Venezuela, lejos del Banco Mundial y del FMI, pero muy cerca de pelearse con Techint

Desde enero, cuando inició su segundo mandato luego de su reelección en diciembre, Chávez despliega un extenso plan de nacionalizaciones, que ya alcanzó a las telecomunicaciones, la electricidad, la intervención de tierras, el control de frigoríficos y la regulación del servicio médico privado. En acto del 1 de mayo anunció el fin del dominio petrolero de las multinacionales en el país al tomar control el Estado de los campos hidrocarburíferos en la Faja del Orinoco. Confirmó su intención de retirar al país del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). Además se propone avanzar el suministro de las empresas de la Siderúrgica del Orinoco SIDOR, controlada por el grupo argentino Techint, posiblemente el más poderoso del país.

Aunque parezca que todo comenzó ahí, lo cierto es que el conflicto saltó a la superficie recién ahora. Chávez, mandó a llamar a Paolo Rocca, el dueño del grupo argentino Techint, que controla la Siderúrgica del Orinoco (SIDOR), para informarle que su gobierno elaborará una ley que obligue el suministro de los únicos e incomparables caños de acero sin costura al mercado local.

«He mandado a llamar al señor Paolo Rocca, lo he citado a que venga, él vive en Buenos Aires, me dicen que ya está por llegar en estos próximos días a una conversación», dijo Chávez. «Le voy a decir a Rocca: vamos a hacer una ley, y te vamos a obligar por ley a suministrar primero que nada al mercado nacional el acero que es venezolano, antes de que te lo lleves para otros países», dijo el mandatario, «si no estás de acuerdo, se acabó; si no estás de acuerdo dame acá yo agarro la empresa, dámela te pago lo que cueste yo no te voy a robar», agregó Chávez.

«Usted me tiene que garantizar primero, antes de exportar una tonelada de acero, todo el suministro a las empresas procesadoras de acero en Venezuela», sentenció el presidente. Sin embargo, el mandatario aseguró que preferiría no estatizar la siderúrgica porque cree que se debería trabajar con los empresarios latinoamericanos con un modelo distinto.

Golpear para negociar

Desde enero, cuando inició su segundo mandato luego de su reelección en diciembre, Chávez despliega un extenso plan de nacionalizaciones, que ya alcanzó a las telecomunicaciones, la electricidad, la intervención de tierras, el control de frigoríficos y la regulación del servicio médico privado.

Sidor fue privatizada en 1997 y adquirida por el consorcio Orinoquia, que reúne a la empresa argentina Siderar (grupo Techint), las mexicanas Tenaris Tamsa (Techint) e Hylsamex (Techint), la brasileña Usiminas y la venezolana Sivensa. El Estado venezolano detenta 10% de las acciones. Chávez dio instrucciones el pasado jueves al ministro de Industrias Básicas y Minería, José Khan, para que le haga llegar una recomendación en 24 horas sobre la industria siderúrgica.

¿Qué mejor oportunidad que el primero de mayo?

En medio de este panorama Chávez, celebró el fin del dominio petrolero de las multinacionales en el país al tomar control el Estado de los campos hidrocarburíferos en la Faja del Orinoco. «Hoy por fin hemos enterrado 10 años de apertura petrolera», dijo Chávez durante un acto en el Complejo Petrolífero Criogénico José Antonio Anzoátegui, donde más temprano se había realizado un traspaso simbólico del control operativo de los campos a la petrolera estatal Pdvsa.

«El imperialismo dominó nuestra industria básica, nuestros recursos energéticos y nuestros recursos naturales, durante mucho tiempo, eso se acabó hoy. Hoy es el final de esa época donde nuestras riquezas naturales terminaban siempre en manos de cualquiera menos del pueblo venezolano», aseveró Chávez, según difundió la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).

Chávez había fijado el 1° de mayo como el día en que Pdvsa tomaría el control operativo de los campos administrados por «asociaciones estratégicas», en las que seis multinacionales tenían el control accionario.

La medida corresponde al anuncio formulado en enero pasado por Chávez de nacionalización de las asociaciones para cumplir con la Ley de Hidrocarburos, que obliga a PDVSA a tener mayoría accionaria en las actividades de la industria petrolera. Las empresas privadas pasarán a ser socias minoritarias del Estado, y para ello cinco de las seis compañías afectadas por la medida firmaron la semana pasada principios de acuerdo con PDVSA.

Las estadounidenses ChevronTexaco y ExxonMobil, la británica British Petroleum, la francesa Total y la noruega Statoil tienen plazo hasta el 26 de junio para formalizar los acuerdos, con los que Pdvsa pasará a tener más de 60 por ciento del paquete accionario de las nuevas sociedades mixtas.

El mandatario resaltó que la recuperación de la soberanía sobre la industria primaria del país «se logró gracias al sacrificio de mucha gente, entre ellos todos aquellos que perdieron la vida durante el golpe de estado del 11 de abril (de 2002)» en que Chávez fue apartado del poder por sólo 47 horas.

Chávez precisó que a partir de la recuperación de la industria petrolera será posible el desarrollo completo e integral de Venezuela.

