Los días 27 y 28 de octubre de 2005, reunidos en el I Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas por los Trabajadores y Trabajadoras, y con la presencia de 21 Centrales o Confederaciones Sindicales de 13 países de América Latina y el Caribe, se acordaron declaraciones que por su contenido aportan conclusiones fundamentales para comprender los años que vendrán.
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Mesa N° 1 Trabajadoras y Trabajadores de Empresas Recuperadas
Declaración
Centenares de trabajadores de empresas recuperadas de nueve (9) países de América Latina nos reunimos en éste que fue un Encuentro histórico para la clase obrera internacional. Bajo la hospitalidad de la Revolución venezolana nos encontramos para asegurar con fuerza el hilo conductor de nuestras diferentes experiencias que es la lucha común en defensa del empleo, del parque industrial y por la soberanía nacional en cada uno de nuestros países. Nos encontramos para impulsar nuestro movimiento, para defenderlo, para ayudarnos unos a otros, y hacer más fuerte nuestra lucha contra el enemigo común de los pueblos, el capitalismo que lleva la guerra y planifica la miseria en todo el planeta.
Reunidos constatamos, por los relatos dolorosos del sufrimiento que todos vivimos, pero también por los extraordinarios relatos de resistencia, de determinación, de organización, que nuestra lucha tiene verdaderamente una importancia internacional y pasa a ser parte de la historia de la clase obrera de América Latina.
Todos vemos como la política imperialista ha destruido nuestros empleos, y ha liquidado progresivamente los parques industriales. En todo el mundo el capital organiza la miseria y el caos.
La política del Fondo Monetaria Internacional (FMI) y la del Banco Mundial (BM), la política de pago de la deuda externa, con los diversos Tratados de Libre Comercio, todas estas formas conspiran para “rebajar el costo del trabajo”, creando un régimen de superexplotación y liquidación de nuestros derechos laborales, sobre las más diversas formas y justificaciones.
Es lo que vemos en Venezuela, desde las presiones para privatizar a PDVSA hasta las crecientes amenazas y tentativas de derrumbar el gobierno legítimo de Chávez, todo por su posición de resistencia antiimmperialista. Es lo que vemos en Bolivia, el pueblo boliviano luchando por la nacionalización y estatización de sus riquezas naturales.
Pero los más dramáticos resultados de esta política es la liquidación de las industrias nacionales y, como consecuencia de ello, el aumento del desempleo y de la pobreza de nuestros pueblos.
La quiebra de las empresas es responsabilidad de los capitalistas y los gobiernos, los especuladores financieros y las multinacionales. Cada fábrica cerrada es un cementerio de puestos de trabajo, así como lo es el latifundio en el campo. Por eso, los trabajadores del campo y la ciudad tienen derecho a ocupar las fábricas y tierras para defender su trabajo y la soberanía de nuestros países. Por eso, ocupamos las empresas y las pusimos a producir.
En América Latina la resistencia contra la destrucción de la industria y la defensa de los empleos asumió diferentes formas. La crítica y sus cuestionamientos forman parte de la discusión del movimiento obrero y fueron objeto del debate de este Primer Encuentro. La libre discusión nos ayuda a clarificar nuestros caminos para avanzar en busca de los intereses de los oprimidos.
En Venezuela, que vive una revolución, los trabajadores colocaron en el orden del día la expropiación, con control de los trabajadores, de estas empresas de diferentes maneras. Saludamos el anuncio del compañero presidente Chávez durante la instalación de este Encuentro, de realizar dos nuevas expropiaciones de empresas y colocarlas bajo el control de los trabajadores. Es esto lo que necesitamos en todos nuestros países. Deseamos avanzar hasta el control total de la economía por los trabajadores, para ponerla planificadamente al servicio de todo el pueblo.
Nuestro movimiento es anti-imperialista, anti-capitalista. Es un grito y un movimiento organizado de la clase trabajadora en contra del régimen de la propiedad privada de los grandes medios de producción que sólo puede sobrevivir haciendo guerra, explotando y oprimiendo los pueblos.
Nuestra resistencia no pasó desapercibida a los patrones, el gran capital y sus organismos internacionales, que nos tratan de perseguir y reprimir. Pero también de ver formas de destruir nuestra resistencia envolviendo a los trabajadores con diversas formas de colaboración de clase, tentándolos con posibilidades de integración individual en el régimen capitalita.
