PASO empatada, ¿balotaje en octubre?

Una primera lectura de las elecciones bonaerenses: el kirchnerismo y los techos, la estrategia cambiemita, la batalla que se viene y los resultados de los principales distritos.

A las 7 de la mañana el recuento provisorio de la elección en la provincia de Buenos Aires marca que, con el 95,68% de las mesas escrutadas, existe un empate técnico entre Cambiemos y Unidad Ciudadana. 6.915 votos separan a Esteban Bullrich de Cristina Kirchner. ¿Podemos hablar con el diario del lunes cuando el resultado de estas PASO se va a decretar en el escrutinio definitivo? Puede intentarse.

 

Amén de las cargas que faltan en Buenos Aires, se puede decir que Cambiemos es la primera fuerza nacional, y es algo lógico porque se presenta en 23 de las 24 provincias. Sin embargo, esto por el momento no se puede considerar una victoria ya que nada está dicho en suelo bonaerense.

 

El gobierno festejó cuando la tendencia lo favorecía con claridad. Con Bullrich cinco puntos arriba trató de dar por cerrado el asunto. Con el correr de las horas las performances se emparejaron y la polémica sobrevino cuando se ralentizó el escrutinio, hasta congelarlo.

«Las PASO son por definición el primer veredicto sobre la estrategia adoptada. En base a ella cada candidato confirma el rumbo tomado o recalcula algunos de sus elementos. Teniendo en cuenta esto, se pueden hacer algunas preguntas»

En Arsenal de Sarandí el clima pasó de la bronca a la expectativa, para finalizar en la épica. Fue en eso cuando CFK habló, bien entrada la madrugada, adjudicándose la victoria. “Dos de cada tres bonaerenses no votaron por candidatos, sino en defensa propia”, aseguró para marcarle al gobierno que el mensaje de las urnas fue reencauzar la política económica. Sin dudas, dio el puntapié inicial de la campaña para octubre.

 

Antes de eso, reconocieron sus magros resultados Sergio Massa –uno de los grandes perdedores de la jornada– y Florencio Randazzo. El tigrense quedó debajo de las mediciones menos auspiciosas. El ex ministro, que comenzó sin techo, finalmente encontró un piso bajo.

 

Algunos datos, lecturas preliminares
Foto: Infobae

En primer lugar hay que dar cuenta de unos datos duros. Si se comparan estas PASO con las de 2015, puede decirse que el peronismo mantuvo su caudal electoral de 40 puntos –21% Aníbal y 19% de Domínguez, frente al 34,11% de CFK y 5,89% de Randazzo–. Cambiemos pasó del 30 al 34% y el massismo bajó del 20 al 15%.

 

Con los números provisorios, Cristina Kirchner se impone en su Tercera Sección por 337 mil votos. Bullrich lo hace en el resto. En la Primera, por 58 mil sufragios. En la Quinta, por 153 mil votos. Sin embargo, la demora en la actualización de datos en distritos cruciales como Moreno, Malvinas Argentinas, General Pueyrredón o La Plata hace que la expectativa y la incertidumbre no cesen. Las diferencias se achicaban o ampliaban de a cientos de votos.

 

Las PASO son por definición el primer veredicto sobre la estrategia adoptada. En base a ella cada candidato confirma el rumbo tomado o recalcula algunos de sus elementos. Teniendo en cuenta esto, se pueden hacer algunas preguntas.

 

El gobierno corrió de atrás durante la campaña y achicó al final porque Vidal se la puso al hombro y le habló a los indecisos. Aunque los números lo den como ganador, en los hechos no lo es por la diferencia exigua. ¿Continuará el impulso vidalista? En este punto, los mejores posicionados pueden crecer a expensas de los actores de reparto. ¿Crecerá el gobierno licuando a Massa?