No obstante, instó a los trabajadores «a que se unan, a que terminen los conflictos. Unidos será la única forma de lograr la verdadera independencia de Venezuela», indicó.
Como parte del acto de nacionalización de los recursos hidrocarburíferos, Chávez descubrió una estatua ecuestre de Simón Bolívar construida en el Complejo, ubicado en las afueras de Barcelona, capital del estado de Anzoátegui.

La jornada de nacionalización de la industria petrolera comenzó la noche de este lunes con una vigilia realizada por los trabajadores del sector en algunos de los campos de la Faja del Orinoco, un área de más de 55.000 kilómetros cuadrados, donde se encuentran los principales yacimientos venezolanos.

Por la mañana, el ministro de Energía y presidente de la petrolera estatal, Rafael Ramírez, había dado la bienvenida a PDVSA a los trabajadores del sector, hasta ahora empleados de las asociaciones estratégicas controladas por las multinacionales.
Venezuela ejerce desde hoy, 1 de mayo, «su derecho de administrar sus recursos naturales en beneficio del pueblo», anunció el ministro.

Durante el acto, los empleados concretaron un intercambio simbólico de los cascos azules que usaban por unos rojos, el color de Pdvsa y del chavismo.

No al FMI y al BM

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, confirmó su intención de retirar al país del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), e incluso manifestó su deseo de «firmar la cuenta» ya mismo para concretar la medida.

Además, durante el acto con motivo del Día Internacional del Trabajador y Trabajadora, realizado anoche en el Teatro Teresa Carreño, el líder venezolano reiteró su amenaza en cuanto a que se retirará de la Organización de Estados Americanos (OEA) si ese organismo condena al país por no renovarle la licencia a la televisora privada Radio Caracas Televisión (RCTV).

Chávez aseguró que Venezuela ni siquiera «quiere estar» en el FMI y en el BM, a la vez que pidió a esos organismos que le devuelvan el dinero que le deben al país.

Antecedentes de dos pesadillas

El FMI y el Banco Mundial, que Venezuela desea abandonar, fueron creados hace más de 60 años con el supuesto fin de ayudar al buen funcionamiento de la economía mundial y luchar contra la pobreza, pero la realidad demuestra todo lo contrario. Estas instituciones son controladas desde su creación por Estados Unidos y Europa. En virtud de un acuerdo informal, un estadounidense dirige el Banco Mundial (BM), mientras que un europeo está al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI).El FMI fue concebido -como el BM- en la conferencia de Bretton Woods en 1944. Su misión principal es garantizar la estabilidad del sistema monetario internacional, cuyo derrumbe a fines de los años 20 provocó una crisis planetaria. Desde hace unos 30 años, el Fondo está esencialmente encargado de prestar fondos a los países que tienen dificultades financieras, mutiplicando su endeudamiento e insuflando dinero líquido a mecanismos económicos en crisis que han dejado a millones de trabajadores en peores condiciones de vida a causa de sus recomendaciones.

Gracias al fuerte crecimiento económico mundial de los últimos años, muchos de los países acreedores ya han devuelto sus préstamos y pueden renunciar a los servicios del FMI. Ello plantea problemas de financiación a esta institución, cuyo presupuesto depende de los intereses obtenidos de los créditos que concede.

Así, esta organización que agrupa a 185 países está en busca de nuevas misiones, mientras los movimientos anti-globalización denuncian sus métodos «liberales», y los países emergentes desean mayor poder en su seno. Una tímida reforma interna en este sentido ha sido lanzada. El actual director-gerente del FMI es el español Rodrigo Rato.

Aunque parece que logra todo lo contrario, el Banco Mundial, pretende encabezar la lucha contra la pobreza en el mundo, pero sus detractores denuncian, como mínimo, su pesada maquinaria administrativa. Creado originalmente como Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), el BM otorgó el año pasado 20.100 millones de dólares para 245 proyectos a escala mundial. Los créditos distribuidos por la Asociación internacional de desarrollo (IDA) son reembolsables en 30 ó 40 años, con un período de gracia de 10 años y sin interés. Los fondos de la IDA proceden de los 40 estados miembros más ricos.

El Banco es, como el FMI, criticado habitualmente por los movimientos antiglobalización, que lo acusan de endeudar a países pobres prestándoles dinero en lugar de otorgarles fondos. Su actual presidente, en funciones desde junio de 2005, el estadounidense Paul Wolfowitz, es muy criticado y ha sido acusado de favoritismo, además de corrupción. (Ver: http://www.causapopular.com.ar/article1618.html)

El presidente Chávez es coherente con el programa anunciado en su campaña 2006 y que lo ratifico como presidente. El conjunto de medidas políticas, económicas y sociales estructurales hoy en plena aplicación significan que esta construyendo las bases de lo que el llama el socialismo del siglo 21. Todas sus medidas, tanto en el plano interno como en el internacional apuntan a ratificar la estrategia bolivariana, a pesar y en contra de la reacción derechista interna y de los Estados Unidos. También avanza en el proyecto político con la convocatoria a crear el Partido Socialista Unificado de Venezuela PSUV. Un panorama más que alentador para multiplicar la experiencia en el resto de los países del continente.

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