Un inusitado fervor ciudadano marcó los festejos centrales del Bicentenario de la República del Paraguay. Más de un millón y medio de personas se hicieron presentes en el centro histórico de la capital, Asunción, epicentro de la mayor concentración ciudadana para participar de las distintas actividades y actos por los 200 años de la emancipación paraguaya.
Entre el fervor ciudadano y los desafíos del Paraguay a 200 años de su independencia
Un inusitado fervor ciudadano marcaron los festejos centrales del Bicentenario de la Republica del Paraguay. Más de un millón y medio de personas, cuantificadas en sólo tres días (Jueves 12 al sábado 14), se hicieron presentes en el centro histórico de la capital, Asunción, epicentro de la mayor concentración ciudadana pocas veces vistas en los últimos tiempos, para participar de las distintas actividades y actos de recordación de los 200 años de la emancipación paraguaya. Empero, el desafío de este entusiasmo colectivo está en rectificar postergadas reivindicaciones sociales, políticas y económicas, vinculadas a la distribución de la tierra, la participación política, la soberanía alimentaria, territorial y energética.
En la madrugada del 15 de mayo del 2011 se cumplieron exactamente doscientos años de la gesta independentista de la Provincia del Paraguay del Reino de España, la cual se concretaría formalmente en el Congreso Soberano de 1813. De esta forma, el país se sumaba a EE.UU y Haiti como la tercera república independiente del Continente Americano. Sin embargo, las consecuencias de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) fueron funestas para el país, heredera de la primera revolución radical de América Latina, al decir del historiador estadounidense, Richard Alan White.
En ese sentido se puede afirmar que el peso de la historia paraguaya y la carga simbólica del Bicentenario de la gesta de la noche del 14 y 15 de mayo de 1811, generó la adhesión espontanea de la ciudadanía que salió a mostrar su fervor patriótica, pocas veces expresadas, salvo para protestar por algo, como lo fue el llamado Marzo Parguayo en 1999, uno de los acontecimiento más cercano que se recuerda.
Para el investigador y analista político paraguayo, Alfredo Boccia Paz, el hecho de que la gente se haya apoderado espontaneamente de las calles y ciudades, “es algo histórico en el país, considerando que nuestra gente tiende a ser apática para expresarse en manifestaciones callejeras. Es la mejor noticia que la ciudadanía podía dar, quizás desde la finalización de la Guerra del Chaco, durante el desfile de la Victoria, en 1935”, considera, Boccia Paz.
A criterio de Alfredo Boccia, “hay un sentimiento de pertenencia nacional en la población paraguaya que estuvo disimulado y avergonzado quizás, durante muchos años por tantas frustraciones y tan poca posibilidad de expresarlo, debido que en el pasado reciente, hubo pocas oportunidades para sentirse orgulloso”.
En ese aspecto es oportuno considerar que para la mayoría de la población paraguaya, el gran desafio para honrar el Bicentenario de la patria es rectificando las postergadas reivindicaciones sociales, políticas y económicas, vinculadas a la distribución de la tierra, la participación política, la soberanía alimentaria, territorial y energética. No obstante, la aparición de nuevos actores políticos y sociales caracteriza el proceso político que se inició en abril de 2008 con la elección de Fernando Lugo como presidente de la República.
Deudas del Bicentenario y el escenario actual
A 200 años de los acontecimientos del 14 y 15 de mayo de 1811, uno de los problemas sociales más recurrentes en el Paraguay actual está relacionado con la propiedad de la tierra. Según el censo agropecuario paraguayo 2008, el 85,5 % de las tierras productivas está en manos del 2,06 %, la cual es determinante en un país agroganadero para medir el aumento de la pobreza, la migración y el desempleo, en un país agroganadero, explica a ZOOM el economista, Luis Rojas Villagra.
El Banco Central del Paraguay registró el cierre del 2010 con un crecimiento económico histórico de 14,5 %. Para Rojas Villagra, esto sin embargo “no impactará mucho en la población que está en situación de pobreza y de desempleo, debido al modelo económico primario que lo sostiene, que no genera empleos y concentra los recursos productivos, al que se suma un Estado que no cobra impuestos a quiénes debería por sus altos ingresos”.
Para el sociólogo de Base Investigaciones Sociales (Base Is), Tomás Palau, la cuestión agraria es el principal espacio de acumulación del capital en el Paraguay desde la culminación de la guerra de la Triple Alianza en 1870. La principal reivindicación de los movimientos campesinos paraguayos es la reforma agraria; y para las comunidades indígenas, la restitución de sus territorios usurpados por grandes latifundistas, sin dejar de demandar la soberanía alimentaria y territorial, debido al aumento de los agronegocios y la extranjerización de la tierra.