Nosotros combatimos la integración como nos propone el capital internacional con sus Tratados de Libre Comercio. Estamos por la integración fraterna y soberana de los pueblos, que solamente puede ser construida por los propios pueblos en la lucha contra la guerra y la explotación, en defensa de nuestras conquistas.
En este Encuentro relatamos y discutimos las diversas experiencias, las luchas y las dificultades de los trabajadores de empresas ocupadas y recuperadas de Latino América para ampliar nuestra lucha internacional decidimos profundizar nuestra articulación. En toda circunstancia manteniendo la independencia de nuestras organizaciones. Desde hoy nos levantaremos como un solo cuerpo si en cualquier país los gobiernos nos reprimieran o amenazaran con cerrar las empresas que controlamos.
Nos dirigimos a todas las organizaciones sindicales, a los parlamentarios que se reivindican la lucha del pueblo trabajador, para invitarlos a apoyar y defender nuestro derecho a ocupación para salvar los empleos y el parque industrial.
Ellos cierran, nosotros abrimos las fábricas. Ellos roban las tierras y nosotros las ocupamos. Ellos hacen guerra y destrozan las Naciones, nosotros defendemos la paz y la integración soberana de los pueblos. Ellos dividen y nosotros nos unimos. Porque nosotros somos la clase trabajadora. Porque somos el presente y el futuro de la humanidad.
Convocamos a todos a continuar esta lucha, ampliarla y a reunirnos otra vez en el próximo año para profundizar la unidad y la lucha que llevamos junto con toda la clase obrera y los pueblos en contra del enemigo común de la humanidad
Venceremos…!!!!!
Caracas, 29 de octubre de 2005-12-14
Mesa N° 2 Representantes de Centrales y Organizaciones Sindicales
DECLARACIÓN
I ENCUENTRO LATINOAMERICANO
EN DEFENSA DEL EMPLEO Y LA SOBERANÍA
Declaración:
Entendemos que el movimiento sindical debe transformarse profundamente, yendo más allá de sus modos tradicionales de organización, funcionamiento y problemáticas, para ponerse a tono con los cambios operados en la esfera de la producción y en la organización del trabajo, junto a la creciente trasnacionalización de la economía.
Esta significa, además del sometimiento político de nuestros países, el cierre de las industrias, la ruina de los campos y de los campesinos, y el desempleo y la exclusión creciente para millones de mujeres y hombres del pueblo. Esta realidad impone al movimiento sindical, reconocer a todos como trabajadores, independientemente de su situación de empleo o desempleo.
No es el Capital el que decidirá quiénes son y quiénes no son trabajadores. Trabajadores son todos lo que para vivir dependen de la venta de su fuerza de trabajo: los que tienen empleo formal, lo precarizados, lo desempleados. Esta es la articulación primera. Además, tenemos que articular también nuestras luchas a escala continental, a fin de contribuir desde abajo-, al proceso de construcción de soberanía nacional y continental contra la política del imperialismo de destruir las naciones.
Los trabajadores ocupamos, recuperamos las empresas que los patrones trasnacionales cerraron, para ponerlas al servicio del desarrollo de nuestro pueblo.
Las distintas experiencias que los trabajadores latinoamericanos y caribeños hemos desarrollado en este sentido, demuestran que estamos capacitados para gestionar exitosamente la producción sin la presencia de los patrones capitalistas, encaminadas a establecer relaciones de producción basadas en la solidaridad y la justicia, las cuales dependen de cambios estructurales integrales de nuestras sociedades.
El capitalismo, en su fase salvaje, destructiva y de saqueo actual, ha desarrollado acuerdos para la implantación y fiscalización del comercio internacional acorde con sus intereses imperialistas. Estos acuerdos destruyeron los aparatos productivos, entregan nuestros recursos naturales a la rapiña de las multinacionales que desintegran nuestras Naciones, destruyen nuestra soberanía y profundizan la brecha entre ricos y pobres. Se intento aplicar el ALCA, pero fue derrotado por la movilización de los pueblos de nuestra Patria Grande.
Por eso ahora pretenden imponer el mismo contenido mediante acuerdos regionales o binacionales buscando el consenso aislado de las Naciones más débiles.
