Secuestran por unas horas a una de las hijas del “Perro” Santillán

“Victoria”, una hija del ex líder de los trabajadores municipales Carlos «El Perro» Santillán fue secuestrada al cierre de esta edición, durante algunas horas, por dos hombres que la amenazaron y abandonaron en un paraje situado a 5 kilómetros de San Salvador de Jujuy. La chica fue raptada en la casa de Santillán, junto a una amiga, dijo «El Perro» en una conferencia de prensa realizada esta noche donde calificó el hecho como una «intimidación» y dijo que «no vamos a entrar en el juego de nadie, nos quieren hacer matar pobres contra pobres», pero aclaró que «vamos a exigir junto a mi familia que aparezcan los responsables».

La presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, llamó de inmediato a Santillán por teléfono, se solidarizó con la familia y lo puso en contacto con el ministro del interior, Aníbal Fernández.

El funcionario nacional, tras interiorizarse de lo sucedido, puso a disposición del ex sindicalista una custodia, la que fue rechazada por Santillán en comunicación telefónica. No debe ser fácil confiar en alguien como ese ministro que ha sido varias veces cuestionado y consultado por los apremios que sufren en Quilmes, su propio distrito.

Según el relato de Santillán, las chicas fueron llevadas de su propia casa por dos hombres en un automóvil y amenazadas con una pistola. Al respecto, contó que «fueron dos hombres, uno de ellos estaba al volante de un auto y el otro ingresó a mi casa con un pasamontañas, les vendó los ojos a mi hija y a su amiga (a la que no identificó) y se las llevaron».

«Durante el secuestro, uno de ellos las amenazó con una pistola y les dijo que si contaban algo de esto iban a ser boleta, tras lo cual frenó el vehí­culo y las empujó», comentó a la prensa Santillán luego de hacer la denuncia policial.

Santillán fue en los años ’90 una figura emblemática del movimiento piquetero en el Frente de Gremios Estatales de Jujuy. Hasta hoy es una de las figuras más honestas y coherentes del movimiento social organizado y trabajaba en la coordinación de la comisión de Derechos Humanos de la municipalidad de San Salvador de Jujuy.

Como la mayoría de los medios no suelen escuchar sus reclamos, vale recordar una y otra vez que Santillán denunció ante la prensa que en los últimos días fue objeto de diversas amenazas, «incluso antes que pase esto» y dijo que consistieron en intimidaciones telefónicas que no denunció.

Relató que junto a su mujer, como todos los días, salió a trabajar, en tanto que su otro hijo (alumno secundario) se fue a la escuela, quedando en la casa su hija Victoria, y una amiga, ambas de 12 años.

Cuando regresó al mediodía encontró el interior «todo revuelto y tirado por el piso…libros, discos y videos y no estaba mi hija. Lo primero que atiné a hacer es llamarla por teléfono y cuando atendió sentía un sollozo…la calmé mientras me comentaba lo sucedido».

Me decía que «estaban muy lejos, en el camino por donde algunas veces salimos a pasear, con lo cual me dio la pista que era para la zona de La Almona, en la entrada de Juan Galán», aproximadamente a cinco kilómetros del centro de San Salvador. Según el relato de su hija, fueron «dos tipos» los que las secuestraron, las vendaron y luego las tiraron a un costado de la ruta.

Comentó luego que un solo sujeto fue el que ingresó a su casa, estaba cubierto con un pasamontaña, y que antes de arrojarlas desde el vehículo les apuntó con una pistola y les dijo: «no vayan a decir nada porque son boleta, frenó el auto y las ‘pechó’ hacia afuera».

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