Víctor Santa María: “No hay que hacer política defendiendo a Cristina, sino pensando en la gente, que es la mejor manera de defenderla»

El gremialista y titular del PJ porteño habla de la reorganización kirchnerista, la CGT y el escenario post 2015.
Foto: Georgina García | Zoom
Foto: Georgina García | Zoom

Víctor Santa María es el secretario general del Suterh y presidente del Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires. En esta entrevista con Zoom habla de los encuentros que diferentes dirigentes, entre ellos él, llevaron a cabo en las últimas semanas en la zona oeste del Gran Buenos Aires con el objetivo de reorganizar el espacio kirchnerista de cara a 2019. Santa María destaca que se trata de reuniones donde “todos nos sentamos a una misma mesa en igualdad de condiciones” y donde no hay una conducción férrea de ningún espacio interno sino “un liderazgo fuerte que es el de Cristina”. Reconoce que entre los participantes todavía hay “desconfianza por lo que fueron las anteriores conducciones” y que los une “no el amor sino el espanto” a Macri. “El objetivo es tratar de construir una fuerza política”, asegura. En ese sentido, no descarta tender puentes con otros sectores que hoy no forman parte de esta convocatoria y afirma: “El límite en la política son las ideas, no las personas”. Con respecto a la Ciudad de Buenos Aires, ve “difícil, casi imposible” un acercamiento hoy con Martín Lousteau, dice que el Frente Renovador no es el enemigo y critica a la estrategia de La Cámpora en el distrito a la que califica de “bipolar”. Además, explica qué pasó con Interacción, la ART denunciada por la Superintendencia de Seguros por un déficit millonario, argumenta por qué la CGT no convoca por ahora al paro nacional y, tras la compra de Página/12 por parte del Grupo Octubre, hace un balance de la estrategia de medios del kirchnerismo. “Fue una construcción equivocada”.

 

Analizando estos encuentros que se dieron en el oeste del Gran Buenos Aires queda la impresión de que hoy el kirchnerismo, de cara a lo que viene, parece querer darle voz a sectores que hasta hace poco estaban más bien relegados de la toma de decisiones y del diseño de la estructura electoral. ¿Es así?

Sí, comparto. Hubo un cambio objetivo: hace diez meses estábamos en el gobierno y había una impronta política en la cual todos los espacios políticos del peronismo y del kirchnerismo aceptábamos una conducción desde el punto de vista táctico y estratégico. Hoy la realidad política cambió. Somos oposición, tenemos otro rol y como tal tenemos otra función. Por eso aparecen muchas organizaciones, espacios políticos de discusión, más críticos, menos críticos, y todos nos sentamos a una misma mesa en igualdad de condiciones. Todos somos una parte de algo y en esa parte de algo no hay una conducción, hay un liderazgo fuerte que es el de Cristina, que todos respetamos porque entendemos que es el líder político con mayor claridad a nivel nacional, tanto dentro como fuera de nuestro espacio, y que además tiene un fuerte reconocimiento de parte de la gente, a pesar de la gran campaña de desprestigio. En esa mesa estamos todos sentados. Por supuesto, puede faltar gente pero yo creo que la riqueza de esto es la heterogeneidad y la diversidad de pertenencias. Están los radicales, los movimientos sociales, hay sectores gremiales… Tampoco es un plenario estudiantil, que no tiene conducción. Seremos quince personas y la idea es que vayan los que son cabezas de algo. Por supuesto, entre todos con mucha desconfianza por lo que fueron las anteriores conducciones pero también entendiendo que lo más importante que tenemos es el futuro.

 

¿Cuál es el objetivo central?

