venezuela, como vemos se sostienen el ELN además de Iran y Hizbollah. Lo que nos parece una muy peligrosa y alejada de toda «neutralidad» definición (que también nuestro país firmó) ya que esa amenaza va inmediatamente vinculada a Venezuela en la declaración y no queda como una cuestión interna de Colombia. La falta de neutralidad, de reservas y/o de equilibrio llama la atención, ya que remite al «Consenso de Washington» de los 90 y no se enlaza con ninguna posición que argentina haya aceptado antes del menemismo. El Realismo periférico campea en la región. Remarcamos como grave y riesgosa la mención a Venezuela, mas aun con el presidente títere presente, sin ninguna salvaguarda o acotación que hayan dejado los países presentes ante tan grave acusación. Debemos recordar que desde la vieja oligarquía hasta la década de 1980 Argentina siempre marco salvaguardas o distancias frete a esas doctrina de disciplinamiento conjunto
4) Desde hace años los organismos internacionales viene redefiniendo las hipótesis de conflicto globales de occidente nor-atlántico. Si bien el terrorismo aparece como una constante de las últimas décadas, hace unos años se agregó la «Delincuencia organizada transnacional». Definición para todo tipo de organizaciones que operan a través de las fronteras como el narcotráfico, el tráfico de mujeres, las redes ilegales de financiamiento de delitos diversos, trafico de armas, etc. En este sentido se viene insistiendo desde los organismos globales y desde los EEUU en que las FFAA y de seguridad asuman como tarea el combate contra este tipo de organizaciones. La actual cumbre definió crear «equipos conjuntos de investigación, inteligencia, incluida la inteligencia financiera, transporte transfronterizo de efectivo y valores negociables, para luchar contra el terrorismo, el crimen organizado y sus medios de financiación; así como prevenir el flujo de combatientes terroristas extranjeros retornados en la región».
De esta forma los «Grupos Armados Organizados y Grupos Delictivos Organizados Transnacionales» son la hipótesis de conflicto o amenaza principal que los estados deben asumir. En nuestro país ese tipo de conflictos son encarados por fuerzas policiales o militarizadas (Gendarmería y Prefectura) pero no por las FFAA, sin embargo, en todos los demás países es tomado por las FFAA. La cumbre muestra el avance de una línea a nivel regional, donde las amenazas para los estados y las sociedades devienen del terrorismo y la delincuencia, sin que haya una mención al atraso, la desigualdad o el subdesarrollo deforme. O que el crimen financiero solo sea acotado a delitos de financiación de organizaciones criminales (elegidas a placer de intereses no latinoamericanos) y no de la desestabilización que provoca el sistema financiero mediante maniobras que se podrían llamar «piratas» si Marx hubiera vivido este siglo. Y que muy gratamente el gobierno Kta había intentado deslegitimar en la ONU con cierto consenso, en cuanto a las disputas con los “fondos buitre”. Pero lo mas grave es que la articulación regional propuesta anuncia los intereses de intervención directa sobre almenazas delictivas que son vinculadas a la política, la geopolítica, la economía y la diplomacia.
5) Fueron parte del encuentro: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucia. Y en Calidad de observadores asistieron: Israel, México, Uruguay, Venezuela, el Comité contra el Terrorismo de las Naciones Unidas, el Comité Interamericano contra el Terrorismo (OEA), INTERPOL, AMERIPOL. Venezuela a través de Guaidó. México y Uruguay fueron observadores, quizás México como una forma de mantener distancias pero salvar las apariencias; y Uruguay porque se encuentra en una transición. Pero sin dudas el dato destacado es la presencia de Israel. Mike Pompeo el personaje más destacado y el que fijó la línea de la cumbre, puso en claro el objetivo: combatir la presencia de redes de Hizbollah e Irán en la región. Básicamente una agenda que carece de entidad para la región latinoamericana pero es prioridad para EEUU. La presencia de Israel cobra así un significado especial: la articulación diplomática y de seguridad/defensa de nuestros países con «extremo occidente» (o sea, las naciones capitalistas occidentales mas radicales en su posición diplomática y militar). Una presencia claramente desubicada, pero lógica en una estrategia global de alineamiento de bloques en un conflicto de escala global. Una presencia que anuncia más injerencia en la región
Argentina se hizo presente y firmó este comunicado. La presencia de nuestro país no fue al máximo nivel en los componentes de su delegación ni en el intento de difusión del hecho. Casi no aparece en ninguna agenda, y el canciller no estuvo. Pero viajó a Israel para estas fechas en una delegación, ahí si, de máximo nivel, que incluyó al presidente. Teniendo en cuenta que esta cumbre impone políticas de articulación norteamericano israelí el dato no es menor
Sin embargo las conclusiones inmediatas de esta cumbre deben ser evaluadas a la luz de su efectividad concreta y las acciones que cada Estado tome para estructurar su seguridad y FFAA en la orientación global y particular que se impone.
Es necesario tener en cuenta que la política de defensa esta subordinada a la política de cancillería (no es una necesidad, podría ser articulada en un proyecto estratégico general, pero hoy es así), por lo tanto cuando hablamos de diplomacia hablamos de definiciones de defensa.
Casi todos los países latinoamericanos participan de este foro; quizás sea difícil para un gobierno recién asumido no hacerlo, o degradar su participación en calidad de observador, como México. Teniendo en cuenta que la región en general se orienta hacia estas políticas y se muestra muy agresiva con los que las evitan.
Es de destacar que el conjunto de políticas del gobierno hace la línea resultante. La intensidad que se ponga en cada política también. Es cierto que el escenario interno y externo puede obligar a cierto grado de adaptación (o más bien flexibilidad). Pero un proyecto popular y soberano no se puede adaptar nunca en forma completa a la dependencia, en este caso en materia diplomática y de seguridad / defensa.
La realización de la cumbre muestra una nueva versión de la política de seguridad nacional redimensionada a las nuevas amenazas que EEEUU y sus aleados mas estrechos consideran para si mismos. Israel muestra una actividad sostenida en nuestro continente que es probable que exprese la expansión de sus intereses como pequeña gran potencia imperialista. Así irían de la mano la profundización de vínculos económicos (ya existentes y en vías de solidificación como en los pactos Israel MERCOSUR). Como también el alineamiento de un grupo importante de países como los Latinoamericanos en su estabilización diplomática y militar para sus políticas en Medio Oriente y la proyección internacional de sus guerras.
Nuestro actual gobierno tiene como principal desafío recuperar mayores niveles de soberanía en cada uno de los aspectos que hacen a la misma. Esta cumbre va en el sentido de la subordinación.