Rompecabezas

“Hay sectores que ayer amaron a Kirchner del mismo modo que hoy lo odian: a través de la televisión”, me decía un compañero dándole una breve tregua a su estofado con papas. Discutíamos acerca de la incapacidad del kirchnerismo de llegar a ciertos sectores (la clase media entre los primeros) y de los mecanismos vinculares de la política, cada vez más reacios al contacto físico y el intercambio.

Mientras la tele del bar clavada en Crónica mostraba la represión a los estatales cordobeses que protestaban por el proyecto de recorte a las jubilaciones impulsado por el gobernador Schiaretti (que parece haber repensado su postura sobre lo confiscatorio), la única conclusión del almuerzo tardío era el escenario de confusión y reacomodamiento político que sobrevino tras los cuatro meses de puja por la 125 que culminaron con el voto del divino de Cobos.

La sensación es la misma que comprar un rompecabezas de mil piezas, sacarle el envoltorio, contemplar el encastre perfecto de fábrica (ese que aun conserva algunos bordes semipegados) y desparramarlo de golpe en el piso. Cuando el millar de cartoncitos salta por los aires y aquella imagen inalterable de la lámina se convierte en un pandemonium donde las figuras se amontonan caóticamente y se vuelven irreconocibles, uno siente que será imposible armarlo de nuevo y que la tarea resultará digna de mejores Hércules. Bueno, eso. Algunos ejemplos de las últimas dos semanas.

Chiche Duhalde elogia al nuevo Jefe de Gabinete de Cristina.

Dirigentes progresistas que apoyan a este mismo gobierno que impulsará en breve un proyecto de nueva ley antimonopólica de comunicación, expresan su preocupación ante la renuncia de Alberto Fernández, única figura que les tiraba línea desde el poder pero que se oponía a dicho proyecto.

El gobernador Das Neves ensaya la gran Néstor: sentado sobre el petróleo de su provincia (que concesionó hasta el 2027 la explotación de Cerro Dragón, el mayor yacimiento de la Argentina) empieza la larga marcha desde el sur al 2011. Como un droopie patagónico lo veo con Sietecase en América, con Chiche en Canal 26 y siguen los medios.

Telenovela Rural: Cobos recibe a De Angeli. Cristina friza a Cobos. De Angeli habla en la inauguración de la Expo Ganadera. La Mesa de Enlace regresa de sus vacaciones de invierno y se reune con el nuevo secretario de Agricultura. Cobos visita la Rural en su última jornada.

Los soretazos vuelan de un lado a otro en Proyecto Sur. Pino Solanas envía un comunicado explicando por qué votaron como votaron junto a Miguens y sus fuerzas vivas. Un grupo encabezado por Alberto Lapolla y Ana Lorenzo envía otro comunicado manifestando por qué se retira de Proyecto Sur. Alcira Argumedo le responde a Lapolla en Página 12. Lozano apuesta a Buzzi, que se come la inauguración de la Rural con la crema agraria y los zapatos recién lustrados de Macri. La CTA cruje.

Sabatella intenta desmentir a Artemio López (que lo apodó “Avenida Don Bosco, porque muere en Morón”) y organiza en San Telmo un encuentro para extender su armado político allende los límites de su municipio.

Tras el café y antes de garpar, la discusión vuelve sobre los anuncios positivos del gobierno (suba del Salario Mínimo, proyecto de movilidad en las Jubilaciones). Señales desde la gestión mucho más claras que las señales políticas. Lo dificultoso de este rompecabezas es que, una vez deshecho, hay que armar con las mismas fichitas una figura distinta a la original. Y encima no viene con lámina de referencia. A lo mejor la solución sea sumar fichas nuevas, el reglamento lo permite.

¿Cómo recuperar la iniciativa? ¿Cómo reagrupar aquellas piezas que antes jugaban a favor y hoy patean en contra? “Va a ser jodido, mi viejo”, sentencia mi lúcido compañero de sobremesa. “El partido del éxito se terminó. Ahora solo queda el PJ”.

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