Durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada el 12 de junio de 1992 en Río de Janeiro, Fidel Castro, apuntó algunas ideas de suma importancia que resultan hoy ilustrativas para describir el panorama que se vive en el mundo con relación al hambre, el uso racional de los recursos naturales y el medio ambiente: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. La presión poblacional y la pobreza conducen a esfuerzos desesperados para sobrevivir aún a costa de la naturaleza”.
En aquella oportunidad, al referirse a las sociedades de consumo como máximas responsables de la atroz destrucción del medio ambiente, expresó: “Con sólo el 20 por ciento de la población mundial, ellas consumen las dos terceras partes de los metales y las tres cuartas partes de la energía que se produce en el mundo”. Al brindar algunas fórmulas para salvar a la humanidad de una autodestrucción, Fidel apuntó: “Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra (…) Desaparezca el hambre y no el hombre”.
El 30 de abril de 2007, en su reflexión “Lo que se impone de inmediato es una revolución energética”, apuntó que cada año se derrocha lo que la naturaleza tardó un millón de años en crear. Días después, el 9 de mayo, en otras de sus reflexiónes, “Se intensifica el debate”, sintetizaba algunas ideas de Atilio Borón, ex presidente del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, acerca de que los alimentos son convertidos en energéticos para viabilizar la irracionalidad de una civilización que, para sostener la riqueza y los privilegios de unos pocos, incurre en un brutal ataque al medio ambiente. En esta reflexión insistía en que la transformación de los alimentos en energéticos constituye un acto monstruoso, pues los efectos más devastadores de la subida del precio de estos se sentirán especialmente en los países del Tercer Mundo.
Sobre otros aspectos esenciales versaban sus artículos “Lo que aprendimos del VI Encuentro Hemisférico de La Habana”, publicado el 14 de mayo; y en “Nadie quiere agarrar el toro por los cuernos”, del 22 del propio mes, en el cual resumía lo fundamental de reflexiones anteriores sobre el tema.
Las consecuencias humanas quedaban reflejadas, el 23 de mayo, en el artículo “Para los sordos que no quieren oír”, referente a que los precios internacionales de la mayoría de los cereales han subido de forma significativa en 2006-07, con la proyección de que se mantengan altos en 2007-08, según el correspondiente informe “Perspectivas de cosechas y situación alimentaria”, emitido por la FAO el 16 del mismo mes.
En una conversación con Randy Alonso, presentador del programa Mesa Redonda, el 5 de junio, Castro destacó el crecimiento de la conciencia en el mundo sobre los peligros del cambio climático y la importancia de los alimentos. Expresó que en la medida en que la gente conozca el valor de los alimentos, más conciencia tomará para resistir la tiranía mundial. El último invento de utilizar los alimentos como materia prima es verdaderamente horrible, sentenció.
En opinión del líder cubano se trata de la conciencia que el mundo toma sobre los temas actuales que afectan a la Humanidad. En su Reflexión “Regalo de Reyes” del 14 de enero de 2008, Fidel exponía lo siguiente: “Quien disponga de tiempo para leer y analizar las noticias que llegan por Internet, cables y libros, puede comprobar las contradicciones a que ha sido conducido el mundo”. En tal sentido, expone algunos ejemplos:
“En un artículo publicado por El País, órgano español de prensa bastante leído, se aborda el tema de los precios de los alimentos y el combustible. Suscrito por Paul Kennedy, profesor de Historia y director de Estudios Internacionales de Seguridad en la Universidad de Yale, uno de los intelectuales más influyentes en ese país. Éste afirma que «el petróleo es el mayor elemento de dependencia que tiene Estados Unidos respecto a fuerzas externas».
«A mediados del siglo XVIII, Gran Bretaña poseía la mayor industria de construcción de veleros del mundo. Sin embargo, al mismo tiempo que sus astilleros lanzaban cientos e incluso miles de veleros al año, unos inventores ingleses estaban creando la máquina de vapor, que producía enormes cantidades de energía garantizada por los yacimientos especialmente bituminosos del sur de Gales. El motor de vapor y el carbón impulsaron el desarrollo del imperio británico durante otros 150 años.»
Más adelante señalaba el punto de vista que más nos interesa: la interconexión cada vez mayor entre el petróleo y los alimentos. Las razones son bien sabidas: la enorme demanda energética de las grandes economías asiáticas y la incapacidad de los más ricos (Estados Unidos, Japón y Europa) de reducir su consumo.
«Pero la demanda mundial de soja también está disparándose, debido sobre todo al aumento del consumo en Asia. Las decenas de millones de cerdos que hay en China devoran una increíble cantidad de soja al año. Los precios futuros de la soja son un 80% superiores este año (diciembre de 2007) a los del año pasado (2006).»
«Nadie puede estar seguro, pero lo lógico es que el crecimiento continuo de la población mundial y el aumento de las rentas reales para más de 2.000 millones de personas en los últimos años se traduzcan en una demanda cada vez mayor de proteínas -más carne de vacuno, más cerdo, más pollo, más pescado- y, por tanto, más cereal para alimentar a los animales.».
El 23 de enero Fidel Castro expone aspectos de su reciente encuentro con Lula en el que destaca el artículo de Paul Kennedy sobre la interconexión entre los precios de alimentos y petróleo. “Tú eres productor de alimentos, le añadí, y además acabas de encontrar importantes reservas de crudo ligero. Brasil posee 8 millones 534 mil kilómetros cuadrados y dispone del 30 por ciento de las reservas de agua del mundo. La población del planeta necesita cada vez más alimentos, de los cuales ustedes son grandes exportadores. Si se dispone de granos ricos en proteínas, aceites y carbohidratos que pueden ser frutos, como la semilla del marañón, la almendra, el pistacho; raíces, como el maní; la soya, con más del 35% de proteína, el girasol; o cereales, como el trigo y el maíz , es posible producir la carne o la leche que desees. No mencioné otros de la larga lista.”
“Ustedes tienen ahora las dos cosas: suministro seguro de combustible, materias primas alimenticias y alimentos elaborados. Se proclama ya el fin de los alimentos baratos. ¿Qué harán las decenas de países con muchos cientos de millones de habitantes que no cuentan con una cosa ni otra?, le expreso. Ésto significa que Estados Unidos tiene una enorme dependencia externa, pero a la vez un arma. Será echando mano de todas sus reservas de tierra, pero el pueblo de ese país no está preparado para eso. Ellos están produciendo etanol a partir del maíz, lo cual provoca que retiren del mercado una gran cantidad de ese grano calórico, continué argumentándole.”
El 8 de marzo en su reflexión “La visita de Chávez” Fidel destaca, “El simple intercambio, cada vez más desigual, aplasta a las economías de muchos países de Latinoamérica. Algunos en África son productores de petróleo; otros de café y cacao; unos atraen como la miel el capital de las transnacionales; otros la deuda y sus altos intereses; y todos sufren el azote del precio creciente de los alimentos”. De esta manera Fidel Castro ya había pronosticado la actual crisis mundial alimentaria.