Un nuevo golpe parlamentario se consumó este martes en Paraguay. Esta vez, un grupo de 25 senadores que promueven la reelección presidencial -prohibida constitucionalmente- a través del ilegal atajo de la enmienda, usurparon la presidencia del Senado con el fin de aprobar un proyecto de “modificación” del reglamento interno que rige en la Cámara Alta. La modificación -aprobada en menos de 8 horas- allana el camino para la presentación del proyecto de reelección vía enmienda.
El “Senado paralelo” modificó el artículo 11, de modo que la mesa directiva que se renueva anualmente sea elegida entre el 1 y el 30 de junio -en lugar de serlo entre el 15 y el 30 de junio-. De igual manera, fue modificada irregularmente la mayoría necesaria para aprobar las mociones de orden: de una mayoría de dos tercios (30) a mayoría absoluta (23). Finalmente, se alteró el artículo 41 de tal manera de sustraer al presidente de la Cámara la atribución de obstruir las propuestas o comunicaciones que se presenten y que él considere inconvenientes. Los reeleccionistas lograron suprimir atribuciones al presidente del Senado y disminuyeron la mayoría requerida para la aprobación de mociones.
Para concretar la maniobra, el vicepresidente segundo del Senado, Julio César Velázquez (colorado), usurpó el cargo de presidente al titular, Robert Acevedo (liberal), y actuó de presidente del Senado desde su banca, recibiendo el proyecto y remitiéndolo a comisiones para su dictamen. El reglamento interno establece (art. 37) que los vicepresidentes, en orden de prelación, sustituirán al presidente en casos de muerte, ausencia o impedimento de éste. Velázquez actuó como presidente “de facto” del Senado sin que se registre ninguna de las causales previstas en el reglamento, ya que tanto el presidente Roberto Acevedo (liberal) como el vicepresidente primero Eduardo Petta (independiente) se encontraban presentes en la sala, y la Cámara Alta ni siquiera estaba en sesión.
“Los reeleccionistas lograron suprimir atribuciones al presidente del Senado y disminuyeron la mayoría requerida para la aprobación de mociones”
Posteriormente, se reunieron cuatro integrantes de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, y dictaminaron, precipitadamente, a favor de la aprobación del proyecto de modificación del reglamento. Para consumar la maniobra irregular, los usurpadores se reunieron a puertas cerradas en una pretendida “sesión extraordinaria” y aprobaron la modificación.
El objetivo final es la aprobación de la enmienda constitucional para que el presidente Horacio Cartes -al igual que otros ex presidentes de la República como Fernando Lugo y Nicanor Duarte Frutos- pueda presentarse nuevamente a elecciones, a pesar de la categórica prohibición constitucional existente. De acuerdo con la Constitución paraguaya “en ningún caso” alguien que haya ejercido la presidencia puede ser reelecto. La única forma legal que existe para habilitar la reelección es una reforma constitucional a través de una Convención Nacional Constituyente.
Irónicamente, el ex presidente Fernando Lugo (Frente Guasú), destituido de la presidencia a través de un golpe parlamentario el 22 de junio del 2012, está hoy del lado de los “golpistas”. Junto a Horacio Cartes y Blás Llano (liberal), Lugo es uno de los principales responsables de esta nueva interrupción del orden constitucional. Más allá de las diferencias superficiales de colores y siglas, parece unirles profundamente la ambición y la ausencia de escrúpulos que padecen.