Por Causa Popular.- Con una gran marcha denominada “Sólo el pueblo salva el pueblo”, miles de bolivarianos celebraron el retorno al poder del Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, el 13 de abril de 2002 luego de un frustrado golpe de Estado apoyado por Estados Unidos. Dos días antes, por 47 horas, el empresario Pedro Carmona Estanga había liderado el gobierno de facto que apresó a Chávez y que una multitudinaria movilización popular, con el apoyo del Ejército, luego derrumbó. A tres años de estos hechos, diversos actos fueron organizados para recordarlos. Una marcha recorrió las calles de Caracas para finalmente concentrarse ante una tarima erigida frente al Palacio de Miraflores. En este punto, miembros del Gobierno, junto a distintos grupos musicales, acompañaron a los manifestantes mientras llegaba el principal invitado: Hugo Chávez. Un sol radiante disipó las dudas sobre una posible lluvia capaz de empañar el momento. La alegría predominó y la voluntad de un pueblo por defender la soberanía nacional fue la gran protagonista.
“La gente nuevamente salió a defender la Revolución Bolivariana con todas las fuerzas; no queremos que la bota del imperialismo pise a Venezuela”, dijo Edgar Restrepo, oriundo de Coro, estado Falcón, al portal alternativo venezolano Aporrea.org. Ilva Calderón, de Barquisimeto, aseguró al mismo portal que no ha podido olvidar cómo durante el 11 de abril de 2002 Estados Unidos y la derecha en Venezuela fraguaron un nefasto golpe contra un Presidente elegido popularmente.
Chávez, ante la multitud que se acercó frente al palacio de Miraflores recordó que “uno de los cánceres que se metió en la sociedad venezolana, con el cual se ha venido batallando duro, es la corrupción”, por eso llamó a todos los que están en los diferentes niveles para que libren todos los días esta batalla. Chávez reiteró que se debe luchar sin tregua contra la corrupción, ineficiencia y burocratismo. “A mi no me queda más que luchar sin descanso por la vida, la dignidad y soberanía de la patria de Bolívar”, expresó.
El presidente igualmente saludó a la clase obrera venezolana, a los trabajadores del sector privado y público, y a los empresarios, pues “no se han dejado doblegar por el imperialismo y como resultado, la economía creció asombrosamente en el 2004”.
Al finalizar el acto, Chávez se dirigió al Teatro Teresa Carreño, donde inauguró el III Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana. Allí afirmó que luego de la agresión imperialista contra Venezuela la gente comenzó a tener conciencia de lo que es la revolución bolivariana.
Luego, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela señaló que el país ahora quiere colaborar con el mundo, con el gran debate que ha comenzado a resurgir en toda América Latina, a su juicio “no hay revolución sin impacto internacional y para ser bolivariana debe partir de una visión latinoamericana y caribeña”. Para Chávez “la revolución bolivariana es modesta, y le debe mucho al mundo y a los revolucionarios. Por eso queremos compartir el despertar del mundo, los pueblos despiertan de nuevo”, expresó en el teatro Carreño.
Como se esperaba, no faltaron en los festejos alusiones a los Estados Unidos, el único país que reconoció el fugaz gobierno de Pedro Carmona y sindicado por el gobierno venezolano como el principal apoyo de la oposición golpista. En el mismo teatro en el que no le importó dejar en claro que está dispuestos a “exportar” la revolución bolivariana a otros países, algo de lo que fue acusado varias veces por el gobierno de Bush, Chávez respondió a declaraciones emitidas el pasado martes por el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, Richard Myers, quien descartó una posible invasión de su país a Venezuela. Para el presidente Chávez “nadie debe equivocarse con Venezuela, pues nuestro país no se mete con nadie, y nadie debe meterse con Venezuela, porque se encontrará con un pueblo preparado”. Y luego advirtió que EEUU pretende calentar la calle y a la comunidad internacional para generar una crisis en el 2006, año electoral en Venezuela.
Pero los festejos por los tres años del golpe no trajeron sólo palabras desafiantes, el mismo miércoles 13 el presidente Chávez, vestido con el uniforme militar, convocó a nuevos reservistas militares a “garantizar la revolución bolivariana”, al juramentar al comando que se encargará de conformar batallones de reservas militares y civiles en defensa del país. “Contamos con ustedes para las batallas que vengan, para garantizar la revolución bolivariana, la soberanía nacional, que Dios bendiga la las reservas para siempre, un abrazo bolivariano, un abrazo revolucionario, hermanas y hermanos”, proclamó ante miles de nuevos soldados en uno de los patios de un fuerte militar ubicado en Caracas.