El objetivo es tratar de organizar un espacio que Cristina denomina el movimiento nacional, popular y democrático. Dentro de eso, tratar de articular políticas entre todos nosotros, entendiendo que somos una parte de ese movimiento y que hoy puede haber sectores del peronismo o de otros espacios que no están presentes. Nosotros somos una parte y lo que queremos organizar es nuestra parte, para poder sentarnos con los otros y discutir de la mejor forma posible el futuro. Lamentablemente entendemos que hoy nos une no el amor sino el espanto hacia lo que está pasando a nivel nacional y sobre eso tenemos que trabajar. Yo creo que todos los que estábamos ahí, o por lo menos la gran mayoría, entendemos que el objetivo es tratar de construir una fuerza política, un frente electoral que nos permita no solamente ganar las próximas elecciones sino pensar también cómo se vuelve al gobierno y en qué carácter se vuelve. No solamente es volver por volver.

«Hoy la realidad política cambió. Somos oposición, tenemos otro rol y como tal tenemos otra función»

Una de las coincidencias de este espacio es la reivindicación de las políticas aplicadas en los doce años de kirchnerismo. ¿No hubo errores que deban ser marcados?

Sí, a ver, dos cosas. Nosotros a principio de año hicimos una recorrida por las quince comunas de la Ciudad de Buenos Aires en la cual hemos hecho lo que era la llamada autocrítica. Estuvimos en todas las comunas, recogimos los problemas, las quejas, la crítica de muchos compañeros y compañeras y hemos hecho un balance sobre eso. Por otro lado, también Cristina hace una autocrítica de lo que pasó en los doce años. Ella habla de lo que nos faltó hacer, de causas que se dieron tarde o que se dieron temprano. Cristina a nosotros nos ha dicho: fuimos por la reforma judicial pero fuimos tarde, fuimos por la reforma de la Secretaría de Inteligencia y lo hicimos a último momento. Eran batallas que había que dar pero por ahí se hicieron pensando que íbamos a estar cuatro años más. Y otra cosa que ella dice es lo que tiene que ver con la reforma de la Constitución. Si vos comparás del ’46 al ’55 y del 2003 al 2015 lo que nos faltó hacer en esta última etapa fue la reforma constitucional. Vos agarrás cualquiera de, para mí, nuestros dos grandes momentos históricos, el de Perón y el de Néstor y Cristina, y creo que en los dos momentos se hizo muchísimo y se plasmaron nuevos derechos pero Perón profundizó más con la reforma del ’49. Creo que en esta última etapa no pudimos plasmar esos derechos en una reforma constitucional.

 

Foto: Georgina García | Zoom
Foto: Georgina García | Zoom
Esos serían errores de gestión o en los tiempos políticos. ¿Qué pasa con la construcción política? En una entrevista con Zoom, Agustín Rossi señaló que, en los últimos años, el kirchnerismo se comportó por momentos como una iglesia.

Sí, el kirchnerismo tuvo esa particularidad. Yo suelo decir, y se lo he dicho a varios compañeros, que el kirchnerismo te llevaba al cielo pero a patadas en el culo. Hoy te están llevando al infierno con un expreso, esa es la diferencia. Por muchas otras cosas más, pero también por eso, yo me quedo con el kirchnerismo aunque me lleve a patadas en el culo. Porque lo primero como peronista es la patria, y la verdad es que al país le iba bien. Por supuesto la construcción política siempre es difícil, cuando estás en la oposición y cuando estás en el gobierno. Yo a veces siento que en muchos compañeros, ahora y antes, el discurso se plantea conforme al lugar en la lista que van a ocupar y con un egoísmo lógico, si querés, yo tampoco los critico por eso. Pero me parece que muchas veces construimos desde ese lugar y la verdad es que creo que hay que construir, y por lo menos uno intenta hacerlo, con mucho defectos, porque también los tiene, desde otro lado.

 

Habló de sectores que hoy no están en esta construcción política de cara a 2019. ¿En qué lugar lo ve a Sergio Massa?