Si bien, es de destacar que en el nuevo escenario político paraguayo la izquierda paraguaya empieza a ser reconocida y si “logra superar limitaciones políticas e ideológicas, puede concretar proyectos estratégicos al que pueden adherirse grandes masas populares que históricamente fueron controlados por los partidos conservadores”, expresa, Hugo Richer, dirigente político socialista y actual ministro de la Secretaría de Acción Social.
La magnitud de las hidroeléctricas binacionales Itaipú y Yacyretá que comparte Paraguay con Brasil y Argentina marca su importancia estratégica y de desarrollo para el país. El presidente Fernando Lugo ha hecho del tema energético, desde la campaña electoral, su política de Estado como dinamizador de la economía y el eje para la recuperación de la soberanía sobre los recursos energéticos. Justo en la semana del Bicentenario, el Congreso brasileño finalmente dio su aprobación al acuerdo firmado entre los presidentes Fernando Lugo y Lula da Silva para mejorar el pago a Paraguay por la cesión de su energía en Itaipú, que aumenta de US$ 120 millones a US$ 360 millones.
Esta situacion marca un hito en las transformaciones que se están produciendo en la relación paraguayo brasilena, y en la empresa Itaipú Binacional como resultado de los cambios en curso en la conduccion del pais. Las dictaduras militares de Alfredo Stroessner y Garrastazú Médici firmaron el Tratado de Itaipú el 26 de abril de 1973, dejando como herencia unas relaciones bilaterales asimétricas perjudiciales para el Paraguay. En ese sentido el Paraguay empieza a mejorar sus ingresos como exportador de energía electríca, beneficios bien encaminados le permitirá al país un mayor desarrollo económico y social.
El Paraguay comenzó a festejar su Bicentenario en medio de un proceso de cambio político iniciado con la elección del obispo Fernando Lugo, que puso fin a más de 60 años de hegemonía del Partido Colorado.
La preeminencia de una fuerza obstruccionista a cualquier pretensión de cambio, sumada a la abierta confrontación entre Lugo y su vicepresidente, Federico Franco, sitúa un interrogante sobre la profundización de este proceso que se inició el 15 de agosto de 2008.
Para Hugo Richer, “la ausencia de un proyecto y una fuerza política propia, hizo posible que las fuerzas conservadoras vuelvan a controlar las Cámaras del Congreso y, en consecuencia, asegurar el control del Poder Judicial”.
El Paraguay presente es el resultado de una prolongada transición democrática que se gestó en 1989 con la caída del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989). Esta transición, sin embargo, no pudo consolidarse totalmente y muchos elementos del régimen stronista siguen instalados, subraya el periodista e investigador Alfredo Boccia.
El Paraguay del Bicentenario ha hecho poco para avanzar hacia una mayor justicia social, explica el filósofo paraguayo José Silvero, y afirma que el idioma guaraní ha sido el refugio de los paraguayos en distintas circunstancias del país.
En ese contexto, el lingüista Miguel Ángel Verón considera que la reciente promulgación de la Ley de Lenguas en el Paraguay “ha sido uno de las reivindicaciones culturales más importantes dentro de los 200 años de la vida nacional, poniendo el cimiento legal para la dignificación de los hablantes de lengua guaraní”.
El guarani historicamente ha sido la lengua de la mayoria de la población paraguayo, y esta sirvió de valuarte desde el mismo momento de la declaración de la independencia y durante las dos guerras internacionales que el Paraguay libró.
Se estima que el 90 por ciento de la población paraguaya habla y entiende el guaraní, que junto al castellano es lengua oficial, establecido por la nueva Constitución de 1992.
Es oportuno destacar igualmente que los festejos de los 200 años de la gesta de independencia paraguaya contrasta con los acontecimientos del Centenario, cuando el país estaba envuelto en una guerra civil que obligó al pueblo a seguir como pudo las efemérides de 1911, tal como lo sostiene el historiador Herib Caballero Campos.
En tal sentido, personalidades que formaron parte de la creación de este Estado-Nación, personificado en Gaspar Rodríguez de Francia, Carlos Antonio y Francisco Solano López entre otros, empezaron a ser redescubiertos y reinterpretados en foros y debates; sumando a ellos a protagonistas populares y anónimos, cuyos compromisos y luchas en distintos momentos de la historia paraguaya han sido por mayores conquistas democráticas y sociales.
Los festejos en la Argentina
Los residentes paraguayos en la Argentina también forman parte de la Comisión de festejo del Bicentenario del Paraguay en coordinación con la embajada paraguaya en la República Argentina. “Las actividades del Bicentenario se convierten en fiestas populares y de reencuentros de ciudadanos, tanto de adentro como de afuera para recordar este acontecimiento y trazar objetivos comunes futuros, en este sentido los paraguayos radicados en Buenos Aires estamos citados para participar del festejo central por los 200 años del Paraguay el próximo 29 de mayo en la tradicional Avenida Mayo de la ciudad de Buenos Aires, señala Trigidio González, coordinador de prensa de la Comisión Pro Festejo del Bicentenario en Buenos Aires.
