Esta nueva investigación sobre la historia política de la represión en el Gran Rosario, que desnuda la construcción política realizada en torno del asesinato del mayor Larrabure, se presentará el viernes 19 de marzo, a las 20, en el local de Sitratel Rosario (ex Foetra), Dorrego 733. La entrada es libre y gratuita.
La construcción del escenario para el golpe de Estado de 1976 y sus actores. La mega operación para ocultar los verdaderos motivos de un asalto al gobierno que lo único que buscaba es modificar para siempre la estructura económica del país. Sobre esos ejes vuelve, una vez más, el imprescindible Carlos Del Frade con su nuevo trabajo ¿Quién era Feced? Historia política de la represión en el Gran Rosario. De 1955 a Díaz Bessone.
El libro, editado a pulmón, aborda un hecho central en la historia del golpe. Se trata de –como la definió Del Frade- “la invención y construcción política de parte del Ejército y distintos voceros mediáticos del asesinato del mayor Argentino del Valle Larrabure”.
“No hubo asesinato ni picana en el cuerpo del oficial, como lo dicen distintos informes forenses que figuran en la causa original, sino que se trató de una manipulación de la opinión pública tendiente a instalar la necesidad de un golpe. La primera consecuencia política de tal falsificación histórica –quizás la más grande y penosa de los últimos cuarenta años- fue la asunción de Jorge Rafael Videla como jefe del Ejército y la de Díaz Bessone como titular del Comando del Segundo Cuerpo, con sede en Rosario y jurisdicción sobre las seis provincias del litoral, Santa Fe, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y Entre Ríos”, explica Del Frade en el prólogo de su libro.
Allí aborda la resistencia peronista en Rosario y la persecución de las grandes patronales, los primeros cursos de contrainsurgencia que recibieron las fuerzas del Estado, la sociedad entre Leopoldo Fortunato Galtieri y Agustín Feced, el caso Larrabure y el rol de Díaz Bessone como “ingeniero del terrorismo de Estado en el Segundo Cuerpo de Ejército”.
“Díaz Bessone, fiel discípulo de los asesores franceses en tortura y contrainsurgencia, rearmó los pliegues del estado represivo en las seis provincias del litoral acumulando la experiencia ya cosechada a partir de los años sesenta y especialmente puesta de manifiesto a partir de la dictadura de Juan Carlos Onganía e incrementada durante los tiempos de Levingston y Lanusse. De allí sus reuniones permanentes con Feced y la integración de los grupos de tareas con aquellos que ya venían operando en distintas bandas que luego fueron articuladas desde el Comando del Segundo Cuerpo de Ejército”, define Del Frade.
Este trabajo, paciente y continuador de muchas otras investigaciones, anticipa en parte lo que comenzará a desenrollarse a fines de abril próximo, cuando se inicie el juicio en la denominada “Megacausa Feced”, que tramita ante el Tribunal Oral Federal número dos de Rosario. Allí están imputados Ramón Genaro Díaz Bessone, José Rubén Lo Fiego, Mario Marcote, Ramón Vergara, José Scortechini y Ricardo Chomicky por haber formado parte de una asociación ilícita que produjo 87 víctimas.
“Quedará claro que faltan muchos más responsables. No solamente por aquellos tres mil hombres de los que hablaba Meced como integrantes de sus fuerzas represivas, sino también por las complicidades civiles y empresariales que dejaron un saldo de 670 desaparecidos en la provincia de Santa Fe”, dijo Del Frade y definió a su libro no como una recorrida por el pasado sino como “un viaje a los pliegues íntimos del presente”.