En el evento, el jefe de Estado pasó revista al contingente de 20.000 hombres y mujeres que integran por el momento el nuevo cuerpo armado y declaró el 13 de abril como “Día de la Reserva Militar y la Movilización Nacional”. En el acto celebrado en el Fuerte Tiuna, con la presencia del Alto Mando y representantes de los poderes públicos, el mandatario destacó que la nueva fuerza representa la “fusión cívico-militar” y jugará un papel importante en el país. “Ustedes, reservistas de Venezuela, constituyen hoy la más sublime expresión de la unidad y de la fusión cívico-militar que se ha transformado en una de las más fuertes columnas de la Venezuela bolivariana”, aseveró.
A su vez, Chávez aseguró que la activación de las reservas en los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional (FAN) tiene sus raíces históricas en las luchas de independencia que dieron nacimiento al país “en un parto cívico-militar, pueblo y soldados, soldados y pueblo”, y se sustentan en la “soberanía sagrada”. “Sagrada es la soberanía, ay de aquellos que en el mundo pretenden desconocerla, nada debe estar por encima de la soberanía de un pueblo, de un sistema político democrático, de una patria (…) Soberanía o muerte, libertad o muerte, no hay términos medios», advirtió en clara alusión a las amenazas de Estados Unidos.
Para el primer mandatario venezolano la tarea que tiene por delante el comandante del nuevo cuerpo, Julio Quintero Vitoria, con el que el gobierno aspira a reclutar más de 1,5 millones de civiles y militares, es la “misión más grande en 50 años de historia militar en el país”. Las nuevas reservas populares tienen su base en la Constitución, que establece como una responsabilidad de todos los venezolanos la defensa de la nación, pero requiere de una modificación de la ley de la FAN, actualmente en estudio, porque el alistamiento tiene un carácter voluntario.
Chávez acusa a Estados Unidos de tener planes de asesinarlo y de invadir el país para detener la revolución que lidera “en beneficio de los pobres”. En este sentido, afirmó que está en marcha un plan de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Pentágono para impedir su reelección en los comicios presidenciales del próximo año. “El plan de la CIA, el plan del Pentágono está en marcha”, dijo en otros de los encuentros realizados el miércoles 13 para celebrar los tres años de su regreso al poder, está vez frente a sus partidarios.
Según Chávez, el plan de Estados Unidos prevé el uso de dinero de la CIA para “calentar” el país y crear una crisis que genere una posible intervención internacional. Añadió que está preparado para resistir en las montañas y sabanas venezolanas cualquier intervención extranjera. Luego se refirió a los supuestos planes para asesinarlo a los que contestó se encontrarán con los gobernadores, alcaldes y con el pueblo venezolano, que no entregará el petróleo venezolano y paralizará la economía del país. “Que nadie se equivoque con Venezuela”, añadió.
Entrenamiento ante eventual “guerra asimétrica”
En un comunicado emitido el mismo 13 de abril, la Armada venezolana, anunció la realización de maniobras con la participación de civiles y militares en tácticas de combate de guerra irregular para aplicar ante una eventual intervención del país. Los ejercicios se iniciaron el jueves 15 y se prolongarán hasta el próximo 6 de junio en el marco de la Operación “Armada Soberana I-2003”, con simulacros de desembarque y enfrentamientos armados.
Las prácticas tendrán como propósito el mantener el adiestramiento de las unidades militares y “adquirir experiencias que permitan desarrollar los nuevos conceptos de guerra asimétrica”, indica la nota de la marina militar difundió a la prensa venezolana.
Chávez ha venido planteando en las últimas semanas la tesis de la “guerra asimétrica” como un elemento a incorporar en una nueva doctrina militar que parte de la hipótesis de un enfrentamiento militar contra un enemigo superior a las fuerzas convencionales del país. Según expertos, la guerra asimétrica es una estrategia que se fundamenta en tácticas no convencionales de guerrilla y atentados para desgastar al enemigo.
Las maniobras incluirán un desembarco militar en la población de Caimancito, en el oriental Estrado Sucre, el lanzamiento de dos misiles (uno de superficie Otomat y otro antiaéreo Aspide) y de un torpedo (A244S) desde la fragata F-24 General Soublette, y simulacros de defensa de instalaciones petroleras y empresas básicas.
Asimismo, una publicación de la Armada de diciembre de 2004 denominada el Concepto Estratégico Naval define entre las principales líneas de acción de la marina el desarrollo de las capacidades de “despliegue rápido y guerra asimétrica”.
