Por Causa Popular.- La interna del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires recrudece a medida que se acerca el cierre de las listas para las próximas elecciones legislativas de octubre de este año. Si bien aún queda mucha agua por correr y algunas cabezas que cortar, la interna comienza a tomar rumbos un poco más definidos. De todas formas, las operaciones no cesan y los juegos de presiones parecen no tener límites. ¿De Gennaro diputado?
En el hervidero en que se ha convertido hoy el PJ bonaerense, y con él, el partido de gobierno, un repaso de la fabulosa cantidad de señales que se han prodigado las partes en estos días deja un puñado de datos trascendentes en limpio y muestra al felipismo definitivamente entre la espada y la pared: ir a las elecciones por adentro o por afuera del PJ.
En ese marco, la Casa Rosada ha instalado finalmente la candidatura de Cristina Kirchner a senadora nacional por la Provincia como una «decisión tomada».
Pero fue acompañada por una inteligente respuesta de Eduardo Duhalde quién dejó saber que esa postulación «puede ser la base del acuerdo».
Sin embargo, para poder cerrar un acuerdo falta, aún, transitar un largo camino en el que Felipe Solá no aparece como un obstáculo menor. Con un tono que parecía revelar decisiones tomadas, el Gobernador de Buenos Aires defendió la postura de que el felipismo no participe de las elecciones internas del PJ y dé pelea directamente en las generales de octubre.
Pero además dejó planteada una demanda: que el partido adopte una resolución que elimine la participación en los comicios del PJ como tal y disponga que el duhaldismo y el felipismo se puedan presentar cada uno por su lado -como «fuerzas nuevas» podría decirse-, con nombres para la ocasión que puedan incluir la palabra «peronismo» o sus variantes.
Solá tiene muy claro que su llegada a los intendentes del interior de la provincia no tiene posibilidades electorales frente a los fieles del duhaldismo del primer cordón electoral, aún contando Solá en el conurbano con distritos tan importantes como La Matanza y La Plata.
La demanda de Solá tiene a Duhalde como destinatario formal -es el conductor del sector que tiene la mayoría en el PJ bonaerense, donde debería adoptarse una resolución de ese tipo- y a Kirchner como destinatario real.
Si bien el Gobernador ya había recibido algunas negativas de parte de intendentes aliados para ir por fuera del PJ, fue el presidente Kirchner quién parece haberle cortado las alas al Ingeniero Agrónomo otrora menemista, luego duhaldista, vicegobernador de Ruckauf, y flamante kirchnerista. El martes 30, luego de reunirse con Kirchner, declaró a la prensa que no se iba a ir del Partido justicialista, aunque a esta altura nadie puede afirmar que ésta sea su última palabra.
¿De Gennaro Diputado?
El recrudecimiento de la interna bonaerense de las últimas semanas mostró al gobierno nacional equidistante. Sin embargo, esta última semana, a la par que dejaba trascender la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para senadora, K mostró la hilacha respecto a la forma mediante la que busca operar por lo bajo en la construcción del poder necesario para independizarse de la alianza con el duhaldismo para las presidenciables del 2007.
El pasado miércoles una nota publicada en el matutino oficialista Página 12 daba cuenta de que Kirchner le había dado directivas al intendente de la Matanza Alberto Balestrini para que le ofreciera encabezar las listas de diputados provinciales a Víctor De Gennaro, el Secretario General de la Central de Trabajadores Argentinos.
Si bien no se descarta su candidatura para octubre, la posibilidad de que Víctor de Gennaro vaya con una lista kirchnerista parece demasiado remota, el gremialista no sólo ha declarado en varias oportunidades la continuidad con las políticas neoliberales de los ’90 que lleva adelante este gobierno, sino que además mantiene una fuerte disputa con el ministerio de Trabajo que a pedido de los gordos de la CGT, le negó la personería gremial a la CTA.
Fuentes reservadas del gobierno admitieron luego a periodistas de una importante agencia de noticias nacional que todo había sido una operación de prensa del gobierno que buscaba de esta forma como máximo presionar a De Genaro para que aceptara el desafío, mientras que le tiraba a Duhalde una carta sorpresiva sobre la mesa, que en el peor de los casos podía desviar la atención del cacique bonaerense.
En definitiva, Duhalde conoce perfectamente las encuestas que muestran que Cristina de Kirchner duplica a su esposa en intención de votos. Esta es la razón por la que no se negará a una candidatura de la primera dama.
Ya comienza abril y la cuenta regresiva hacia las elecciones se acelera. Todo indica que la batalla final será en el 2007, en una elección en la que Kirchner se jugaría el todo por el todo para que su esposa gane la gobernación de la provincia más importante del país y así dar otras condiciones políticas al segundo mandato de un presidente que piensa llegar a las próximas presidenciables prescindiendo de la alianza que lo llevó al gobierno en el 2003.