La elección del año que viene es una elección distrital, por supuesto que va a tener una impronta nacional, pero es una elección distrital, en la cual Massa, si es candidato, lo será por la Provincia de Buenos Aires. Es un tema que tendrá que resolver la Provincia de Buenos Aires. ¿Qué es lo que pienso? Cristina le tiró flores la última vez a Massa, no lo criticó ni nada por el estilo. No es el enemigo, dijo. Y lamentablemente Massa no tomó eso de forma positiva, es más, salió a criticar a Cristina. Me parece que el que queda mal es él. Creo que ese armado estratégico lo tiene que pensar Cristina. Nosotros tenemos que redefinir nuestro espacio político y eso se hace con ideas. Como dijo muchas veces Cristina, no vamos a preguntar de dónde vienen sino a dónde quieren ir. Y esa concepción amplia es la que yo trato de aportar a este espacio, teniendo en cuenta que hay otros que piensan distinto. Siempre hay que dar esa batalla.

 

En una entrevista que le brindó a Zoom, Juan Manuel Olmos dijo que el único límite del peronismo es el PRO

Comparto con Juan Manuel. Nuestro único límite tiene que ser las ideas de los que pensamos que podemos construir una Argentina con mayor inclusión, con mayor justicia social, con independencia económica, con soberanía política, una Argentina donde lo primero sea la Argentina, donde la felicidad del pueblo sea lo más importante y donde los números cierren con la gente adentro. Si eso se puede hacer, y los que estamos suscribimos eso, bienvenido todo el mundo. Yo no le pongo un tope ideológico a eso. El límite en la política son las ideas, no las personas. Lo que sí, hay que formar una mesa y que cada uno aporte algo, desde el punto de vista de lo que somos dentro de ese espacio. Y tratar de construir, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como a nivel nacional. Me parece que en el caso de la Provincia es mucho más difícil por los personajes. Acá en la Ciudad es difícil pero porque no tenemos ningún personaje (risas). No, hablando en serio, acá florecen muchas cosas porque no hay un fuerte liderazgo, ni Cristina va a ser candidata, ni Massa tampoco…

 

Es una ciudad donde el PRO domina el escenario

El PRO es demasiado fuerte, (Martín) Lousteau es una fuerza importante. Él viene de lanzar también su espacio político y dio todas las señales de que se va a presentar en 2017…

 

¿Dentro de Cambiemos?

No sé, no dijo, no aclaró. Por lo menos el acto que hizo fue de ECO. Y tuvo algunas críticas al gobierno de Macri.

«Cristina le tiró flores la última vez a Massa, no lo criticó ni nada por el estilo. No es el enemigo, dijo. Y lamentablemente Massa no tomó eso de forma positiva, es más, salió a criticar a Cristina»

El miércoles participó en la entrega del título honoris causa a Cristina en Quilmes y después fue al acto de Lousteau. ¿No lo ve como una contradicción?

Es que yo soy presidente del partido y como tal me invitan. Mañana (por el sábado 15) me invita la gente del Frente Renovador y voy como presidente del partido. También hay que tender puentes, ¿no? Vuelvo a repetir: ellos no son mis enemigos. El Frente Renovador en la Ciudad de Buenos Aires tiene dirigentes que formaron parte de nuestro espacio en algún momento. Yo con (Héctor) Daer comparto la CGT. Tenemos principios en común, valores en común. Con Alberto (Fernández) hemos recorrido una historia. Alberto es un hombre de diálogo y ha tenido diálogo no solamente conmigo dentro del kirchnerismo sino con muchos otros, hoy habla con Máximo (Kirchner)…

 

En algunos temas hasta parece defender mejor al kirchnerismo o incluso a Cristina que muchos dentro del propio kirchnerismo

Sí. Pero yo creo que tampoco hay que hacer política defendiendo a Cristina, hay que hacer política pensando en la gente, que es la forma de defender a Cristina.

 

¿Y al de Lousteau lo ve como un espacio con el que se podría tender puentes?