La integración y unión efectiva de los pueblos latinoamericanos y caribeños, en las que los trabajadores debemos tener una participación de primer orden, debe apuntar hacia la solidaridad entre nuestros pueblos, contra la exclusión y la pauperización. Por ello, consideramos la propuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), se enmarca en la búsqueda de un camino hacia la verdadera integración latinoamericana, la cual – en las actuales condiciones mundiales – es indispensable para la construcción de la soberanía de nuestras naciones.
Asumimos la realización de este Encuentro como un aporte de los trabajadores a la integración de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Es por ello que las centrales y organizaciones sindicales aquí presentes, consideramos necesario construir una instancia de coordinación entre nuestras organizaciones que, junto a la búsqueda de articulación de nuestras luchas y procesos, elabore y apruebe planes de acción que nos vayan conduciendo hacia el objetivo estratégico de liberación de nuestros pueblos de toda forma de explotación y opresión.
Rechazamos la presencia de Bush en América Latina.
Exigimos la salida de las tropas de ocupación en Haití, Irak y Afganistán y apoyamos la soberanía de esos pueblos a marcar y construir su propio destino.
Expresamos nuestro apoyo a la Revolución Cubana y al proceso Revolucionario Bolivariano del hermano país de Venezuela.
Expresamos la solidaridad amplia con el pueblo colombiano y particularmente con el movimiento sindical colombiano.
Proposiciones Aprobadas por el i Encuentro Latinoamericano en Defensa del Empleo y la Soberanía (Mesa de Centrales de Conversaciones Sindicales):
que los sindicatos respeten y defiendan a todos los trabajadores y trabajadoras: ocupados, desocupados, precarizados y tercerizados.
Defender la libertad de asociación y democracia sindical en todos los niveles.
Que los sindicatos asuman la formación y orientación política de las luchas, el desarrollo de la conciencia, la articulación y solidaridad de todos los trabajadores.
Que los sindicatos se articules con todas las organizaciones y expresiones sociales de lucha contra el capital.
Construir la unidad en la diversidad, respetando las diferencias.
No descuidar la formación profesional.
Promover las universidades autónomas latinoamericanas de los trabajadores.
Realización de este encuentro anual para el intercambio de experiencias, activación de planes conjuntos y seguimientos del proceso de integración.
Promover la publicación de un órgano divulgativo de la realidad de los trabajadores en América Latina.
Impulsar la organización sindical en las empresas recuperadas.
Luchar por la soberanía política, económica y cultural.
Lograr un modo de comunicación dentro de las empresas recuperadas que permitan intercambiar experiencias.
Impulsar la erradicación del analfabetismo y desarrollar sistemas educativos que conlleven al avance de la ciencia y técnica latinoamericana.
Defender el medio ambiente y la recuperación de los recursos estratégicos y naturaleza para el desarrollo y soberanía de los pueblos.
Modificar los estatutos de los sindicatos para poder representar y afiliar a todos los trabajadores: desocupados, informales y precarizados.
Luchar por la creación del marco jurídico para permitir a los sindicatos la defensa y representación de las distintas situaciones de los trabajadores.
Crear un Observatorio de empresas recuperadas.
Proponemos crear un marco jurídico que facilite el intercambio entre las empresas recuperadas por los trabajadores en materia fiscal y arancelaria.
Promover la formación de fondos para el fomento y desarrollo de las empresas recuperadas.
Caracas, 29 de octubre de 2005
Mesa N° 3 Representantes Gubernamentales y Parlamentarios
CONCLUSIONES, COMPROMISOS Y ACUERDOS DE LA MESA DE DELEGADOS DE LOS GOBIENROS Y PARLAMENTOS:
EN LA RUTA DE INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
Los representantes de los gobiernos de la República de Argentina, de la República Federativa de Brasil, de la República Oriental del Uruguay y de la República Bolivariana de Venezuela, y de los parlamentarios presentes de la República de Argentina, de la República de Bolivia, de la República Oriental del Uruguay y de la República Bolivariana de Venezuela, así como integrantes del Parlamento Latinoamericano, todos reunidos y presentes en la ciudad de Caracas, en el marco del I Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas por los Trabajadores y las Trabajadoras.
