“Hoy hay un recambio generacional en la clase trabajadora”

Walter Correa, referente de la Corriente Federal de los Trabajadores, habla del paro, el acto del 7 y la estrategia que la CGT debe tomar con el gobierno. “El pollo no negocia con el cocinero”.
Foto: Georgina García | Zoom
Foto: Georgina García | Zoom

Poco más de una semana después de la marcha del 7 de marzo que culminó con miles de personas reclamándole a los dirigentes de la CGT una fecha para un paro general y continuó en las horas siguientes con acusaciones cruzadas e interpretaciones que fueron desde la defensa cerrada al triunvirato dirigencial hasta la invocación a una “revolución de las bases”, lo cierto es que finalmente la Confederación General del Trabajo puso la fecha y el 6 de abril se llevará a cabo un paro sin movilización en todo el país. Walter Correa es el secretario general del Sindicato de Obreros Curtidores y referente de la Corriente Federal de los Trabajadores, uno de los sectores internos de la CGT que con más insistencia viene reclamando un plan de lucha. Correa dice que el paro del 6 de abril “tiene que generar un antes y un después” y asegura que lo que se evidenció el 7 de marzo fue “una nueva clase trabajadora”. “Hay una clase trabajadora de treinta y cinco años de promedio, con dirigentes sindicales de más de ochenta”. Cree que la conducción de la CGT perdió legitimidad y pide convocar a un Confederal “para definir una estrategia de lucha”. Si bien afirma que la Corriente Federal de los Trabajadores nunca pensó en abandonar la CGT, critica la decisión del Triunvirato de abrir un canal de diálogo con el gobierno nacional. “El pollo no negocia con el cocinero”, grafica. Para Correa hoy existe “un combo letal para que la pequeña y mediana industria desaparezca” y habla de un recambio generacional también al interior de las pymes que empuja a los dueños a cerrar por temor a padecer lo mismo que sus padres o abuelos. “Nosotros hemos tenido empresarios en nuestro sector que en los ’90 se metieron un tiro en la cabeza”. En relación con las eleciones de octubre, el sindicalista, también concejal del FPV en Moreno, dice que “como militante me encantaría que Cristina fuera candidata” pero que “no le podemos pedir nada”, critica a Florencio Randazzo y a todos los militantes “que se tomaron un año sabático” y cree que para “revertir esta situación” hay que darle espacio a los “75 mil trabajadores y trabajadoras con responsabilidades sindicales a lo largo y a lo ancho de todo el país. Esos son los verdaderos representantes de los trabajadores”.

 

Desde la Corriente Federal de los Trabajadores fueron muy críticos con la decisión de no definir una fecha para el paro nacional durante la marcha del 7 de marzo. Ahora que finalmente se anunció el paro, y tras lo que pasó en aquella marcha, ¿creen que se abre una nueva etapa para la CGT y su relación con el gobierno nacional?

En principio, la convocatoria al paro es el resultado de un montón de compañeras y compañeros que a lo largo del 2016 y del 2017, orgánica e inorgánicamente, resistieron y confrontaron en todo el territorio nacional. Y eso se vio plasmado en el acto del 7 de marzo. Hay un colectivo que empujó al paro nacional. Después, una vez realizado el paro, lo que tenemos que lograr es que se genere una bisagra, un antes y un después, tanto para la sociedad en su conjunto, como también para el gobierno. Y para el seno de la CGT lo que planteamos es que hay una falta de representatividad, que se vio plasmada en el acto del 7, y que se tiene que resolver con un Confederal, que defina también cómo seguimos con el plan de lucha, y cuyo sustento sean los secretarios generales a nivel nacional.

 

¿Hay algo que pueda hacer el gobierno de acá al 6 de abril para evitar el paro?

En principio, como dijo Prat Gay, el trabajo sucio ya lo hicieron. Y eso fue hipotecar el futuro de los argentinos y argentinas a manos de los fondos buitre, de las corporaciones financieras, del Fondo Monetario Internacional. Ahora lo que van a tratar es de sostener las cuestiones de forma por medio de este gobierno o algún muleto que le sea funcional a la derecha. Pero ellos su gran trabajo ya lo han hecho y ahora lo que generan es políticas de coyuntura, nada más. A lo sumo matizarán un poco por el tema electoral, pero mucho no les importa. No van a cambiar porque a lo largo de la historia nunca cambiaron. Estas son las mismas políticas ortodoxas que usaron los gobiernos dictatoriales y los gobiernos conservadores a lo largo del tiempo en nuestro país.

