Solidaridad con los cinco patriotas cubanos

De la Redacción de ZOOM. Se cumplen diez años del encarcelamiento de los cinco jóvenes antiterroristas cubanos en Estados Unidos, que fueron enviados por el gobierno de la isla desarmados y sin ningún plan de dañar a ese país. Su único propósito fue vigilar la red de grupos terroristas que han estado atacando a Cuba desde el triunfo de la Revolución. Según un recuento hecho en abril por el presidente Raúl Castro, «en todos estos años se han producido 713 actos de terrorismo contra Cuba, 56 de ellos a partir de 1990, organizados y financiados desde territorio norteamericano, con un saldo de 3.478 muertos y 2.099 incapacitados». Solidaridad mundial por su libertad. En Buenos Aires, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos convocan a una marcha a la embajada estadounidense el viernes 12 desde Plaza Italia a las 17 horas.

Durante más de 47 años el pueblo cubano ha sufrido constantes atentados provenientes de los distintos gobiernos norteamericanos y perpetrados con total impunidad. Más de 3.000 personas han pagado por ello con su vida y otras 2.700 más han sido heridas, sin contar los cuantiosos daños sufridos por los continuos sabotajes económicos.

Cinco cubanos trataron de evitarlo, por lo que fueron detenidos por el FBI, el 12 de Septiembre de 1998. Los Cinco fueron acusados de espionaje y conspiración para asesinar, entre otros falsos cargos. En Miami, los Cinco no podían tener un juicio imparcial. A pesar de sus brillantes alegatos y defensas, los Cinco fueron declarados culpables y condenados a durísimas penas, desde quince años de cárcel hasta varias cadenas perpetuas, por delitos que no cometieron. El juicio contra los Cinco en realidad constituye la venganza pura y dura de las organizaciones terroristas de Miami por su constante impotencia política frente a Cuba y el gobierno cubano.

Cuba necesita de ojos y oídos en Miami

Es fácil comprender que Cuba, en un acto de legítima defensa, necesita de ojos y oídos en Miami por un imperativo de seguridad nacional, toda vez que allí se encuentra la guarida de los grupos terroristas que la han agredido por décadas con la absoluta tolerancia y estímulo de la potencia autoproclamada campeona de la lucha contra ese flagelo.

En junio de 1998, La Habana entregó oficialmente a solicitud de Washington abultadas pruebas sobre los trajines de esos grupos con las que la FBI reconoció sentirse impresionado. Tanto, que lejos de utilizarlas para prevenirlos, tres meses más tarde detenía y enjuiciaba en la ciudad de Florida a los integrantes de la red cubana generadora de la información. Mientras, sus agentes se derretían en zalamerías con los personeros principales de la violencia contra Cuba.

La ausencia de ética exhibida por el imperio en estos hechos es difícilmente superable en la historia de las relaciones entre Estados, por más adversarios que sean.

Lo que siguió fue un juicio en el que se vulneraron groseramente las disposiciones constitucionales y legales estadounidenses que regulan el derecho al “debido proceso”. No se aceptó por el tribunal la solicitud de cambio de sede presentada por la defensa, basada en amplia jurisprudencia y plenamente justificada, pues se sabe que Miami es el lugar menos indicado para ventilar imparcialmente ningún asunto relacionado con Cuba.

Así lo confirmaría el proceso, realizado en un ambiente de histeria anticubana amplificado por la prensa local controlada por la contrarrevolución. Fue seleccionado un jurado de incondicionales del gobierno y así y todo alguno de sus miembros admitió haber recibido presiones para votar por la petición fiscal. Se redujo a casi nada la comunicación entre los Cinco y sus abogados, que, además, no tuvieron acceso al grueso de los documentos por ser “clasificados”. Las penas impuestas no guardan proporción con los delitos imputados y nunca probados.

Salvo los cargos —menores en la legislación estadounidense— de actuar como agentes extranjeros y utilizar documentos falsos, que los acusados admitieron desde un inicio, la fiscalía vio cómo su caso era demolido por las pruebas y testimonios presentados por la defensa, incluyendo el del general jefe de la inteligencia militar estadounidense hasta unos meses antes, que reconoció que en el expediente no existía evidencia de que la actividad de los cubanos hubiese implicado riesgo alguno para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Por la “defensa de necesidad”

A lo largo del juicio y las ulteriores vistas de apelación ha quedado claro que su accionar se limitó a infiltrar a la contrarrevolución emigrada e informar a Cuba sobre sus planes terroristas, sólidamente justificada por la “defensa de necesidad”, principio consagrado en la propia doctrina jurídica estadounidense que establece el derecho a violar la ley cuando el daño que se va a impedir es mayor que el derivado de su incumplimiento. Aún aceptando, sin conceder, que en este caso fuese delito el no registrarse como agentes extranjeros, la sanción que correspondería es de cinco años de cárcel, ya cumplida doblemente por los Cinco.

Estos hombres han resistido estoicamente presiones y ofertas para doblarlos, largos meses de confinamiento solitario, impedimentos a las visitas familiares y dos de las esposas la negativa de visa por supuestamente constituir un “peligro para la seguridad nacional” de la potencia. Son cinco luceros refulgentes en el corazón del pueblo de Cuba que han recibido una cálida y creciente solidaridad internacional.
Nada justifica que permanezcan un día más en prisión pero la única forma de lograr su libertad es haciendo que esta injusticia sea conocida y rechazada por muchos más en el mundo, principalmente en Estados Unidos, donde los medios le han tendido una espesa cortina de silencio.

Transmitirán en vivo concierto Cinco Estrellas y un Canto

El concierto Cinco Estrellas y un Canto para toda América Latina, que se celebrará el próximo sábado 13, en el Centro Hostos para las Artes y la Cultura, en Nueva York, será transmitido en vivo por Telesur

En el concierto, que comenzará a las 7:30 de la noche, actuarán reconocidos artistas como el boricua Danny Rivera, el dominicano Víctor Víctor y Las Estrellas Doradas del Jazz de Puerto Rico.

El Comité Internacional por la Libertad de Los Cinco informa que la gala forma parte de las acciones que se desarrollarán del 12 de septiembre hasta el ocho de octubre, en ocasión del X aniversario del arresto de los cinco luchadores antiterroristas.

Una marcha nacional se llevará a cabo en Washington D.C., entre otras que se efectuarán en varias ciudades norteamericanas para exigir la liberación de Fernando González, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández.

Conocidos internacionalmente como Los Cinco, su causa está respaldada hoy por la acción de cientos de comités de solidaridad en todo el orbe, publica el sitio digital www.antiterroristas.cu.

Marcha a la Embajada en Buenos Aires

10 AÑOS DE INJUSTICIA

VIERNES 12/9 17:00 hs. PLAZA ITALIA

Por la libertad de los cinco cubanos presos políticos del imperio

CONVOCAN: MASCUBA – Mov. Arg. de Solidaridad con Cuba

COMITÉ ARGENTINO POR LA LIBERTAD DE LOS CINCO

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