Agradecemos la invitación extendida por los movimientos de Empresas Recuperadas por los Trabajadores y Trabajadoras a participar en este evento, que coloca como centro de las políticas públicas la necesidad de lograr empleos dignos y de calidad para nuestros trabajadores y trabajadoras, así como la recuperación y reactivación para nuestros pueblos de las empresas y demás activos industriales ociosos, de cara a la satisfacción, en forma soberana, de sus necesidades.
Dejamos constancia de las exposiciones en esta mesa de trabajo de los dirigentes del movimiento de empresas recuperadas y de las confederaciones o centrales sindicales, quienes recalcaron la necesidad de articulación entre los movimientos cooperativistas, los movimientos sindicales y los sectores sociales, para facilitar junto a las instituciones del Estado, la transformación de la sociedad, la profundización de la democracia y la participación política.
De igual modo, dichos dirigentes destacaron responsabilidad social, generando una nueva cultura entre los trabajadores, que los vinculen a las demandas de las comunidades y a la satisfacción de sus necesidades superando la visión meramente económica de la producción.
Consideramos que la democracia, en tanto sistema que representa la voluntad de la mayoría de los pueblos, debe asumir en América Latina como prioritaria la lucha contra la pobreza, la exclusión en todas sus formas y la desigual distribución de la riqueza, superando los esquemas o modelos que condujeron en pasado reciente a incrementar los niveles de endeudamiento, dependencia tecnológica, privatización de recursos públicos, pérdida creciente del tejido industrial y de las redes socio – productivas con su secuela de fragilidad política y fragmentación social.
En este contexto, las luchas de los trabajadores y las trabajadoras por recuperar y reactivar las empresas donde laboran o laboraron hasta que fueron expulsados de sus puestos de trabajo, constituyen un legítimo esfuerzo democrático, que apoyado desde las instancias de gobierno y los Parlamentos, permite avanzar en la línea de la inclusión productiva con justicia social.
Por ello, calificamos el rescate y desarrollo del tejido industrial de nuestros países como una materia prioritaria, considerada hoy de utilidad pública e interés social para el logro de nuestra soberanía productiva, resultando positivas las acciones e iniciativas dirigidas a la recuperación y reactivación de las empresas o los activos productivos ociosos.
En esta dirección, valoramos especialmente la participación de los trabajadores y las trabajadoras en la recuperación y reactivación de las empresas y/o de los activos productivos ociosos, a través de figuras de uso y aprovechamiento, que privilegian formas colectivas de organización del trabajo (autogestión). Pero también consideramos positivo que los trabajadores y trabajadoras organizados, puedan alcanzar alianzas o asociaciones con el Estado, con otras organizaciones de economía social o solidaria y con patrones, interesados en la recuperación y reactivación de empresas o activos industriales ociosos (cogestión).
Reiteramos la voluntad de los gobiernos y los parlamentos aquí presentes de defender el derecho humano al trabajo y el respeto a las condiciones laborales y sociales dignas de los trabajadores y trabajadoras de las empresas recuperadas.
A partir de las distintas realidades y particularidades de nuestros países, bajo un espíritu de diálogo integrador y solidario, se produjo un rico intercambio de experiencias entre los delegados, en el cual se pudieron distinguir e identificar necesidades sobre las cuales deberían generarse o ya se adelantan políticas públicas:
1. En el campo político se observaron como necesidades:
El fortalecimiento de los actuales procesos de recuperación de la credibilidad del liderazgo político en nuestros países, para facilitar la reconstrucción, su tejido social y productivo, afectado en el pasado reciente por políticas de desindustralización.
La articulación entre las instituciones gubernamentales y un diálogo permanente y directo entre los Poderes Públicos Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que permita diseñar y ejecutar políticas públicas y adoptar medidas que faciliten en forma expedita la recuperación de las empresas y uso de los activos ociosos por los trabajadores y las trabajadoras.
La recuperación del papel del Estado en la economía y su participación en ésta para asegurar su desarrollo teniendo como centro al ser humano, la satisfacción de sus derechos y necesidades.
La superación de la visión según la cual el mercado por sí solo es el ordenador y distribuidor de los recursos, a partir de la capacidad de consumo de la población y no de las necesidades de ésta.
La promoción de nuevos modelos productivos nacidos de la participación por las bases de las comunidades y de las experiencias de desarrollo de las localidades.
