Luego de que se lanzara el feroz ataque de la coalición internacional en Libia para frenar el avance de Muammar Khadafi, la mayoría de los mandatarios sudamericanos cuestionó el operativo militar.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó la intervención militar extranjera en Libia y sostuvo que la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) debía pronunciarse sobre la crisis en el norte de África. “Ecuador rechaza terminantemente esa intervención militar”, dijo.
El mandatario ecuatoriano censuró a los países que participan de la operación militar contra Libia e hizo notar que han rebasado los límites de la Resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“¿Acaso no hemos aprendido del caso Irak, los millones de muertos que ha costado eso? ¿Cómo puede la humanidad caer en los mismos errores?”, cuestionó Correa.
En tanto, el presidente boliviano, Evo Morales, también criticó fuertemente la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó una intervención militar en Libia y pidió el cese inmediato de la invasión y agresión armada a Libia.
El presidente José Mujica calificó de lamentable el ataque que implica un grave retroceso en el orden internacional. “Es mucho peor el remedio que la enfermedad. Salvar vidas a bombazos es para llorar”, opinó en declaraciones formuladas al matutino La República.
Asimismo, el presidente del Paraguay, Fernando Lugo, condenó los ataques a Libia encabezados por los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. “Condeno la decisión de la ONU de aprobar el ataque a Libia… ningún tipo de violencia es justificada. Lo hemos dicho siempre. Ningún tipo de violencia o muerte se debe cernir”, precisó el mandatario a través de un comunicado.
Por su parte, los presidentes de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de Venezuela, Hugo Chávez, coincidieron desde Buenos Aires en sus críticas a la intervención de los Estados Unidos y sus aliados europeos sobre Libia, y destacaron a Sudamérica como una región de paz. “Estamos demostrando no solo logros económicos y sociales, sino que hemos demostrado lo que muchas veces quisieron mostrarnos los grandes centros de presunta civilización, que siguen resolviendo sus diferencias a los bombazos”, sostuvo Fernández de Kirchner.