Fernando “Chino” Navarro: “La unidad no puede estar subordinada a una persona o a un partido. Es la unidad de todos”

Para el dirigente la movilización que unió a la CGT y la CTEP fue "histórica” y afirma: “no hay que caer en la trampa de una confrontación macrismo/kirchnerismo. Eso achica la cancha”.
Foto: Alejandro Santa Cruz | Zoom
Foto: Alejandro Santa Cruz | Zoom

El viernes pasado una movilización multitudinaria reunió frente al Congreso a la CGT y a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). El eje de la marcha fue el reclamo por la Ley de Emergencia Social, que veinticuatro horas antes obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores y ahora espera su turno en Diputados. El legislador bonaerense y referente del Movimiento Evita, Fernando «Chino» Navarro, fue el único político que integró el palco donde el viernes confluyeron, por primera vez, dirigentes del sindicalismo organizado con representantes de movimientos sociales y trabajadores informales. Apenas unas horas después de la movilización, Navarro conversó con Zoom y la definió como «histórica». Para el diputado, fue «un mensaje claro al presidente Macri de que debe modificar el rumbo de su gobierno» y supuso, a su vez, un gesto de unidad con resonancias electorales. Si bien cree que la ley «no es la panacea», afirma que es un pequeño paso «en pos de frenar el ajuste» ya que, según Navarro, «nuestro pueblo no soporta dos años y medio más de un gobierno donde sube la pobreza». En ese sentido, considera que al escenario actual «no hay que diagnosticarlo ni comentarlo, sino frenarlo como se pueda» y, de cara a 2017, asegura que la unidad de la oposición «debe ser con todos» y que «no hay que caer en la trampa que nos proponen de una confrontación macrismo/kirchnerismo», porque eso «achica la cancha». Frente a las críticas que señalan que su organización garantiza la gobernabilidad, dice que “este es un gobierno democrático que tiene derecho a gobernar» y que la política de la agrupación supone «rendir cuentas» con los sectores que representan. «No podemos hacer oposición testimonial». Además, define como «desafortunado» al comunicado que emitió La Cámpora rechazando la convocatoria («debe ser la primera vez en la historia que una organización popular convoca a que no se vaya a una marcha popular»), pero afirma que los diputados camporistas se comprometieron a acompañar la ley en el Parlamento y se muestra convencido de que en el futuro inmediato se logre una confluencia con sectores hoy enfrentados. «No me imagino a esos compañeros siendo funcionales a Macri».

 

¿Qué balance hacen de la movilización?

Fue una movilización histórica. Nunca se había dado en la calle una confluencia entre trabajadores sindicalizados, expresados en la CGT, y organizaciones sociales formadas por trabajadores de la economía popular o directamente por trabajadores sin trabajo. En lo inmediato confluimos en torno a un mismo objetivo, que es la Ley de Emergencia Social. Pero además la movilización implicó un mensaje claro al presidente Macri de que debe modificar el rumbo de su gobierno, de que no puede seguir ajustando y empobreciendo. Por supuesto esto es un paso. A veces tenemos tendencia a enamorarnos de la jugada, la pisaste, hiciste un caño pero el partido sigue. Esto es un paso de un largo camino que implica construir una Argentina justa donde no haya pobres, donde podamos rediscutir un modelo económico cuyo objetivo sea el bien común.

 

La Ley de Emergencia Social tuvo media sanción en el Senado pero se avizora un panorama más complicado en Diputados. Incluso se habla de la posibilidad de que el presidente la vete en caso de resultar sancionada. ¿Qué pasaría si no se aprueba o se veta?

La primera vez que se charló la ley en el Senado, que fue a principio de año, logramos reunir dos o tres senadores. La segunda vez logramos que tres senadores la presenten. Juan Manuel Abal Medina, Teresita Luna y Jaime Linares. Dos compañeros del peronismo, del Frente para la Victoria, y Jaime Linares del GEN. Previamente hubo una marcha, el 7 de agosto, donde más de 80.000 compañeros, representativos en su mayoría de esta economía popular, marcharon de San Cayetano a Plaza de Mayo. Después, cuando presentamos la ley, nos decían “sí, pero no va a salir, la van a cajonear”. Y no solamente se la trató sino que se firmó un dictamen con más de treinta senadores y fue votada por más de cuarenta. La mitad del camino ya está logrado, un poco más de la mitad. Se presentó, se aprobó en senadores, falta la otra media sanción. Nunca dijimos que iba a ser fácil. Si eso se logra, que es difícil, tenemos la amenaza del veto, pero para que Macri la pueda vetar primero tiene que haber ley. Sabemos que [Federico] Pinedo, por lo menos hasta esta ultima hora, no había girado la ley, con lo cual ya nos obliga a ir a una sesión especial o intentar acordar con los demás sectores de la oposición una serie de leyes que sí o sí hay que tratar y planteársela al gobierno. Nosotros contamos ahora con el respaldo de un acto histórico pero también multitudinario, y con ese respaldo vamos a intentar acordar un mecanismo común. A principio de año decíamos que la unidad se empieza a gestar en la calle, en la lucha, y esto nos marca que estamos en un camino correcto, que es perfectible, que no es ideal, porque la ley no es la panacea ni va a resolver todos los problemas. Pero son lentos pasos que vamos dando en pos de frenar el ajuste.

