Un fantasma recorre el conurbano. Son las Margaritas: las manzaneras de Kirchner

Por Causa Popular.-

Desde que Néstor Kirchner asumió la Presidencia de la Nación comenzó a construir una fuerza propia que le permita manejarse con autonomía del aparato capitaneado por su antecesor Eduardo Duhalde, quien lo sentó en el sillón de Rivadavia. Muchas versiones corrieron en torno a la estrategia kirchnerista para desembarcar en un territorio bonaerense controlado por el aparato clientelar del partido justicialista. Durante la década del 90 Duhalde, a partir de un pacto con Menem al dejar la vice presidencia, recibió más un millón de pesos por día del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense. Con él pudo construir una red de relaciones de dependencia con los sectores más desposeídos y empobrecidos de la provincia que crecieron exponencialmente durante toda esa década. Quien se puso al frente de esta red fue la esposa de Duhalde, “Chiche”, quién “reclutó” 35 mil mujeres a las que denominó “manzaneras” para que se pongan al frente de la asistencia alimentaria. Kirchner conoce esta estructura y através de su hermana Alicia -Ministra de desarrollo social que maneja 6100 millones de pesos de presupuesto- comenzó un proceso que promete no ser nada sencillo para intentar desarticularla.

En la provincia ya son 2500, muchas menos que las manzaneras pero con un presupuesto a su alcance nada despreciable. Incluso tienen un nombre que les da una identidad a tener en cuenta: “Las Margaritas”, en referencia al segundo nombre de Alicia Kirchner, su estratega.

No parten desde cero, el matrimonio D’Elia, les abrió las puertas de la Matanza, un territorio que conocen bien, y prometen serle fiel. Luis D’Elía fue el encargado de encolumnar a sus seguidores de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) -unos 120.000 militantes- detrás de Kirchner, y su esposa, Alicia Sánchez, es la que comanda el grupo de mujeres kirchneristas.

Uno de los capitales políticos más importante de la ministra de Desarrollo Social, además del presupuesto que maneja, es la predisposición para caminar los barrios, entregar herramientas y materiales con un estilo desacartonado y coloquial muy parecido al de su hermano, el Presidente.

Su apuesta más importante es construir una estructura paralela a los Duhalde que no se sostenga mediante una relación meramente clientelar con sus beneficiarios. La ministra intenta demostrar esto con hechos y entrega herramientas y materia prima para emprendimientos productivos (talleres de costura, carpinterías, panaderías) por medio del Plan Manos a la Obra, con los que pretende llegar a reemplazar los subsidios sociales focalizados.

La disparidad de fuerzas es notoria. Esta relación desfavorable es la que quieren revertir los Kirchner. Hoy son fuertes en los barrios Tambo, San Pedro y La Reserva, de La Matanza, bastión de la FTV y apuntan a crecer en principio a partir de los trabajos de base desarrollados por el Frente de Organizaciones Populares (Parque Norte) que integran FTV, Barrios de Pie y el MTD Evita, entre otras organizaciones.

La diferencia de fuerzas con el aparato duhaldista aún es muy importante y no será nada sencillo que el matrimonio que aún mantiene el poder real en la provincia más importante del país se quede sentado a ver cómo se modifica. La competencia crecerá a medida que se acerque la fecha de las elecciones del año próximo y ya hay algunas evidencias de lo que vendrá.

El 5 del mes último, Hilda Duhalde celebró, en un acto en Florencio Varela, el décimo aniversario de la creación de las manzaneras. La esposa del ex presidente volvió a reunirse con su tropa más fiel. Al día siguiente, la hermana del jefe del Estado -cultora de un bajo perfil- fue la protagonista del primer encuentro público de mujeres kirchneristas, en el hotel Panamericano.

El poder de las manzaneras

Con un presupuesto de 360 millones de pesos, la red de manzaneras reparte el Plan Vida, un programa inaugurado por Duhalde y rebautizado por Felipe Solá como Plan Más Vida. Este plan consiste en la entrega de alimentos básicos (leche fortificada, harina, arroz, azúcar) para menores de cinco años y mujeres embarazadas o en período de lactancia en 51 distritos de la provincia de Buenos Aires.

Las 35.000 manzaneras de toda la provincia, principalmente en el conurbano, tienen un promedio de 90 beneficiarios a cargo cada una. La red asistencial nació en 1994, cuando Eduardo Duhalde era gobernador de Buenos Aires y su esposa, Hilda «Chiche» González, estaba al frente del Consejo Provincial de la Familia.

Desde entonces cumplieron un papel político de trascendencia. Pese a los cambios de gobierno, desconfianzas políticas y recortes presupuestarios, la red de asistencia social sobrevivió hasta hoy y en el último año recibió un incremento del 20 por ciento en su presupuesto.

Las llamadas “manzaneras”, no son más que mujeres voluntarias que en teoría son elegidas por los mismos vecinos por ser de confianza. Reparten los alimentos que llegan a través del Plan Mas Vida que asiste que asiste a 600.000 familias y llega a más de un millón de personas en 51 distritos de Buenos Aires.

Muchos sostienen que la red construida por el duhaldismo no es tan sólida como parece y muchos recuerdan cuántos fueron los votos que provinieron de esa monumental telaraña asistencial para que Graciela Fernández Meijide, entonces candidata a Diputada Nacional, le ganara a Chiche, que por ese entonces era considerada la segura ganadora en una provincia donde su marido ya era vitoreado como el “candidato natural” del peronismo, a finales del siglo pasado.

Esas épocas que hoy parecen tan lejanas a causa de la vertiginosa crisis que ocurrió luego, son las que inspiran a los impulsores de las Margaritas, un proyecto que avanza silencioso en los rincones más postergados del conurbano bonaerense.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

Tucumán: “Durante días los militares se dedicaron a tapiar las villas de la ciudad y a cazar mendigos. Los subieron en un camión militar y los arrojaron en los descampados de Catamarca. La abismal desolación de esos parajes da cuenta de la crueldad de la limpieza.” Por Carlos Zeta
“Con otros instrumentos, los mismos resultados”. La pasión del eterno retorno de hundir una y otra vez a un país entero. Por Raúl Dellatorre
Santa Fe no debería endeudarse para hacer obras críticas en infraestructura de exportaciones si existiera la coparticipación de retenciones al complejo oleaginoso, que estuvo vigente desde 2009 hasta la vuelta del FMI. Por Gustavo Castro.