2. En el campo de las entidades financieras públicas y de los organismos de desarrollo se aprecia:
La existencia de ventanillas únicas y oficinas dirigidas a la recepción y asistencia para la formulación de proyectos de recuperación de las empresas por los trabajadores y las trabajadoras, siendo evaluados por la pertinencia de los puestos de trabajo que generarán y su relación con la inversión destinada para este fin.
La existencia de fondos especiales de compra o recompra selectivo de deuda pública y de deuda privada sobre empresas paralizadas o en riesgo de paralización.
La existencia de fórmulas y mecanismos expeditos de capitalización y compensación de deuda pública como vía para la adquisición de activo ociosos o en riesgo de convertirse en tales o, bien, destinados a la compra total o parcial de acciones.
El uso y aprovechamiento de los bienes o la participación accionaria en las empresas que puede ser otorgada a los trabajadores y trabajadoras organizados tanto a título oneroso como gratuito, conforme a un plan de recuperación que puede contar con alguna de las siguientes condiciones: línea de financiamiento, acceso a mercados, actualización tecnológica, asistencia técnica y/o acompañamiento social.
La existencia de esquemas de transferencia de la propiedad sobre empresas o los activos productivos ociosos, bajo la perspectiva de la inclusión productiva e inversión social. En algunos casos, estos procesos suponen la potestad del Estado de reservarse para sí acciones preferentes en las empresas recuperadas, para garantizar la continuidad de las actividades de éstas y la producción de bienes esenciales para la comunidad, entre otros motivos.
La existencia de políticas especiales de financiamiento, basadas en tasas de interés preferenciales, plazos muertos y de gracia diferenciados o especiales, cuya vigencia se mantiene, al menos, durante el plazo de recuperación o reactivación de las empresas o los activos productivos, así como la flexibilidad de garantías, avales y fianzas.
La existencia de programas de formación y capacitación destinados a los sectores excluidos productivamente, que además de centrarse en la educación o formación para el trabajo, incorporan aspecto de la organización social y la gestión eficiente para la producción.
La existencia de políticas de control y fiscalización para evitar la constitución y funcionamiento de falsas cooperativas, que simulan las relaciones de trabajo y precarizan las condiciones laborales.
3. En el campo de las entidades de Administración Tributaria y a cargo de la Seguridad Social se identifica la necesidad de dictar políticas públicas como:
El establecimiento a favor de estas empresas en procesos de recuperación de un régimen fiscal especial, consagrando un trato preferencial en materia de porcentajes impositivos, en plazos de cancelación o, bien, en la condonación de deudas, todo ello sujeto a un plan concertado de inversión y recuperación de los activos productivos ociosos.
La cancelación, durante plazos razonables, de los salarios de los trabajadores y trabajadoras de las empresas en procesos de recuperación, o el pago por adelantado de las prestaciones del seguro de desempleo, bien con cargo a los propios fondos de la seguridad social o, en forma conjunta con las entidades de desarrollo o fomento, a través de fondos de garantía salarial o de un fondo especial de recuperación industrial.
El establecimiento de políticas donde las entidades públicas asumen, por un plazo razonable, el pago de cotizaciones totales o parciales de la seguridad social relativas a los trabajadores y las trabajadoras en proceso de recuperación.
4. En el campo de las entidades de Investigación y Renovación Tecnológica se observan
La existencia de programas de acceso a información científica y tecnológica actualizada, en idiomas nacionales.
El establecimiento de financiamiento para la transformación tecnológica y el reemplazo de maquinarias o bienes de capital, privilegiando la seguridad de los puestos de labores, así como la mitigación de los efectos sobre el medio ambiente.
El diseño de nuevos planes de asistencia técnica y acompañamiento para la organización social y la actualización tecnológica, articulados con planes de formación y reentrenamiento laboral de los trabajadores y trabajadoras.
5. En el campo de las entidades encargadas de regular las condiciones de contratación del Estado se aprecia:
La existencia de políticas preferenciales vinculadas a los procesos de licitación u contratación pública, tanto de bienes como de servicios, que facilitan la participación de las empresas recuperadas por los trabajadores y trabajadoras, así como de otras organizaciones de la economía social y solidaria.
El establecimiento de programas que promueven y promocionan regímenes de marcas colectivas, para facilitar el intercambio y la comercialización de las empresas recuperadas.
El establecimiento de programas que promueven el uso legítimo de tecnologías libres, para facilitar el acceso al conocimiento y a innovaciones para la satisfacción de las necesidades de los pueblos.