“La movilización implicó un mensaje claro al presidente Macri de que debe modificar el rumbo de su gobierno, de que no puede seguir ajustando y empobreciendo”

¿Esta unidad es coyuntural alrededor de la ley o piensan en otras acciones conjuntas en el corto o mediano plazo?

¿Estás pensando en lo electoral?

 

Foto: Alejandro Santa Cruz | Zoom
Foto: Alejandro Santa Cruz | Zoom
No necesariamente pero es parte de lo que se viene.

Y ni siquiera es mediano plazo, es dentro de siete meses. Es un lugar que vamos a llegar, más rápido que más despacio. Nosotros creemos que la unidad debe ser con todos. Queda claro que lo que somos no alcanza aunque hay algunos requisitos que deben configurar esa unidad. Primero, un programa claramente opositor a Macri. Segundo, dejar en claro que la unidad no puede estar subordinada a una persona, un partido, a una candidatura. Es la unidad de todos. Y en el marco de ese todos se deben dirimir las cuestiones formales de lo electoral. Pero para que el triunfo no sea solo electoral, tiene que haber un volumen político como para que el triunfo sea también político. Porque triunfar electoralmente con un programa lavado o neomacrista es más de lo mismo. Nuestro pueblo no soporta dos años y medio más de un gobierno donde sube la pobreza, donde no se puede bajar la inflación, donde sube el desempleo, baja el consumo, la inseguridad es un tema que no pueden resolver, donde nos están endeudando en una forma similar a los ’90 o a Martínez de Hoz. Todo esto hay que frenarlo. No hay que diagnosticarlo ni comentarlo, hay que frenarlo como se pueda, con las condiciones que da esta realidad, entendiendo que venimos de la crisis que genera una derrota luego de doce años de gobierno, donde reivindicamos todo lo bueno que hicimos, pero también sabemos que tenemos que hacernos cargo de los errores y de lo que no hicimos. No hay que caer en la trampa que nos proponen de una confrontación macrismo/kirchnerismo. Eso no es sano, eso achica la cancha, eso es jugar en el círculo central. Necesitamos jugar usando los laterales, porque en ese barullo de la mitad de cancha, con todos los jugadores amontonados, la pelota nunca cae. Y necesitamos que la pelota caiga y que corra.

 

¿Cómo recibieron el comunicado de La Cámpora?

Con sorpresa. Creo que fue desafortunado. Debe ser la primera vez en la historia que una organización popular convoca a que no se vaya a una marcha popular. Y cuando hay marchas populares no todos vamos, a veces podemos no ir, pero vos no salís a desalentar que no se vaya. La crítica no nos sorprende, sino la convocatoria a no ir. Pero bueno, todos cometemos errores. Estamos en un momento complejo porque la derrota nos genera confusión, nos quita claridad y nos hace estar más pendiente de la parte que del todo. Estoy hablando de La Cámpora pero también del Evita. Nosotros también hacemos disparates, decimos cosas erróneas. Lo importante es que las podemos rectificar en la práctica. Por eso siempre insistimos en que la unidad es en la calle, y toda pelea, por más que quizás no sea la mejor, o la más estratégica, como dicen algunos compañeros, hay que darla. Porque si sale la Ley de Emergencia Social, aunque los compañeros de La Cámpora tengan razón, que creo que no la tienen, pero supongamos que tienen razón, es un pequeño paso adelante para millones de argentinos que la están pasando muy mal y que no tienen tiempo para que nosotros tengamos debates teóricos sobre cuál es el camino. Lo importante es estar. Y en la práctica se acierta y se erra.

«Nosotros tenemos nuestra forma de hacer política. Construimos una fuerza y tenemos que rendir cuentas. No podemos hacer oposición testimonial»

Lo que un sector del kirchnerismo señala es que el Movimiento Evita y la CGT hoy actúan como garantes de la gobernabilidad del macrismo, y que leyes como la de Emergencia Social son paliativos que sostienen este modelo económico en lugar de combatirlo. ¿Qué responden a esas críticas?

