—Con respecto al trabajo bajo la órbita del Ministerio, ¿cuáles son los márgenes de movimiento que tienen? ¿Cuales son los niveles de autonomía?
—Yo soy un agradecido, como diría Violeta Parra, tengo que darle gracias a la vida, porque yo no lo conocía a Filmus cuando me convocó, no lo conocía al actual Ministro de Educación Juan Carlos Tedesco cuando asumió su mandato, y con los dos funcionó todo muy bien. Es más, debo confesar algo que digo poco: yo me iba a ir con Filmus, había sido muy desgastante la lucha para que funcione la estructura y estaba cansadísimo. Pero cuando asumió Tedesco encontré en él un hombre muy serio y muy sabio al mismo tiempo. Preocupado casi con anteojeras, y digo esto en el buen sentido, en el tema educativo.
Con ambos tuve el mejor de los diálogos, y más que el mejor de los diálogos, he logrado un aprendizaje y un respeto extraordinario por el trabajo que hace nuestro equipo. Yo jamás he recibido una orden o mandato para realizar cosas así o de otra manera, jamás percibí un intento de “politizar” la señal. Por el contrario, tuve la oportunidad de trabajar ampliamente esta línea de educación, de cultura, de justicia, de solidaridad, de dar lo mejor. Mis dos interlocutores han sido seres muy valiosos. Y a partir de esa relación personal, el diálogo con todo el Ministerio es así.
—De tu relato lo que se desprende es que tus interlocutores son Ministros, lo que se traduce en una gran valoración del Ministerio para con el canal, que le otorga un lugar de mucha importancia, ¿no es cierto?
—Es así, tenemos un diálogo permanente y, por suerte, miradas similares en todo.
—Por tratarse de un canal educativo, el mismo está enfocado, en buena parte, a los docentes y a los alumnos, lo que da cuenta de una variedad de espectadores compleja de abarcar. ¿Cómo trabajan esos diferentes públicos?
—Por un lado, el canal está llegando a más de 5 millones de personas. Por otro lado, salimos una hora todos los día por Canal 7 y, mediante un acuerdo con la Asociación de Televisión por Cable de Argentina, todas las escuelas públicas que quieran conectarse al sistema pueden hacerlo. Pero a pesar de todo esto, una de las metas que tenemos es que Canal Encuentro sea una señal de aire.
Entonces, por un lado, tenemos un público “en general” y por el otro lado un público específico con sus particularidades y características distintivas, que podemos llamar “la comunidad educativa”. En relación a este último grupo, nosotros producimos la Caja Encuentro, compuesta por DVDs que se entregan gratuitamente a las escuelas públicas del país.
Por otra parte, y aunque vamos lento, estamos desarrollando un proyecto de convergencia entre TV e Internet, con la intención de que toda la plataforma de los programas que emitimos estén disponibles en la web, y puedan transformarse en herramientas pedagógicas en el aula.
Además, desarrollamos acciones directas, tanto en los centros de formación docente como en las reuniones de maestros en las que se discute cómo llegar directamente a las escuelas. Actualmente estamos diseñando toda una línea de talleres de producción audiovisual en las escuelas primarias y secundarias, intentando realizar una cadena de “Talleres Encuentro” en cada escuela. Tenemos muchos vínculos con los centros de producción de las Universidades Nacionales. Si me preguntás a mí, me gustaría que el 40% de la producción del canal se genere desde las universidades públicas. Y en esta línea vamos avanzando.