La vida interior del PJ bonaerense.

Pensando en el 2011, con el acto de ayer en el edifico histórico de la calle Azopardo, Néstor Kirchner dio inició a serie de presentaciones que lo tendrán como protagonista en los próximos quince días.

La salud de los seres humanos suele interponerse en muchos planes que emergen con cierta certeza. Pero no siempre alcanza para desviar el rumbo general.

Por estas horas, el Gobierno se solaza con datos que adelantáramos en estas páginas: su imagen positiva ha crecido. Pero la presión persiste: se golpea el vínculo con Venezuela por razones evidentes.

En ese marco, las decisiones sobre los caminos escogidos para avanzar pueden tener trascendencia. Digamos algo: varias de esas determinaciones son adoptadas por el Consejo Nacional del Partido Justicialista, con Néstor Kirchner a la cabeza, reunido en la Confederación General del Trabajo.

¿Y eso qué significa? Entre otras cosas, que Hugo Moyano es bien considerado por el ex presidente para ocupar el espacio de vice interino del PJ. Y que la aspiración camionera de postularlo en el orden provincial, no ha sido arrojada al cesto de las ideas huecas.

Sin embargo, desde hace tiempo que ese núcleo inaprehensible, aunque concreto, que se ha dado en llamar “los intendentes”, tiene presencia en estos asuntos. Y suele poseer conceptos diferentes a los adoptados por el sindicalismo y el movimiento social argentino.

¿Qué pretenden sus mayores referentes? Esencialmente, formar una comisión que releve interinamente a don Alberto. Sostienen que dado el origen de Balestrini, les corresponde escoger el modo de esperar su muy hipotética recuperación.

Pero dan un paso más: este fin de semana sugirieron forjar un cuerpo colegiado “extra estructura” que asesore al gobernador Daniel Scioli. Por un lado para influir en el rumbo presente; por otro para atisbar una interna que, si Kirchner decide esperar otro período, lanzaría al titular del ejecutivo bonaerense a una contienda nacional.

Ahora bien, Kirchner quiere que todos tengan lugar, pero necesita resolver cómo. Y no piensa resignar a Moyano, quien le ha brindado ciertas satisfacciones políticas. Pero no se descuida, luego de varios golpes electorales.

No se descuida y por eso impulsa espacios muy propios (que algunos llaman “puros” en un alarde idiomático) en zonas básicas de la provincia de Buenos Aires. Lugares políticos que no admiten la participación de la CGT ni de los intendentes, que piensan sólo en Kirchner.

A todo esto es preciso engarzarle el entorno: Felipe Solá ratificó que se presentará por fuera del PJ. Mario Das Neves lo cruzó anunciando su candidatura interna. “Lo peor que podemos hacer es dejarle el partido a Néstor”, aseveró el sureño con más énfasis mediático que enojo particular.

Y mientras la oposición sigue su zigzagueante e irregular andar, buscando ansiosamente que Gualeguaychú o la corrupción galvanicen una unidad imposible, el kirchnerismo aúna sus fuerzas recuperando algo de mística aunque sin dejar de desconfiar de la construcción genuina en las bases.

Ni Moyano ni los intendentes tienen solución para eso, aunque una cosa es una cosa; y otra cosa es otra cosa, como se ha indicado oportunamente.

*Director La Señal Medios. Televisión, Radio y Gráfica en la Web.

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