 

¿Qué lectura hacen, como integrantes de la CGT, de la marcha del 7 de marzo y los hechos al final del acto?

Hay varias cuestiones. Me parece que en principio tenemos que dejar de lado la cuestión de los incidentes. Porque más allá de que fueron menores, no tienen que ser un factor que obnubile esa masa de medio millón de compañeros y compañeras que acudieron a la plaza. Me parece que estamos ante una nueva clase trabajadora. Una clase trabajadora que se generó en los últimos doce años, de acuerdo a la realidad de otra Argentina. Y que verdaderamente es una clase trabajadora empoderada, porque ha avanzado como clase paulatinamente en más de una década. Esta clase no tiene las vivencias negativas que tuvo la clase obrera anterior, por lo menos de la que yo fui parte en los ’80 y en los ’90. Es la clase del recambio generacional. Estamos hablando de una clase trabajadora de treinta y cinco años de promedio, con dirigentes sindicales de más de ochenta. Entonces se dio un combo de factores, donde esta clase se moviliza, se potencia y llega hasta a interpelar a sus propios dirigentes. Me parece que si no tenemos una lectura clara y concisa de esta situación vamos a tener los gestos erróneos que se tuvieron en la plaza por parte de los dirigentes, que con discursos abstractos y vacíos pretendían que esa masa de trabajadores y trabajadoras regresara a sus casas sin tener lo que habían ido a solicitar, que era la fecha del paro. Creo que tenemos que hacer un análisis contemporáneo a esta situación y actuar en consecuencia.

 

Foto: Georgina García | Zoom
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¿Fue equivocada la estrategia que llevó adelante la CGT?

Sí, la estrategia es equivocada y lo venimos sosteniendo a lo largo del tiempo. Lo hicimos en el Confederal del año pasado. Planteamos ya en ese momento un programa dogmático de 26 puntos, que de alguna manera haga contemporáneo, entre comillas, a La Falda, a Huerta Grande, a la CGT de los Argentinos, a los 26 puntos de Saúl Ubaldini. Y más allá del programa dogmático, lo que exigíamos ya en ese primer Confederal era un paro con movilización y un plan de lucha para detener las políticas de la oligarquía, que van en contra de los intereses de nuestros trabajadores. Lo que me parece es que hay cuestiones que se manejan en la superestructura, como el acto del 7 de marzo, y nosotros lo que tenemos que hacer es bajar la cuestión a un estado real. Y un estado real es cuando un dirigente hace una asamblea con los trabajadores en una fábrica y la mayoría de los compañeros te pide que tome una decisión, y el dirigente la tiene que tomar. Si nosotros vemos esto como una cuestión de superestructura estamos equivocados. A la marcha del 7 fueron 500 mil trabajadores pidiendo la fecha, no fue un grupo minúsculo. Uno como dirigente tiene que asimilar lo que dice su base. La base dijo tanto y habría que haber puesto la fecha del paro.

 

¿Por qué cree que no se puso la fecha ese mismo 7?

Son varios factores. Creo que fue falta de cintura política, falta de convencimiento, dudas, titubeos, por ahí el hecho de prorrogar una decisión. No interpretar esto, ¿no? Vuelvo a lo que comencé en esta charla, no interpretar a esta masa, no interpretar a esta nueva clase trabajadora. Esta clase trabajadora que te interpela.

 

¿Lo que pasó pone en cuestión el liderazgo del Triunvirato?

Al estar dentro de una orgánica nosotros queremos que funcione la orgánica, por eso queremos darle fuerza al Confederal. Lo que decimos es que la conducción de la CGT perdió legitimidad y frente a eso tiene que actuar el Confederal en carácter urgente. El Confederal es el que tiene que continuar con una estrategia de plan de lucha para que se terminen las políticas neoliberales que van en contra de los trabajadores.

“La conducción de la CGT perdió legitimidad y frente a eso tiene que actuar el Confederal en carácter urgente. El Confederal es el que tiene que continuar con una estrategia de plan de lucha para que se terminen las políticas neoliberales que van en contra de los trabajadores”

¿Cómo se conforma el Confederal?