«Todo indicaba que Cambiemos apostaba a una balotajización de las elecciones de octubre. El resultado de ayer parece confirmar esta intención»

El problema del kirchnerismo en los últimos tiempos ha sido el de los techos. Cristina alcanzó el suyo muy prontamente. ¿Podrá perforarlo a expensas de Randazzo? ¿El tigrense mantendrá sus votos o sufrirá una sangría cómo la de De Narváez en 2013? Con sus casi 6 puntos, ¿el chivilcoyano demostró su valía y la necesidad de una interna o será como Sabbatella en 2009?

 

Por otro lado, participó el 77% del padrón bonaerense. ¿Habrá un porcentaje mayor en octubre? Si hay incremento en la participación, ¿se beneficiará Cambiemos?

 

Por último, a falta de logros económicos palpables, el gobierno decidió plebiscitarse en contraposición con el “pasado”. La esperanza se medía contra la bronca y el desinterés. Todo indicaba que Cambiemos apostaba a una balotajización de las elecciones de octubre. El resultado de ayer parece confirmar esta intención. ¿Se polarizará el comicio que vendrá, dando una segunda vuelta de hecho?

 

En los distritos del Gran Buenos Aires
Foto: Infobae

A excepción de San Martín, Hurlingham, Ituzaingó y Quilmes, prevalecieron los oficialismos locales. En Pilar, si bien la candidata más votada fue la del oficialismo de Nicolás Ducoté, Unidad Ciudadana fue el frente más votado, ya que tuvo una interna de cuatro listas en la que se impuso Federico Achával.

 

Los intendentes randazzistas sufrieron una dura derrota. En Hurlingham, Cumplir logró el 5% de los votos, lejos del piso para obtener concejales. En San Martín apenas se pudo superar esa barrera. Ambos intendentes salieron cuartos. En Bolívar, a “Bali” Bucca le fue un poco mejor, aunque fue derrotado por Cambiemos. Premio consuelo para Randazzo: ganó en todas las categorías en su pago chico, Chivilcoy.

 

Cambiemos arrasó en San Isidro y Vicente López, obteniendo claras victorias en San Miguel, Tres de Febrero y Morón; ganó ajustado en Lanús y dio batacazos en Ituzaingó, Hurlingham y San Martín. Además, quebró el bastión massista: la elección en Tigre fue palo a palo entre Gisela Zamora y Segundo Cernadas, mil votos de diferencia. Finalmente, perdió en Quilmes frente al ahijado de Aníbal Fernández y, como se dijo, en Pilar frente a las cuatro listas de Unidad Ciudadana.

«El problema del kirchnerismo en los últimos tiempos ha sido el de los techos. Cristina alcanzó el suyo muy prontamente. ¿Podrá perforarlo a expensas de Randazzo?»

En el massismo, se dijo que en Tigre hubo una elección reñida que auspicia un final abierto. Lo que estos resultados arrojaron es que el paradigma de municipio massista se desplazó a San Fernando, donde Alicia Andreotti venció por ocho puntos a Alex Campbell.

 

Las encuestas fallaron –nuevamente– para Unidad Ciudadana. En aquellos distritos donde se esperaba estar por encima del 50% se hizo una buena elección, como en Merlo y La Matanza que se obtuvo un 45%.

 

Por último, un dato de segundo orden aunque interesante fueron las internas que se dieron en algunos distritos. Algunas, con final anticipable. Otras, algo más intensas, como la de San Miguel, en la que Franco La Porta se impuso a Bruno Baschetti en Unidad Ciudadana, o las de Florencio Varela –el candidato de Pereyra se impuso al de Sabbatella y La Cámpora, por un lado, y en Cambiemos Pablo Alaniz dio el batacazo ante Dardo Ottonello–. En Hurlingham, Lucas Delfino le ganó dentro de Cambiemos al candidato de Jorge Macri. Y en Malvinas Argentinas, el sobrino de Jesús Cariglino le ganó la interna macrista a “Albi” Czernikowski y a Rodrigo Valladares Macri, sobrino del presidente.

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