6. En el campo normativo, así como de los actos administrativos y judiciales se observan:
La existencia de legislaciones que regulan los supuestos de cierres de empresas o de activos productivos ociosas, que incluyen desde la quiebra o atraso judicial de éstas el cierre unilateral o lock out, despidos masivos y reducciones de personal, hasta la insolvencia reiterada en materia tributaria, laboral y de seguridad social, entre otras.
La existencia de una práctica administrativa y/o judicial, que reconoce a las autoridades la potestad de adoptar medidas preventivas o cautelares, destinadas a asegurar, en forma oportuna y proporcional, la continuidad de las actividades de las empresas, bien bajo formas de administraciones especiales a cargo del Estado o, bien, bajo la entrega provisional, a título de depositarios, a los trabajadores y trabajadoras para conservar los puestos de trabajo tanto directos como indirectos.
La existencia de una práctica donde los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, colaboran entre si para considerar la posibilidad de que determinados activos productivos, por la función social que cumplen, puedan ser objeto de declaratoria de utilidad pública o de interés social, legitimando su adquisición a través de procedimientos establecidos por el ordenamiento jurídico.
8. En el campo de la integración y de las iniciativas multilaterales, a la luz de las valiosas experiencias nacionales aportadas, resulta necesario explorar las siguientes líneas de cooperación e intercambio entre nuestros países:
Evaluar la posibilidad de crear un banco de capacidades para compartir experiencias y saberes vinculados a los procesos productivos de las empresas recuperadas y demás organizaciones de economía social y solidaria.
Evaluar la forma y las condiciones en que pudiera crearse y operar un Fondo Especial de Financiamiento y su Sistema Especial de Garantías, de carácter multilateral y de naturaleza mixta, que originalmente puede constituirse con aportes de cada uno de los gobiernos de los países y nutrirse posteriormente con aportes de las empresas recuperadas y demás organizaciones de la economía social y solidaria.
Evaluar la forma y las condiciones para la creación de mecanismos de intercambio de insumos o materias primas, que faciliten el acceso oportuno de éstas a las empresas recuperadas por los trabajadores y las trabajadoras, así como a las demás organizaciones de la economía social y solidaria. Considerar, asimismo, la cancelación de dichas materias primas a través del canje con productos terminados o semiterminados por dichas empresas.
Evaluar la suscripción de acuerdos bilaterales y multilaterales de cooperación entre las instituciones de investigación tecnológica, para brindar a las empresas recuperadas por los trabajadores y las trabajadoras, proyectos de reactivación industrial o de actualización tecnológica, asegurando que los procesos productivos se caractericen por la eficiencia, la seguridad y la limpieza ambiental.
Valorar las formas de promover que empresas recuperadas por los trabajadores y las trabajadoras, así como las demás organizaciones de la economía social y solidaria, puedan transferir, bajo convenios de intercambio y complementariedad, experiencias de formación y capacitación de los recursos humanos, actualización tecnológica, entre otras, legitimando mecanismos de pago en especie.
Considerar la conveniencia de regularizar escenarios periódicos de intercambio y complementariedad entre las empresas recuperadas por los trabajadores y las trabajadoras, y demás organizaciones de la economía social y solidaria, a través de ruedas de intercambio binacionales.
Evaluar la posibilidad de avanzar en la formulación entre las autoridades de nuestros países, en consulta con las organizaciones sociales de nuestros pueblos, de un instrumento jurídico marco para la reactivación industrial que recoja las políticas públicas que impulsan los gobiernos, siempre guiados por principios de cooperación, complementariedad y mutua asistencia.
Con base al intercambio de experiencias nacionales, y con arreglo a los diferentes campos vinculados a la integración y a las iniciativas multilaterales que han sido identificados, los integrantes de esta mesa de trabajo acordamos:
Reconocer el esfuerzo y lucha de los trabajadores y trabajadoras por sus puestos de trabajo y contribuir al desarrollo social y democratización productiva de nuestros países.
Facilitar la edición y difusión, junto con los representantes de las Empresas Recuperadas por los Trabajadores y Trabajadoras, de las conclusiones y acuerdos alcanzados en el marco de este I Encuentro Latinoamericano.