Del Confederal participan todos los secretarios generales, a nivel nacional, que están confederados dentro de la CGT. O sea que la participación es amplia y masiva. Los interesante es que en el último Confederal, en agosto del año pasado, lo que se pidió fue un plan de lucha. De ninguna manera nadie, absolutamente nadie, habló de un bono de fin de año.

 

¿Eso quiere decir que el Triunvirato actuó por su cuenta?

Se tomaron decisiones pero que no eran parte del mandato que dio el Confederal. Por eso nosotros después del 7 lanzamos un comunicado, llamado “Ante el clamor de los trabajadores, donde en el punto número 2 decimos que se le dé participación al Confederal. Para que esa falta de legitimidad, ese vacío que hemos encontrado el otro día en ese acto, sea llenado por todos los secretarios generales de todo el país.

 

Foto: Georgina García | Zoom
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Algunos después del 7 de marzo dijeron «Con Moyano esto no hubiera pasado». Más allá de los nombres propios, usted parece coincidir con que existe un problema de liderazgo. ¿Eso tiene que ver la falta de una conducción unificada, con que falló el triunvirato como mecanismo?

Yo estoy plenamente convencido de que en el campo nacional y popular cuando se lucha, cuando se resiste y cuando se confronta ahí salen los liderazgos. Si accionamos y salimos a dar la pelea, ahí veremos a los líderes. Poner líderes por una cuestión de administración, por un tema de seguridad de un acto, no me garantiza un plan de lucha. No me garantiza que no deje de pasar lo que está pasando que es que todos los días están rajando a los compañeros de las fábricas, a los compañeros del Estado, que están persiguiendo a los docentes. Qué me garantiza un dirigente solo por el hecho de tener seguro un acto. Yo lo que quiero es que vayamos a un plan de lucha, que discutamos el plan dogmático que tiene la Corriente Federal de los Trabajadores. Me parece que son cuestiones de fondo. Tenemos que ejercer lo que en su momento hizo la CGT de los Argentinos, que fue un factor de congregación para todos aquellos compañeros y compañeras que querían luchar, resistir y enfrentar a un régimen como el que hoy tenemos.

 

¿En algún momento pensaron desde la Corriente Federal de los Trabajadores en la ruptura, en ir por otra estrategia por fuera de la CGT?

Vuelvo a repetir, nosotros lo que decimos es que ese vacío de contenido lo tienen que llenar todos los secretarios generales de todo el país. No tenemos una concepción rupturista. Consideramos que la CGT está mucho más allá de los dirigentes. Como dijo Juan Domingo Perón, es la fuerza que va a equilibrar el poder del capital. Es la fuerza y la herramienta que tenemos los trabajadores Y nosotros planteamos lo que planteamos desde adentro. Siempre fuimos con la misma posición. Si hay algo que siempre hicimos desde la Corriente fue mantener en tiempo y espacio nuestra posición. Desde adentro consideramos que los diálogos que se están realizando con el gobierno son abstractos, no sirvieron para nada. Todos los compromisos del bono de $2000 no fueron cumplidos por la patronal. No despedir a los compañeros tampoco. Así que me parece que es un diálogo estéril. Esto lo digo a título de organización sindical, no como Corriente: nosotros consideramos que el pollo no negocia con el cocinero.

“Desde adentro consideramos que los diálogos que se están realizando con el gobierno son abstractos, no sirvieron para nada»

¿Cómo está la situación dentro del sector que representa su sindicato?

