2010: el año de la militancia

Para la juventud, los trabajadores, los artistas, los intelectuales y los periodistas, el 2010 fue el año del compromiso y la revalorización de las ideas políticas, por eso, nunca antes recibimos un año nuevo con tanta expectativa y esperanzas como el 2011.

Hay un señor que se llama Cobos…¿no?

Este año no se planteaba para nada fácil. Veníamos de que la oposición a la Argentina y los carcamanes editorialistas de Clarín y La Nación pusieran fecha de caducidad al proyecto nacional, popular y democrático.

Mientras Mariano Grondona, como si estuviesen en las tertulias golpistas que organiza en su piso de Av. Libertador, le recordaba a Hugo Biolcati de la existencia de un señor Cobos, soñando en vos alta con la asunción del gafe mendocino en reemplazo de Cristina.

Sabemos lo que hizo la derecha el verano pasado

Luego del revés electoral del gobierno en la elecciones legislativas del 2009, la envalentonada salida de la crisis política sorprendió a propios y extraños.

El tratamiento y posterior aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Asignación Universal a la Niñez permitieron retomar la iniciativa y hacer prever un 2010 clave para definir el rumbo del país.

Pero el año parecía comenzar con la pelota en el campo rival, con un petit golpe de mercado comandado por el recoleto Martín Redrado, impidiendo a la Presidenta la legítima utilización de las reservas del Banco Central, en lo que sería el primer acto de una tragicomedia de enredos en la que se sumergió la oposición durante todo el 2010.

2010, el año que hicimos contacto

¿Quién podía, en ese contexto, sospechar que el año del Bicentenario sería recordado como el año donde la participación política volvió a legitimarse?

Quizás podamos encontrar algunas respuestas no solo en las medidas acertadas del gobierno, sino principalmente en la fuerza brutal de la antipatria.

Porque es cuando Clarín miente crónicamente, cuando el establishment financiero festeja con la oligarquía agro-exportadora la muerte de Néstor Kirchner, cuando buscan desprestigiar a la Presidenta diariamente, queriendo quebrar la ligazón entre el pueblo y el gobierno, es cuando aparece este auge la de militancia.

Por que como dice Jorge Rivas, si hay algo que nos seduce del kirchnerismo, son sus enemigos.

Las ideas no se manchan

Y si hay algo que aterra el conservadurismo, es el debate de ideas. Ya sin libreto, acorralado, pudimos ver como se descajeta. Como lo demostró la aprobación de la Ley de matrimonio igualitario.

Y fue el año de la aparición de un pueblo pacifico y participe en los festejos del Bicentenario, dando una vuelta definitiva de página a aquel Centenario oligárquico y represivo.

Y cuando nos lamentábamos una, cien, y treinta mil veces por la falta de cuadros políticos para sostener el proyecto nacional y popular en el tiempo, florecieron mil flores. Porque este, repentinamente, también fue el año de la juventud.

La “objetividad” es la subjetividad dominante

Los comunicadores también podemos levantar este año la copa por lo que nos toca. Porque este fue también el año del periodismo militante. Porque el argumento de la supuesta “objetividad del periodismo” fue desenmascarado como lo que es, la quinta columna del pensamiento único liberal.

Porque donde dice “objetividad periodística” debería decir “subjetividad dominante”.

¿Porque cuando un periodista coincide honestamente en sus opiniones con este proyecto de país somos “vergonzosos”, según palabras Pepe Eliaschev y Jorge Lanata, pero cuando ellos lo combaten, muchas veces por intereses económicos, son “neutrales” y “objetivos”?

El espíritu de la época, los nuevos vientos que soplan. Porque cuando desde la política se proclamaba que “si hubiera dicho lo que iba a hacer nadie me votaba”, el periodismo tenía su tránsfuga correlato.
Pero si alguien proclama que “no vine a dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada”, ningún periodista puede dejar las suyas en la puerta de las redacciones.

Tenemos derecho como comunicadores a ejercer nuestra subjetividad plenamente.

Y la clase media fue interpelada como nunca

Porque los artistas se pusieron la camiseta y salieron a la cancha. Hasta el Indio Solari levanto las banderas.

Porque entre los intelectuales ya casi no quedan nihilistas ni escépticos, y la esperanza se ha convertido en la herramienta más combativa del pensamiento crítico.

Pero en este año que termina, no podemos dejar pasar un elemento central: el amor. Volvimos a hermanar a esta palabra con la política.

Amor a los que no están, a los que pasaron a formar parte del comando celestial, a los que siguen luchando, a los compañeros, a los desprotegidos, al pueblo, y a nuestra Presidenta, la que nos enseño esto del amor en la política mejor que nadie, porque el amor es la forma en la que pensamos nuestra práctica militante.

Por un 2011 lleno de victorias para nuestro pueblo argentino y latinoamericano.

Y porque te recordaremos por siempre querido compañero. Salud.

*Periodista, Gerente de Medios Gráficos de Telam

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