Es muy característico que en la provincia donde antaño pañuelos celestes y colorados literalmente se mataban por diferencias políticas, se continúe utilizando, casi que permanentemente y con excesiva demagogia, valores a partir de la fe y de la cultura que se identifican fuertemente en el sentir popular.
Las «diferencias políticas» o más bien dicho de políticos y familias, ambas expresiones sintetizadas en el Partido Liberal (PL) y en el Partido Autonomista (PA) respectivamente, en los hechos siempre representaron a un mismo patrón, el conservadurismo hasta hoy reinante en esta bendita tierra. Así también supo reinar, a partir del mismo conservadurismo, «Tato» Romero Feris; conjugando a los otrora antagónicos PL y PA en el Partido Nuevo (PN), organización política que mezclando el celeste y el colorado sumo a la paleta un color naranja. Hoy ya se encuentra bastante desteñido, después de haber sido en gran parte el responsable de haber conducido a la provincia a una de las peores crisis políticas, económicas y sociales por finales de los 90.
Esta crisis motivó una nueva intervención federal al distrito, que en esa oportunidad sería promovida por el sello de la Unión Cívica Radical (UCR). En el plano nacional acababa de llegar la «progresista» ALIANZA de la mano de De la Rúa y Chacho Alvarez — los que a su vez no tuvieron mejor idea que enviar al frente de la intervención a los desocupados—, por ese entonces, del Gallego De la Sota, los Cordobeses Ramón Mestre y Oscar Aguad, quienes con ayuda del flamante ministro del interior, Federico «Freddy» Storani, y a fuerza de plomo de los fusiles de la Gendarmería Nacional, supieron «limpiar» de reclamos el puente Chaco-Corrientes y las calles de la Capital. Así lograron finalmente ingresar a la provincia, pisando los cuerpos de Mauro Ojeda y Francisco Escobar, asesinados en aquella sangrienta represión del 17 de diciembre del 99, bautismo de fuego de «Chupete». Como resultante, la UCR local, que hasta ese momento en Corrientes no tenía mayor peso político más que el de algunos centros de estudiantes universitarios, comienza a fortalecerse, y a pesar de representar a un partido nacional y centenario, lo hace también a partir del conservadurismo.
Ese mismo radicalismo, hoy pintado de amarillo, que gobierna en la provincia hace más de dos décadas consecutivas y que ha revalidado su poderío hace muy poco encaminándose al cuarto de siglo al frente del ejecutivo provincial, se ha doctorado en la manipulación para su conveniencia de la matriz conservadora. En cierta medida es lo que le permite conducirse casi que con total absolutismo. Tal es así que el PL, el PA, el PN y decenas de partidos se han convertidos en meros subsidiarios de la alianza gobernante capitaneada por la UCR, en efecto quienes se han perfeccionado en la utilización del tradicionalismo excesivamente untado con demagogia.
CORRIENTES REPÚBLICA APARTE
La Virgen de Itatí; el Gauchito Gil; la Fiesta Nacional del Chamamé; los corsos en carnaval; la causa Malvinas y particularmente la memoria fresca sobre el tremendo aporte en la guerra del 82; junto a esa frase que dice «si la Argentina entra en guerra, Corrientes la va a ayudar», como efectivamente sucedió en la ya mencionada y las guerras de la Triple Alianza… Aunque a criterio de quien escribe, esta última no es muy reivindicativa.
Luego de las menciones a santos, vírgenes, fiestas chamameceras y carnestolendas, y el realce del coraje autóctono característico, se llega a la frase infalible, la que repiten literalmente a sangre y fuego: «Corrientes República Aparte», la cual es aún mejor si se la grita con pañuelo de color al cuello y fusta en la mano.
Es así que hasta hay una publicación gráfica impresa de tirada diaria financiada desde el gobierno provincial desde hace unos quince años o más, la cual simula ser un diario. Le pusieron por nombre «La República de Corrientes» y hasta hace poco tiempo atrás, que después de una interna renació como «La República».
El slogan «Corrientes República Aparte», recurrentemente utilizado a repetición por parte del poder político y económico de la provincia, ha calado bastante hondo en gran parte de la comunidad, aunque ello juegue en perjuicio de los sectores más vulnerables. ¿El conservadurismo Correntino acaso plantea una propuesta separatista con esto? ¿Quizás estén proponiendo una especie de Balcanización en el país o la región? ¿O es la simple demagogia y oportunismo con clichés de remembranza en la Correntinidad?
LOS MÁS VALORADOS POR LA COMUNIDAD – LOS MÁS UTILIZADOS POR CONSERVADORES
GAUCHITO GIL: Antonio Mamerto Gil Nuñez, hijo de José Gil y Encarnación Nuñez. Nació un 12 de agosto de un año que podría ser 1847, en Mercedes, provincia de Corrientes, en la tierra del Paiubre (antiguo nombre de la localidad de Mercedes).