Hoy lo veo difícil si él se mantiene dentro de Cambiemos. Muy difícil, imposible. Por eso mismo que decía Juan, de que el límite es el PRO. Hoy él es funcionario del PRO. Por supuesto si a mí me invitan a un acto con el jefe de gobierno voy a ir, represento a un sindicato. Y además tengo muy buena relación con muchos de ellos. Pero sé desde dónde lo hago. Y como lo tengo bien claro me puedo sentar en cualquier mesa a discutir. Lo dije muchas veces adentro de nuestro propio espacio: es muy fácil hacer kirchnerismo entre los kirchneristas. El tema es tener la capacidad de hacer peronismo-kirchnerismo fuera de nuestro espacio.

 

Foto: Georgina García | Zoom
Foto: Georgina García | Zoom
¿Cómo fue y cómo es hoy su relación con La Cámpora?

Bien, bien. No tengo mala relación. Ayer (por el jueves 13) estuve con Mariano (Recalde) en una charla. Me junto con Máximo, no tenemos mala relación. En el distrito ellos son un poco más complicados, tienen una forma de conducción que no es la que nosotros entendemos, ni tampoco entendemos la paranoia ni macartear a los compañeros que piensan diferente. Como decía recién, nosotros tendemos puentes. Tratamos de lograr lo mejor para la Ciudad porque entendemos que es lo mejor para la gente, y eso es el peronismo, nosotros nos paramos en esa forma de construcción. Hay compañeros que además tienen una posición medio bipolar, porque por un momento te votan el autódromo de la mano del PRO y después te critican por el traspaso de la (Policía) Federal. Me parece que esa forma bipolar es la que nosotros no entendemos como forma de construcción política. Yo se las respeto porque cada uno elige la forma de conducción que quiere. El tema es cuando esa forma te toca también a vos, cuando te quieren llevar a una forma de conducir con la que no estás de acuerdo.

 

¿Cree que esas formas son las que colaboraron con la ruptura del bloque?

Sí, claramente. Pero bueno, ellos tienen su forma de ser, nosotros tenemos la nuestra. Yo por lo menos con ellos comparto un objetivo común, que es el peronismo, un proyecto de país, un proyecto de ciudad. Pero no comparto con ellos una forma de conducir, y seguramente por eso voy a estar en una vereda opuesta dentro de nuestro espacio.

 

¿Por qué hubo tanta discusión alrededor de la Agencia de Bienes, que fue casi un punto de inflexión dentro del bloque?

Porque creo que ellos veían en la Agencia de Bienes un negocio inmobiliario. Y yo creo que la Agencia de Bienes es importante porque justamente evita un negocio inmobiliario. Es un lugar donde se discute cada uno de los proyectos, donde se escucha al vecino, donde se defienden sus intereses. Por otro lado, esta Agencia de Bienes replica un poco lo que fue la Agencia de Bienes a nivel nacional cuando estuvo Cristina. En esa Agencia de Bienes no participaba la minoría y acá por lo menos participa la minoría. Acá hay auditoria de parte de la oposición, que en la otra no había. Muchos de esos avances tuvieron que ver con propuestas que hicieron nuestros compañeros. Entonces me parece que por eso era interesante apoyar la Agencia de Bienes.

«La Cámpora en el distrito tiene una forma de conducción que no es la que nosotros entendemos, como tampoco entendemos la paranoia ni macartear a los compañeros que piensan diferente»

Algunos dirigentes plantean que el FPV ya no existe como presentación electoral. ¿Coincide con esa visión?

Sí. Cristina misma marcó la cancha con respecto a eso, nombrando el Frente Ciudadano, las nuevas mayorías. Por otro lado, si queremos sumar a otros actores que no vengan de nuestra misma construcción, seguramente no van a querer participar de un frente en la cual hayamos sido nosotros los originarios. Yo participaba ayer de una charla con gente de Libres del Sur y de otras organizaciones y la verdad es que tenemos una visión de la actualidad muy parecida, no hay grandes diferencias. Por supuesto, no todos venimos del mismo lugar y lo bueno es sentarse en una mesa sin hipocresía y sin maquillaje. Ellos tienen una posición crítica con lo que hicimos nosotros, pero tenemos un futuro en común. Bueno, discutamos el futuro en común.