El encargado de Cultura de la Embajada paraguaya en Argentina, Rodolfo Serafini, menciona que el 23 de marzo pasado fue el inicio de las actividades dentro del marco del Bicentenario en la cuidad de Buenos Aires, con una apertura de gala en el teatro Cervantes, con la presencia del cantante Ricardo Flecha y el arpista Francisco Giménez de Paraguay, Teresa Parodi, Quinteto Tiempo y el Ballet Folklórico Nacional de la Argentina. En los sucesivos se realizaron eventos en el marco del Bicentenario en las ciudades de Buenos Aires, La Matanza, La Plata, Berazategui, Quilmes; y en las provincias de Misiones, Formosa, Corrientes, Córdoba, entre otras. Asimismo, el ciclo “Argentina y Paraguay en música, canto y danza”, aglutina a artistas argentinos y paraguayos en los eventos que se realizan y seguiran realizándose durante el año.
En otra gran gala de homenaje al Bicentenario de la independencia del Paraguay, la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina, ofrecerá varios conconciertos ejecutando un repertorio con temas de autores y compositores del Paraguay: el viernes 27 de mayo a partir de las 20:00 horas en el Auditorio de Belgrano, Virrey Loreto 2348 (Altura de Cabildo al 1300, Capital Federal. El domingo 29 de mayo a partir de las 17:00 horas en el Complejo Cultural “Leopoldo Marechal”, Avenida Vergara 2396, Hurlingham, Provincia de Buenos Aires.
Así también, el miercoles 1 de junio, la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina se presentará en el Auditorio “Jorge Luis Borges” de la Biblioteca Nacional a partir de las 19:00 horas. El domingo 5 de junio a partir de las 17: 00 horas en el Teatro del Complejo Cultural “Plaza”, Calle 89 N° 2089, San Martín, Provincia de Buenos Aires.
Estas actividades cuentan con el apoyo de la Secretaria de Cultura de la Argentina, la embajada de Paraguay en Argentina y Comisión Nacional del Bicentenario y Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay. Las actividades con relación al Bicentenario del Paraguay arrancaron en 2010 y culminarán a fines de 2011.
En la actualidad, la comunidad migrante paraguaya en la Argentina es la primera minoría extranjera del país. Así, el Paraguay y la Argentina en los últimos tiempos han intensificado sus relaciones en temas relacionados con proyectos de infraestructura, defensa, energía, aspectos migratorios, intercambio comercial y un fuerte vínculo en el campo cultural.
Paraguay en los bloques regionales
En el escenario internacional, Paraguay está en su mayor grado de protagonismo al formar parte de los bloques regionales de naciones de forma más activa. En el año de su Bicentenario ejerce la presidencia Pro Tempore del Mercosur y es parte de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), sin ser miembro legal por oposición del Congreso paraguayo controlado por la mayoría opositora al gobierno de Fernando Lugo.
En el senado paraguayo también se está retrasando el ingreso pleno de Venezuela al Mercosur por oposición al gobierno de Hugo Chávez. Paraguay es el único país del bloque que aún no ha aprobado el protocolo de adhesión de Venezuela, ya que fue aceptado por los otros socios plenos: Argentina, Brasil y Uruguay.
La consolidación del Mercosur y la Unasur están permitiendo a Paraguay integrarse más de forma plena a sus vecinos y a la región, reorientado su pasada política exterior diseñada dentro de la doctrina de la Seguridad Nacional en el contexto de la guerra fría.
En la actual presidencia pro témpore del Mercosur, Paraguay busca concretar la eliminación del doble cobro y distribución de renta aduanera, libre tránsito de bienes, tratamiento de las asimetrías, fortalecimiento del instituto social del Mercosur y la negociaciones con la Unión Europea.
Los Fondos de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), creada para financiar obras de infraestructuras, claves para la integración regional, está permitiendo a Paraguay invertir en más obras públicas como el tendido de líneas de transporte de energía desde la represa brasileño-paraguaya de Itaipú a Asunción, la construcción de rutas y autopistas.
El coordinador de la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos, Ricardo Canese, resaltó los últimos acuerdos firmados con Argentina respecto a Yacyretá y la utilización del sistema eléctrico argentino para vender energía producida por la represa Acaray, y confía en el cumpliendo de los acuerdos suscritos con el gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
Durante el acto oficial de finalización de la obra de Yacyreta realizado en febrero último, el presidente Fernando Lugo, dijo que “la elevación a su cota definitiva de la hidroeléctrica binacional de Yacyretá no es solo un paso, sino un salto hacia la integración energética regional”
El Paraguay incluida dentro del Mercosur y la Unasur tiene la responsabilidad de direccionar modelos de desarrollos que le permitan reducir la inequidad social que las caracterizan y obtener mayor inclusión social de sus ciudadanos que rondan el 19,4% en la pobreza extrema, más de 1,1 millones de paraguayos, según la Encuesta Permanente de Hogares del 2008.