Cuenta la leyenda que el Ñandeyara (Dios Guaraní), se le hizo presente en sueños y le advirtió: “no quieras derramar sangre de tus semejantes”. El Gauchito sin dudarlo desertó del Ejército. Esa decisión y el haber conquistado a la mujer que pretendía un jefe de la policía, fueron algunos de los motivos para que lo sentenciaran a muerte.Cuenta también que existieron otras «desobediencias» que para el poder de turno fueron intolerables, como por ejemplo haberse ganado el amor y la complicidad de la peonada correntina que lo empezó a considerar y valorar como a un justiciero, como a un héroe de los más humildes; el que les robaba a los ricos para repartir entre los pobres, el que vengaba a los desprotegidos y el que sanaba a los enfermos. Fue así entonces que el pueblo lo fue protegiendo, alimentando y lo cuidando hasta que sus perseguidores lograron capturarlo para luego asesinarlo.
Dice la leyenda que lo apresaron mientras dormía una siesta luego de una noche de fiesta. Sus dos amigos que lo secundaban fueron asesinados al instante de ser descubiertos, pero al Gauchito Gil no le entraban las balas de los policías.
Aquel 8 de enero de 1874 para algunos, o de 1878 para otros, decidieron trasladarlo a Goya para juzgarlo, pero en el camino, a ocho kilómetros de Mercedes, sus verdugos cambiaron de idea y lo colgaron boca abajo en un árbol de la zona para que muera desangrado.
Así y todo, ninguno de sus verdugos se animó a ejecutarlo teniendo en cuenta la bravía fama del justiciero apresado. Finalmente un coronel de apellido Velázquez, contra su voluntad y siguiendo órdenes de un superior, lo degolló. Cuenta la leyenda que la sangre del Gauchito cayó a borbotones como una catarata y que la tierra se la bebió toda de un sorbo. Fue en ese asesinato que inmediatamente nació el mito y paradójicamente Velázquez, su asesino, desde ese mismo momento pasó a convertirse en su primer devoto.
Devotos del Gaucho Gil sostienen que antes de morir el santo pagano dijo: “Con la sangre de un inocente se curará a otro inocente”. El coronel, luego de entregar a las autoridades la cabeza de Antonio Gil, se fue a su casa y al llegar encontró a su hijo al borde de la muerte. En su desesperación recordó lo que le había dicho el gaucho y cabalgó a toda velocidad hasta la zona donde habían enterrado el cuerpo y puesto una cruz. Juntó los restos de la tierra todavía mojada por la sangre, con ella empavono a su hijo y el milagro sucedió, su vida se salvó.
VIRGEN DE ITATI: La Virgen de Itatí, o la «Virgencita de Itatí» como acostumbramos a llamarla, tiene su basílica en la localidad homónima, la cual surgió luego que el franciscano Luis de Bolaños llevara a esta una imagen de la Virgen en 1589. Está tallada en madera de timbó y el rostro en madera de nogal. El nombre de la Pura y Limpia Concepción de Itatí viene de la lengua guaraní «ita» que significa roca y «tí «, que significa blanca; o sea es una “piedra blanca”, debido a los yacimientos de cal que estaban junto al arroyo Caleria.
Luego que la Virgen de Itatí fuera traída de la reducción de Ciudad Real, provincia de Guayrá, los franciscanos la llevaron consigo hacia el sur, a Guayrá, debido a los constantes ataques de los indígenas. En ese lugar levantaron un oratorio y colocaron a la Virgen, pero un ataque de aborígenes hostiles destruyó el lugar y la imagen de la Virgen Inmaculada desapareció.
Según la tradición, la imagen habría sido encontrada en el curso del alto Paraná, no lejos del puerto de Santa Ana, por un grupo de indios. Estos vieron a la Virgen Inmaculada sobre una piedra rodeada de una luz muy brillante y acompañada de una música sobrenatural. Fray Luis Gámez ordenó el inmediato traslado de la figura a la reducción, pero la imagen volvió a desaparecer en dos ocasiones, retornando a su lugar cerca del río.
Los religiosos comprendieron cuál era la voluntad de la Santa Madre, y se dispuso el traslado del asentamiento a esos parajes. En 1615 (1580 según otras versiones) el puerto de Santa Ana quedó abandonado, y Fray Luis de Bolaños fundó la nueva reducción, a la que da el nombre de «Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí». Con el tiempo, el lugar comenzó a conocerse simplemente como Itatí y Fray Luis de Gamarra, párroco del lugar, fue el primero en dar a conocer los milagros de la Virgen. El 16 de julio de 1900, la imagen fue solemnemente coronada por voluntad del Papa León XIII. Fue entronizada con el nombre de Reina del Paraná y reina del Amor. El 3 de febrero de 1910, el Papa Pío X creó la diócesis de Corrientes, y el 23 de Abril de 1918, la Virgen de Itatí fue proclamada su patrona y protectora.
* Por respeto a lectoras y lectores, cabe aclarar que el artículo es una crítica al manejo oportunista por parte del conservadurismo, de las creencias y festividades populares. Y para nada pretende cuestionar la creencia, la fe ni la idiosincrasia de todo un pueblo, que en gran medida son compartidas por quien suscribe.
Jacinto Álvarez desde Corrientes