La primera parte de la campaña llegó a su fin. De acá al domingo, la tarea es organizar a los fiscales para garantizar la transparencia de este comicio singular, en el que por primera vez elegiremos representantes para las Juntas Comunales. Un reclamo por el que muchos venimos bregando desde hace mucho en numerosas oportunidades.
Detrás de la batalla final entre Macri y Filmus, entre dos modelos de entender la política, el Estado y la vida pública, se desarrolló la campaña para elegir a quienes deberán expresar a las 15 comunas porteñas frente a las autoridades.
Este cambio meridiano que comenzará concretamente a partir del 10 de diciembre quizá no se perciba hoy en la mayoría de los ciudadanos, pero con el correr del tiempo se transformará en una herramienta indispensable, que será defendida por el conjunto de los vecinos.
Las comunas acercarán soluciones a los barrios, más tarde o más temprano. Lo más trascendente, será que dotarán a los vecinos de una voz que no tenían para reclamar y proponer ante el poder central. Sus representantes, los comuneros, tienen por delante el desafío de empezar a modelar un rol que le puede cambiar la cara y la dinámica comunitaria a la ciudad.
Por eso, esta elección del domingo 10 es histórica. Porque nace la tan injustamente postergada descentralización porteña. Y porque juntos daremos el primer paso para poner fin a la lamentable experiencia PRO en Buenos Aires.