Sencilla y sin eufemismos, la presidenta de Madres explica por qué para ella hay dos proyectos en pugna y dice que “los pueblos educados y con trabajo no son fáciles de dominar”. A pesar de su alineamiento con el oficialismo, se permite criticar: “creo que abandonaron la cosa más maravillosa que había, que era la formación de cuadros”.
Pasaron 33 años desde aquel sábado 30 de abril de 1977, donde varias madres de detenidos-desaparecidos escucharon las palabras de Azucena Villaflor que planteó “individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vea que somos muchas, Videla tendrá que recibirnos.”
Entonces nació Madres de Plaza de Mayo. Salieron de la iglesia Stella Maris donde, desesperadas, buscaban respuestas, y se dirigieron a la Plaza. Primero fue un sábado, luego un viernes y finalmente sería todos los jueves.
Al principio se sentaban en los bancos de la Plaza, pero cuando eran un número importante, más de 60, la policía les dijo “bueno, acá no se puede, hay estado de sitio, no pueden estar acá sentadas, esto ya es una reunión, marchen, caminen”, y marcharon alrededor de la Pirámide de Mayo.
Hoy son cientos de Madres y una gran cantidad de jóvenes que las acompañan. Además del reclamo histórico, Madres de Plaza de Mayo tiene una Universidad (que cumple 10 años), una radio (AM 530, La Voz de las Madres), una imprenta, una librería, una biblioteca y una revista. También cuenta con una cooperativa que construye viviendas y capacita a sus trabajadores.
Para este 24 de marzo están organizando, junto con la Unidad Bicentenario de la Presidencia de la Nación, un festival artístico, cuya consigna es No pudieron apagar tanto fuego y en el escenario de la revolución del Bicentenario arderá nuestra cultura. El acto comenzará a las 17 y han confirmado su presencia la Orquesta Juan De Dios Filiberto, Susana Rinaldi, Peteco Carabajal, Juan Falú, Raúl Carnota, Liliana Herrero, Mora Godoy, Lidia Borda, Guillermo Fernández, Rita Cortese, Koki y Pajarín Saavedra, Silvia Iriondo, Dúo Orozco Barrientos, Bruno Arias, Lucrecia Merico y Mota Luna, entre otros.
Revista ZOOM fue a la casa de las Madres para entrevistar a su Presidenta, Hebe de Bonafini, que nos recibió en su oficina. Un escritorio no demasiado ordenado, una fotografía de la Presidenta Cristina Fernández en el día de su asunción, una de Hebe con Néstor Kirchner a los abrazos firmada por el ex presidente, otras con Hugo Chávez, Evo Morales y con Fidel Castro. Asimismo había fotos de las viviendas construidas y niños sonrientes, además de un cuadro del Che y una biblioteca nacional y popular.
—Hebe, ¿por qué le dicen marcha y no ronda?
—Porque rondar es siempre rondar sobre lo mismo, en cambio marchar es ir hacia algo, aunque sea en círculo. El nuestro es “ese caminar con esos pasos cansados de las Madres”, por eso tiene tanto valor.
—¿Y la Plaza de Mayo a quién pertenece?
—Al pueblo trabajador, el único que existe, el resto son garcas. El que estuvo siempre en la Plaza, el de la Revolución de Mayo, el de Perón y Evita, el de nosotras.
—El jueves 4 de marzo, luego de que la Presidenta Cristina Fernández dijera que hay sectores que están desestabilizando, ustedes convocaron a la Plaza en apoyo al Gobierno.
—Sí, claro. Hay que ser rápido. Todos me decían “hay que reunirnos para hacer una grande”. A mí las reuniones al cohete no me gustan, es una pérdida de tiempo. Yo no me reúno con nadie para salir a la calle, vengan. Terminó de hablar Cristina y al minuto estaba hecho el comunicado. La idea es que todos movilicen. Me pone muy contenta ver a la gente movilizarse, y mucha gente suelta. Nos llegan cartas de personas sueltas y es muy fuerte.
—Ese día había muchos trabajadores de las cooperativas ¿Por qué?
—Porque hay formación política, los días que llueve no se van a la casa sino que hay clases de formación sindical, de derechos civiles, derechos del trabajador, para que sepan elegir. Y nos pasa que en seguida quieren salir corriendo a movilizarse, porque sienten la necesidad de participar, con mucha alegría. El otro día en la Plaza vinieron muchos, cantando y muy contentos, me abrazaban, me besaban y me apretujaban.
—¿Qué análisis hace del momento actual?
—Creo que se están discutiendo dos países, el que queremos todos con Cristina y el que quieren ellos para ellos mismos, para sus familias y los intereses económicos que representan, que se quieren quedar con todo. Ellos no quieren la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ni que se democratice Papel Prensa, ni educación, ni trabajo para todos. Los pueblos educados y con trabajo no son fáciles de dominar, porque son pueblos despiertos. Tiene que arder el país todo el tiempo con gente en la calle. Porque la movilización de los pueblos es lo que frena a todos estos atorrantes, no hay otra. Ellos no pueden movilizar porque no tienen pueblo.
—¿Viven distinto este 24 de marzo?
—Es distinto porque se van consiguiendo más cosas, no es la misma angustia que cuando los militares estaban sueltos, cuando todavía te perseguían, te pegaban, estaban ahí y los tenías alrededor. Con los indultos de Carlos Menem, la Obediencia Debida y el Punto Final, tenías que convivir con ellos después de todo el horror que hicieron. Era muy tremendo. Ahora son conmemoraciones y se vive de otra forma, sabiendo que la Justicia les va llegando.
—¿Qué le critica al Gobierno?
—Yo creo que empezaron tarde con algunas cosas. Cuando se vieron muy fuertemente golpeados ahí empezaron a profundizar con muchas cuestiones. Y creo que abandonaron la cosa más maravillosa que había, que era la idea que tenía Néstor (Kirchner) de la formación de cuadros. Y eso creo que lo dejaron de lado y es una crítica muy fuerte que tenemos que hacer.
—¿Usted qué prefiere, Néstor Kirchner o Cristina Fernández 2011?
—Yo creo que los dos tienen el mismo proyecto de país. Son diferentes pero tienen un mismo proyecto. Y a nosotros más que las personas y más que los partidos, nos interesan los proyectos de país. Este año hay que trabajar mucho, hay que reforzar, endurecerse. El enemigo está pensando ahora porque la quiere echar a Cristina. Entonces piensan en posibles presidentes, todos impresentables, un clavo más grande que el otro.
—Luego de tantos años de lucha, ¿qué reflexión hace?
—Que la nuestra es una lucha que trasciende a cualquier Gobierno y es una lucha que va a continuar, porque hay presencias que no están pero se sienten. Y porque hemos logrado organizar a muchos jóvenes y se los ve muy comprometidos. Todo lo dejamos en manos de jóvenes: Sueños Compartidos, la radio, la universidad, la imprenta, la librería, la biblioteca. Nosotras nos podemos morir tranquilas que sabemos que van a tomar la posta. Yo siempre digo: “uno cuando siembra trigo, sale trigo”.