 

Yendo a su rol como sindicalista, desde distintos sectores se le viene pidiendo a la CGT una convocatoria al paro nacional que, sin embargo, hoy parece frenada. ¿Cuál es su posición al respecto?

En primer lugar, la CGT tiene 45 días. La unidad llevó más de un año y medio de conversaciones entre sectores que veníamos con posiciones diferentes desde lo político desde hacía mucho tiempo. Es una relación de muchos gremios y tenemos que ir construyendo esa confianza. Creo que la virtud de esa unidad es que es el problema más grande que hoy tiene el gobierno nacional. Teniendo en cuenta eso, que no pensamos todos lo mismo, que venimos de historias diferentes y que la unidad es el bien a proteger más importante, porque es la cuña que hoy tiene el gobierno para muchas de sus políticas, es que empezamos a trabajar en el diálogo. Como movimiento obrero siempre el diálogo fue nuestra herramienta para poder defender los derechos de los trabajadores. Las paritarias es diálogo, no es que hacés un paro como primera medida. En este caso, la CGT fue con una agenda básica de cuatro puntos, que tenía que ver con mejorar la asignación universal, con mejorar las jubilaciones, con el tema del impuesto a las ganancias en diciembre y con el tema del bono de fin de año. De los cuatro puntos, la CGT está consiguiendo que el gobierno duplique la asignación universal, que dé un bono de $1000 para los jubilados y que casi el 80% de los trabajadores queden en diciembre exceptuados del pago de impuesto a las ganancias. Queda por resolver el tema de los bonos para los activos en relación de dependencia. Y ahí estamos discutiendo. El miércoles (19) hay una reunión. Pero por estos puntos yo creo que el paro se aleja. No quiere decir que las reivindicaciones se alejen. No tenemos que tratar ni que nos presionen de un lado, ni que nos presionen de otro. Ir construyendo nosotros nuestro propio camino y si la coyuntura nacional no mejora, seguiremos profundizando el plan de lucha.

 

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Foto: Georgina García | Zoom
Pablo Moyano fue muy crítico de esa negociación y dijo que el bono es una miseria

Es que el bono es una miseria, yo no digo que sea bueno, ni que sea lo mejor. Tengamos en cuenta que este no es nuestro gobierno, es un gobierno que representa otros intereses y dentro de ese marco se da el diálogo. Es un gobierno que fue electo democráticamente, además, entonces tenemos que sentarnos, agotar todas las instancias. Por supuesto que lo que nos da siempre va a ser poco porque el contexto es el de las tarifas, la devaluación, los cierres de comercios. Pero hoy estamos, vía este diálogo, imponiéndole al gobierno que por lo menos tire en el mercado para los trabajadores cerca de $7.200.000. Es poco con respecto a lo que le dio al campo, pero vuelvo a repetir: no es nuestro gobierno. Para eso tenemos que prepararnos para volver.

 

¿Qué pasó con la ART Interacción y el déficit millonario que denunció la Superintendencia de Seguros?

