«El mayor deterioro se dio a nivel de los ingresos»
Por Daniel Schteingart*
El INDEC dio a conocer datos de desempleo del primer trimestre de 2019. Abro hilo respecto a los puntos salientes. La tasa de desocupación tuvo un salto moderado entre los primeros trimestres de 2018 y 2019 (del 9,1% al 10,1%).
Recordemos siempre que: una persona desocupada NO trabaja y además BUSCA empleo. Si NO busca empleo se la considera inactiva (por ej. un niño).
Dejando todo lo demás constante, la tasa de desocupación puede subir por dos factores: a) gente que pierde el empleo y pasa a buscarlo y b) gente que no trabajaba y no buscaba empleo ahora sale a buscarlo y no encuentra.
¿Qué hizo subir el desempleo en el último año? El segundo factor. Personas (principalmente mujeres) que no trabajaban ni buscaban trabajo ahora salen al mercado laboral. ¿Por qué? Porque los hogares llegan menos a fin de mes y necesitan otro ingreso.
De hecho, la cantidad absoluta de empleos creció en 143.000. Esta cifra da una expansión del 0,7%, menor al del crecimiento de la población (1%). Por eso, la tasa de empleo (ocupados cada 100 habitantes) cayó levemente (del 42,4% al 42,3%, no significativa estadísticamente).
En otros términos, SIEMPRE es importante tener en cuenta no solo la cantidad de empleos creados, sino el crecimiento de la población. Si el empleo se mantiene, pero la población crece, tenés un deterioro del mercado de trabajo pues las nuevas generaciones no se logran insertar
Ahora bien, si bien la tasa de empleo casi no varió, sí hubo cambios notorios en la calidad del empleo. De los 143.000 empleos nuevos, la totalidad se explica por puestos precarios (asalariados informales y cuentapropistas). Aún más, se destruyeron 175.000 empleos de calidad.
De este modo, sigue consolidándose la tendencia hacia la precarización del mercado de trabajo. Esta tendencia comienza a darse en 2015 y en el último año se profundizó aún más producto de la recesión.
El otro dato saliente es que aumentó significativamente lo que se llama «presión sobre el mercado de trabajo». ¿Qué es esto? Las personas que buscan/quieren/están disponibles para trabajar más. Esto ocurre justamente por el deterioro del poder adquisitivo. Para ponerlo en cifras, la presión sobre el mercado de trabajo pasó del 29,9% de la fuerza laboral al 33,9% en un año.
En resumen, tenemos un salto moderado de la desocupación, lo cual se explica en buena medida por mujeres que, en un contexto de insuficiencia de ingresos, salen a buscar empleo. Algunas lo consiguen (precario). Otras no. A su vez, el empleo se vuelve de peor calidad.
Ciertamente, el mayor deterioro se dio a nivel de los ingresos, con un poder adquisitivo que cayó alrededor del 10% interanual en el primer trimestre del año. Por eso cayó fuerte el consumo y por eso subió fuerte la pobreza.
Nota al pie 1: cuando acá hablé de «trabajo» me referí al uso convencional de «trabajo fuera del hogar». En sentido estricto, el trabajo al interior del hogar (mayormente feminizado) es también «trabajo», pero no se contabiliza como tal en los gruesos de estos informes.
Nota al pie 2: en mi estimación de cantidad de empleos tuve que hacer una pequeña recalibración de la EPH, pues a partir de este trimestre se incorporaron algunas partes de algunos aglomerados que no estaban bien cubiertas anteriormente. Sin ese ajuste daría que la población creció al 2% anual, cuando en realidad crece al 1%. Ese punto de diferencia se explica porque ahora se cubren zonas periféricas de algunos aglomerados.
*Sociólogo. En twitter: @danyscht
Una degradación estructural
Por CETyD*
Por primera vez en 13 años, la tasa de desempleo superó la barrera de los 10 puntos.
¿Cómo se explica este deterioro acelerado del empleo en nuestro país?
Con los ingresos cayendo y el empleo registrado destruyéndose, miles de personas que no buscaban trabajo comenzaron a hacerlo para atenuar los efectos de la crisis en la economía familiar. Esto se ve reflejado en las estadísticas con el crecimiento de la tasa de actividad (0,3 pp)
Parte de los trabajadores que empezaron a buscar empleo, más otros que perdieron sus puestos anteriores, consiguieron acceder a trabajos precarios. Como consecuencia, el empleo no registrado y el trabajo por cuenta propia se expandieron durante el último año (+4% y +6%).
Además, los dos sectores que lideraron la expansión del empleo, Trabajo doméstico y Servicios a las empresas, en contextos contractivos, suelen generar puestos de trabajo inestables, informales y de bajos ingresos.
Pero la capacidad que tiene una economía deprimida para crear empleos, aunque sean informales y de baja productividad, también es limitada. Por eso, no todos los trabajadores que buscaron trabajo lo consiguieron.
En consecuencia, la tasa de desempleo creció del 9,1% al 10,1%.
Como resultado de estos fenómenos, la estructura ocupacional argentina sufre una importante degradación en todas sus dimensiones, ya que, al mismo tiempo:
- Caen el salario real y el empleo registrado.
- Crecen la precariedad laboral y la desocupación.
*El CETyD es un ámbito de investigación del @idaesoficial (Universidad Nacional de San Martín). En twitter: @CETyD_