Proseguir los trabajos destinados a la aprobación en el seno del Parlamento Latinoamericano de una Ley Marco que regulen la situación de las empresas cerradas o de los activos productivos ociosos, mediante un proceso de consultas con los movimientos sociales y sindicales.
Promover en nuestros países la adecuación de la legislación en materia de recuperación y reactivación industrial, desde la perspectiva de la economía social y solidaria, como camino que favorezca la recuperación sostenida de puestos de trabado dignos y de calidad.
Impulsar la incorporación de este tema en el seno de los debates o reuniones de trabajo que se presenten en los organismos multilaterales, tales como, MERCOSUR, CAN y OIT.
7. Constituir seis (6) equipos de trabajo cuyo objetivo sea:
Realizar un compendio de políticas públicas desarrolladas en nuestros países para la recuperación y activación del tejido industrial, a fin de ampliar en forma documentada el intercambio en este campo. Este equipo de trabajo estará coordinado por el Ministerio de Trabajado de la República Argentina.
Estudiar la factibilidad y la forma de desarrollar un fondo de financiamiento, un sistema de garantías y mecanismo de intercambio de insumos y material primas, que facilite las operaciones y funcionamiento de las empresas recuperadas por los trabajadores y las trabajadoras.
Este equipo estará coordinado de forma conjunta por el Ministerio de Trabajo de la República Bolivariana de Venezuela, conjuntamente con la participación de los Ministerios de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la República Argentina, y del Ministerios de Trabajo y Seguridad Social de la República Oriental del Uruguay.
Coordinar y sistematizar las experiencias que desde el campo normativo y de las prácticas administrativa y judicial, se han adelantado para brindar respuestas jurídicas a la recuperación industrial y a la reactivación de las empresas por los trabajadores y las trabajadoras, sirviendo de base a los trabajos de redacción de la Ley Marco propuesta por integrantes del Parlamento Latinoamericano.
Este quipo estará coordinado por la omisión de Asuntos Económicos, Deuda Social y Desarrollo Regional del Parlamento Latinoamericano.
Diseñar e implementar una red de asistencia técnica e innovación, de carácter regional, que cuente con instrumentos especialmente aptos para ser realizada por empresas controladas por sus trabajadores y trabajadoras.
Este equipo de trabajo estará coordinado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de la República Argentina.
Evaluar la posibilidad de suscribir acuerdos bilaterales y multilaterales dirigidos a establecer un régimen arancelario especial o preferente, para consolidar en el continente una zona o franja de economía social y solidaria, que incluya el intercambio entre empresas recuperadas por los trabajadores y trabajadoras, y demás organizaciones de la economía social y solidaria, como forma de integración y unidad entre nuestros pueblos.
Este equipó estará coordinado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad de la República Oriental del Uruguay, conjuntamente con la participación del Ministerio de Trabajo de la República Bolivariana de Venezuela.
Coordinar las acciones gubernamentales destinadas a facilitar la sucesiva realización de ruedas de intercambio entre las empresas recuperadas por los trabajadores y trabajadoras de nuestros países, pudiendo ampliarse la incorporación en dichas ruedas de otras formas de organización de economía social y solidaria. Este equipo estará coordinado por el Ministerio de Trabajo y Empleo de la República Federal de Brasil.
Los responsables de cada equipo de trabajo establecerán un mecanismo de coordinación para garantizar un esfuerzo articulado para cumplir estos acuerdos.
8. Apoyar el seminario sobre empresas recuperadas organizado por la Secretaría Nacional de Economía Solidaria, del Ministerio de Trabajo y Empleo, a celebrarse los días 12 y13 en la República Federal de Brasil.
9. Celebrar una nueva reunión para evaluar y hacer balance de los avances de cada equipo de trabajo en el mes de marzo de 2006, en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, como preparación a la realización del II Encuentro Latinoamericano.
Agradecemos, nuevamente, a las organizaciones convocantes de este I Encuentro Latinoamericano, la importancia de invitarnos a articular acciones y medidas concretas para hacer posible el avance en los esfuerzos por una inclusión productiva con justicia social.
Finalmente, también agradecemos y apreciamos la receptividad, el trato y la disposición recibida por las máximas autoridades del Gobierno, de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, así como al Parlamente Latinoamericano para promover y facilitar espacios de encuentro entre países hermanos, en el camino de la integración de nuestros pueblos.
En la ciudad de Caracas, el 28 de octubre de 2005