Hoy el sistema de ART lamentablemente está quebrado. Hay demandas por juicios por $4,5 billones y hoy la Superintendencia tiene para hacer frente a eso solamente $700 millones. Todas las ART están, o estábamos, en la misma situación. Nosotros lo que vimos es que este gobierno venía, por una cuestión política, contra Interacción ART, porque ellos fantasiosamente creen que es una caja política, porque tienen esa misma idea de ellos mismos. Pero la verdad es que el sistema estaba quebrado. Lo que hicimos es pedir la convocatoria y que ellos se hagan cargo de la gestión, no queríamos que nos ensucien políticamente cuando todo el sistema está quebrado. Interacción era una ART que estaba dentro de la misma lógica que el resto. Tenía un fondo de reaseguros, cerca de $500 millones, tenía en caja, producto de que no nos dejaban movilizar en los últimos 45 días, otros $200 millones y después tenía activos por inmuebles, muebles, autos, cosas chiquitas. Si la liquidan hoy no hay quien no cobre, en ese aspecto la ART funcionaba bien. Lo que no queríamos era que nos ensucien políticamente.

«Es muy fácil hacer kirchnerismo entre los kirchneristas. El tema es tener la capacidad de hacer peronismo-kirchnerismo fuera de nuestro espacio»

¿Por qué un sindicalista se dedica a los medios y la cultura?

Porque nuestro verdadero cambio y nuestra verdadera revolución es la cultural. Sin cambio cultural no hay posibilidad de ningún otro cambio. La cultura no es solamente lo que publica La Nación, para decirlo de alguna manera, sino que tiene que ver con lo nacional, con lo popular, con el revisionismo histórico, con artistas plásticos que por ahí antes no tenían lugar. Una vez que entendimos eso empezamos como sindicato a hacer ese camino. Empezamos con el Centro Cultural Caras y Caretas, con la revista Caras y Caretas, y seguimso entendiendo que había un espacio que no tenía voz, que la unidad entre el trabajo, la cultura y los trabajadores de la cultura era un espacio que por lo menos desde los ’70 se había perdido y que nosotros podíamos ayudar a reconstruir eso. Es un camino que queremos hacer lentamente.

 

Este año el Grupo Octubre compró Página/12 y se hizo cargo de un diario que, si bien la precedió, formó parte de esa estructura de medios kirchnerista que implosionó el 10 de diciembre de 2015, en algunos casos de manera salvaje como fue el caso del grupo Szpolski. ¿Qué opina de esa estrategia llevada adelante por el kirchnerismo?

Me parece que desde nuestro espacio político fue una construcción equivocada. Espero que se sostenga y se siga sosteniendo el resto, incluyendo Página/12, porque entendemos que este gobierno también su única forma de subordinarte es a través de la billetera. Ellos creen que la plata es la política. Y la verdad es que durante estos últimos diez meses han caído un montón de medios por una lógica de construcción y de conducción que tiene que ver con la plata. Es una lástima que nosotros no hayamos podido trascender ese tema. Soy muy crítico, la verdad es que no es mi objetivo nombrar a ninguno en particular, pero soy crítico con respecto a esa construcción. Nosotros quisimos recorrer otro camino. Cuando salió la AM 750 teníamos pauta de la Ciudad, de la Provincia, de la Nación, algunos privados. Fue una construcción que tratamos de que no sea dependiente de un solo lugar.

 

Esta tarde habrá un acto por el 17 de octubre organizado por el PJ porteño. ¿Cristina va a participar vía teleconferencia?

Sí. Cristina va a ser abuela, tiene que estar en Santa Cruz por ese tema, pero no quería no estar y la mejor forma que decidimos para resolverlo fue a través de una teleconferencia. Es una actividad por el 17 de octubre, organizada básicamente por el Movimiento Evita, la Corriente Nacional de la Militancia y nosotros, invitando a todos los compañeros del peronismo de la Ciudad de Buenos Aires e inclusive algunos que no son de la Ciudad. Vamos a invitar a (Jorge) Ferraresi, a (Fernando) Espinoza, a otros compañeros más y tratar, desde ese lugar, de hacer un reconocimiento a lo que fue el 17 de octubre, que para muchos de nosotros fue el hito más importante en la historia de nuestro país y que tuvo que ver con la posibilidad de que los trabajadores y no trabajadores tengan una fuerte participación política a través de un movimiento, una nueva expresión de ese movimiento nacional y popular.

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