A ver, este es un gobierno democrático, por lo tanto tiene derecho a gobernar. Lo que no tiene derecho es a quitarnos los derechos que hemos logrado en décadas y los que se construyeron en los últimos doce años. Eso no hay que permitírselo. Pero no permitírselo no es solamente ir al Parlamento con una cantidad importante de diputados para decirlo y quedarse con la tranquilidad de que uno lo dice. A eso hay que adosarle otro tipo de acciones. Por eso nos parece que lo mejor que el pueblo ha construido en nuestra patria ha sido en la calle. Gobernabilidad significa que gobiernen, porque para eso los eligieron. Pero nosotros no vamos a avalar ni hemos avalado medidas que atenten contra los intereses de los sectores populares. Y además de no avalarlas, tenemos que buscar la forma de frenarlas. Lo que también creemos es que una situación, como alguna vez se evaluó a principio de año, de que se iban en helicóptero, para nosotros es una caracterización pésima. No se entendía ni por qué, ni con quién habíamos perdido. Tras una crisis institucional, para nosotros, lo que viene es más derecha. No hay una organización popular que hoy tome la posta y lleve a esta Argentina a una situación de crecimiento. Con lo que pasa en la región y en el mundo está claro que se sale con más derecha. Y más derecha es represión, es más pobreza. Y yo no quiero que nuestro pueblo sufra lo que sufrió en el 2001. Por supuesto tampoco quiero que llegue al 2001 de una forma gradual en diez años. Por eso nos parece que la unidad se tiene que expresar en las futuras elecciones, para ir y frenarlo, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.

 

Foto: Alejandro Santa Cruz | Zoom
Foto: Alejandro Santa Cruz | Zoom
¿Por qué creen que se emitió ese comunicado?

No sé. Yo tengo mucho respeto por La Cámpora y mucho aprecio por la mayoría de sus compañeros. Dialogamos permanentemente. Ayer algunos compañeros nuestros estuvieron reunidos con compañeros de ellos por el tema parlamentario, y ellos nos garantizaron que, más allá del comunicado, van a acompañarnos en el Congreso. A veces los comunicados, lo que uno dice, es eso, un momento. Uno hace balances sobre plazos más amplios. Lo concreto es que nosotros elegimos un camino en función de que representamos a sectores socialmente muy castigados, que venían castigados de antes, porque la pobreza no empezó el 10 de diciembre de 2015, ni tampoco la economía popular. Nosotros le planteamos a Scioli la creación de un Ministerio de Economía Popular. Lo que estamos planteando en la Ley de Emergencia Social es lo que queríamos hacer con Scioli si ganaba, no es que lo descubrimos ahora. Y después fuimos tomando acciones políticas tendientes a construir puentes. Por ejemplo, nosotros con la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie hasta el 10 de diciembre teníamos todas diferencias. Hoy también tenemos diferencias pero tenemos en común que los compañeros de ellos y los nuestros tienen la misma situación: perdieron la changa, no tienen a veces para comer, el Estado les da la espalda. ¿Qué es mejor, seguir peleándonos a ver quién tiene razón sobre determinado proceso histórico, o aunar fuerzas para defender a nuestros compañeros?

«Nosotros también hacemos disparates, decimos cosas erróneas. Lo importante es que las podemos rectificar en la práctica»

Ahí pareció haber una suerte de inversión. Porque hoy están cerca de agrupaciones con las que tenían diferencias hasta el 10 de diciembre pasado y desencuentros con quienes solían ser aliados.

Te vuelvo a repetir, ayer Leo Grosso estuvo reunido con importantes diputados de La Cámpora. Tratamos de invitar a La Cámpora a la marcha, antes del comunicado. Estamos abiertos a dialogar y hacer acciones comunes con todos. Ahora, si hay compañeros que nos insultan, nos agravian, tampoco tenemos problema en sentarnos a charlar, pero después de que me insultás, bueno, perfecto, argumentame, y, sobre todo, veamos qué podemos hacer juntos en función de otras coincidencias que tenemos. Pero bueno, nosotros tenemos nuestra forma de hacer política. Te repito, no es perfecta, teníamos una obligación que es ser consecuente con los compañeros que representamos, Construimos una fuerza y tenemos que rendir cuentas. No podemos hacer oposición testimonial. Tenemos que trabajar para ver de qué forma tratamos de resolver cuestiones dramáticas. Hablamos con los intendentes, con los gobernadores y hablamos con los funcionarios nacionales. Una especie, entre comillas, de paritaria. Confrontamos y negociamos. En función de esos intereses, no de ninguna candidatura, ni una referencia que son, nos parece. cuestiones secundarias hoy. Lo principal es construir la unidad y con algunos compañeros lo estamos haciendo. No me cabe duda de que con muchos compañeros que hoy nos cuestionan vamos a confluir, porque el objetivo es el mismo. No me imagino a esos compañeros siendo funcionales a Macri.

 

Muchos dirigentes hoy hablan de la necesidad de unir al peronismo pero esa unidad, dependiendo del interlocutor, tiene algunos límites. Para algunos incluye, por ejemplo, al Frente Renovador o a la totalidad de los gobernadores, y para otros no. ¿Ustedes cómo entienden esa idea de unidad?

Todos. En el peronismo y fuera del peronismo. Todos los que, obviamente, estén dispuestos a elaborar un programa clara y contundentemente antimacrista. Y cuando digo antimacrista, digo anti políticas de Mauricio Macri. Todos. Pero primero discutamos un programa. Si la discusión va a ser quién es el jefe del frente, quién va a ser el candidato, ahí arrancamos mal.

 

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