Una idea principal recorre los dos libros del Tata Yofre. La aparición en escena de los militares en el poder se debe a un pedido, a una exigencia generalizada de parte de la sociedad de un “gobierno fuerte” que ponga “orden”. La justificación que da a esta tesis la expone directamente en la foto de tapa de “Fuimos todos” y en el texto que acompaña a la solapa.
A continuación lo reproducimos:
“ El teniente General Jorge Rafael Videla asumió la presidencia de la Nación el 29 de Marzo de 1976, luego de deponer cinco días antes a la presidenta constitucional María Estela Martínez Cartas de Perón, más conocida por su nombre artísitico de “Isabel”. Al poco tiempo, Videla comenzó a realizar visitas a ciudades del interior.
La foto lo muestra durante un viaje a la austral ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, en el invierno de 1976. Como evidencia la instantánea, a pesar del rigor climático la gente se acercaba a saludarlo. Es más, si se pone atención se verá que un hombre salió de un lugar cerrado, sólo con un suéter, para estrechar su mano.
Es una foto atípica que muestra en pequeña escala el grado de aquiescencia del que gozó el gobierno del Proceso militar en sus primeros años de gran parte de la ciudadanía. Dos años más tarde, Videla debería salir al balcón de la Casa de Gobierno para saludar a la multitud que festejaba la victoria del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978. Y lo mismo ocurrió en septiembre de 1979, cuando la selección juvenil de fútbol se consagró campeona mundial en Japón.
Esta foto fue elegida por lo escasamente conocida. Y porque exhibe a un Videla en el que no aparecen rodeándolo custodias ni agentes de seguridad. Sólo simples ciudadanos con interés en saludar a su presidente.”