Yo soy el secretario general de la Federación del Cuero, y dentro de la Federación tenemos los compañeros de la manufactura de cuero y los compañeros marroquineros. A lo largo de estos doce años de gobierno nacional y popular se llegaron a proteger casi 20.000 artículos de manufactura de cuero. En un año y pico esta protección, por acción u omisión, desapareció. Hoy lo que tenemos es muchos empresarios del sector que se transforman de exportadores en importadores. Porque sí hay una facilidad explícita en la importación. Si un ciudadano común puede, vía internet, comprarse un par de zapatillas y se los traen a las 72 horas a su casa, mucha más facilidad tiene un industrial. Además de que no hay controles. La vez pasada estábamos viendo que están trayendo el calzado de Brasil sin suela. ¿Por qué viene sin suela? Porque viene la capellada sola y la capellada sola no viene un solo par, vienen seis pares, y acá se le pone la suela. Estas son las cosas que están pasando y que el gobierno mira hacia el costado. Y con respecto a la pequeña y mediana empresa de la industria más pesada que es la curtiembre, nosotros tenemos, por la característica de la industria, mucho consumo de energía. Hoy tenemos grandes deudas por parte de las pymes porque no pueden pagar los tarifazos. Y estamos también ante un recambio generacional de las pymes, No son los mismos patrones que en los ’90 iban a las mesas de dinero, hipotecaban, reventaban los seguros de los autos, reventaban los cheques. Nosotros hemos tenido empresarios en nuestro sector que en los ’90 se metieron un tiro en la cabeza. Ahora tenemos una nueva generación de pymes donde en estos doce años no les fue mal, entonces lo que hacen es automáticamente cerrar la fábrica para conservar el capital porque no quieren padecer lo que padecieron sus padres o sus abuelos. Esto lo que hace es potenciar los cierres de fábricas. Hay un combo letal para que la pequeña y mediana industria desaparezca.

 

¿Cómo ve el panorama electoral de cara a octubre?

Más allá de mi tarea como secretario general del gremio soy concejal por el Frente para la Victoria en Moreno. Conozco lo que pasa en el conurbano bonaerense porque soy parte, vivo en un barrio. Me parece que, como dice la compañera Cristina, tenemos que despojarnos de mezquindades y traccionar todo un frente nacional y popular para que en las urnas podamos derrotar a este gobierno de la oligarquía. Hay que resistir, hay que confrontar, hay que ser oposición. Y después en las urnas también tenemos que unificar todo el campo nacional y popular para derrotarlos.

 

Foto: Georgina García | Zoom
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¿Y ve que se están despojando de mezquindades los dirigentes o todavía priman otras cuestiones por sobre la unidad?

Con los dirigentes todavía tenemos muchos pavos reales. Tenemos muchos que consideran que están más allá de la situación y que no tienen una visión colectiva sino una visión personal. Pero en el llano no tenemos diferencias. La masa, esos 500 mil trabajadores que fueron al acto de la CGT te puedo asegurar que ninguno es un pavo real y su interés es colectivo. Esos 500 mil compañeros, como muchos de los que somos parte, no se tomaron un año sabático, ni miraron las encuestas, ni ostentaron operaciones de prensa como muchos.

 

¿Lo dice por Florencio Randazzo?

Lo digo por muchísimos. Por muchos compañeros y lo digo también por Randazzo. Muchos militantes se tomaron un año sabático, y la verdad es que nosotros estamos peleando desde el 11 de diciembre.

 

¿Cree que Cristina va a ser candidata del peronismo en la provincia?

Me parece que como militantes a Cristina no le podemos pedir nada porque ha dado montón de cuestiones a favor de nuestro pueblo. A mí sinceramente me parece que Cristina es una dirigente legítima, es una conductora y obviamente que como militante me encantaría que Cristina fuera candidata. Deseo que sea candidata. Pero como un soldado voy a respetar su decisión.

 

Que la conducción actual de la CGT esté representada en un triunvirato tiene que ver con un proceso de unidad que deviene de lo que fue la fragmentación de la Central durante los últimos años del kirchnerismo. ¿Qué balance hace del sindicalismo durante esos años?

En principio lo que te puedo decir es que no hay revolución peronista sin los trabajadores. Y me parece que esa concepción clara y concisa la han asimilado todos. Hoy, en esta coyuntura, en esta situación. La asimilaron muchos compañeros y muchas compañeras que hoy saben que no hay proceso sin los trabajadores. Hoy tenemos 75 mil trabajadores y trabajadoras con responsabilidades sindicales a lo largo y a lo ancho de todo el país. Me parece que esa gran masa son los verdaderos representantes y conductores de los trabajadores. No los diez pavos reales que aparecen en los medios masivos de comunicación sino esa masa. Sin esa masa no hay revolución peronista posible. Y me parece que cualquiera que quiera revertir esta situación que está imperando desde la oligarquía tiene que darle espacio a esos 75 mil compañeros y compañeras.

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