¿Qué hacer?

Luego del paro realizado por los trabajadores y el show creado por los medios hegemónicos, analizamos en profundidad el problema de los desechos, la CEAMSE, y las posibles soluciones a un problema que ya lleva varios años.

Esta semana sucedió un hecho que acaparó la atención de todo el mundo, y los medios de comunicación escritos y audiovisuales trataron con la efusividad propia de quien cubre un terremoto o una guerra civil. Claro, no es para menos: tener al área Metropolitana de Buenos Aires (Capital Federal más Conurbano) tapada por bolsas de basura, es lo más cercano a una catástrofe que se puede llegar a encontrar por estas tierras.

El motivo del descontrol fue una medida de fuerza tomada por un sindicato, que denuncia que siente amenazada su fuente de trabajo. La huelga en sí misma, no duró más de 48 horas, tiempo suficiente como para demostrar el poder de presión que tiene este grupo de trabajadores.

¿Quiénes son? Se trata de los trabajadores de AGOEC (Asociación Gremial de Obreros y Empleados de la CEAMSE). Muy bien, pero ¿Qué es la CEAMSE?

La CEAMSE es la Coordinación Ecológica del Área Metropolitana de Buenos Aires, pero para casi todos los habitantes del Conurbano (y de la Capital Federal también), que ni siquiera saben lo que quieren decir sus iniciales, la CEAMSE no es “la”, sino que es “el”. Y esta incongruencia en el lenguaje se produce porque en realidad, “la” CEAMSE está directamente asociada a otro término de uso bastante frecuente en algunos lugares del Gran Buenos Aires: Relleno Sanitario.

Como los Rellenos Sanitarios dependen de “la” CEAMSE, esta institución pasó a ser automáticamente masculino, y no femenino.

Pero volvamos al origen de la cuestión: ¿Por qué tanto lío? Habiendo tanto lugar para depositar la basura, si los muchachos de la CEAMSE no quieren enterrarla en los rellenos sanitarios que dependen de ellos, se puede buscar otro lugar ¿No? Bueno, no es tan sencillo.

La Coordinación Ecológica del Área Metropolitana, fue fundada por la Dictadura Cívico-Militar a través del Decreto-Ley 9.111 en el año 1977.

A partir de su puesta en funcionamiento, que ocurrió en 1978, se crearon cuatro rellenos sanitarios: Villa Dominico (cerrado en 2004); los Complejos Norte I, II y III (al costado del Camino del Buen Ayre, en José León Suárez); Ensenada y González Catán. Hace unos años, también se cedieron unas tierras en Campo de Mayo para ser utilizadas como relleno, pero desde hace un tiempo se interrumpió esa práctica por orden directa de la Ministra Nilda Garré.

Si hay algo en lo que pueden coincidir todos los opinadores acerca de la “cuestión CEAMSE”, es que la situación de los rellenos sanitarios está colapsada.

Al cierre del Complejo Ambiental Villa Dominico, que dejó como saldo para la población vecina sierras de 45 metros de altura, suelos y aguas contaminadas, inundaciones en la planta urbana, y gases cancerígenos que emanan de los residuos enterrados por procesos de oxidación y combustión, se le sumaron en los últimos años las órdenes judiciales de cerrar González Catán y Ensenada.

Por el de Catán, se pudo llegar a un acuerdo entre la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Municipalidad de La Matanza y la Gobernación de la Provincia, para que en el lugar solo de depositaran residuos de la población matancera, hasta que se construyera una planta de tratamiento que reemplace al relleno. Esto está en vías de solución, ya que la Municipalidad firmó un acuerdo con el Gobierno Nacional, para la construcción de dicha planta.

De todos los distritos del Área Metropolitana, La Matanza es la segunda generadora de basura, después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En tanto que en el caso de Ensenada, la situación es un poco más compleja, y fue lo que terminó detonando el conflicto que esta semana cubrió de basura las calles y las veredas del Conurbano y la Capital Federal.

Pero volvamos nuevamente al origen de la CEAMSE.

La CEAMSE se concibió como un emprendimiento de tres patas: la Ciudad de Buenos Aires; la Provincia de Buenos Aires, y el Estado Nacional.

Obviamente, la coyuntura ambiental en la que fue creada la empresa, era muy distinta a la actual.

CEAMSE fue concebida con una supuesta equidad que en poco tiempo quedó evidenciada que no existía: por más fondos que pusieran el Gobierno Nacional y la Ciudad de Buenos Aires (hasta 1996, prácticamente la misma cosa), la Provincia era la que ponía el territorio. Esta desigualdad fue la que llevó a que las consecuencias del colapso las sufrieran los habitantes de la Provincia, jamás los de la Ciudad (más allá de los eventuales conflictos gremiales que podía ocasionar este colapso, como el ocurrido esta semana).

Vale decir también que, de todas las gestiones que hubo en la Provincia de Buenos Aires desde el regreso de la democracia, la única que realizó cuestionamientos a esta situación (cuestionamientos tibios, pero cuestionamientos al fin) fue la actual.

Daniel Scioli fue el único gobernador que le exigió a la Ciudad de Buenos Aires reformular las condiciones del acuerdo entre ambas administraciones para modificar las condiciones del acuerdo del CEAMSE. Sin embargo, Scioli se quedó a mitad de camino, y lo único que consiguió fue un aumento del dinero que aporta la Ciudad, pero en ningún momento presentó un plan para superar al colapso que atraviesan los rellenos sanitarios.

Para muestra basta un botón: a principios de este mes, se anunció con bombos y platillos la construcción de una Planta de Tratamiento para los Residuos Sólidos Urbanos en las afueras de La Plata. Al acto asistieron Daniel Scioli, en Intendente Pablo Bruera, y el Ministro de Ambiente de la Ciudad, Diego Santilli.

No obstante el anuncio, y el llamado a licitación, en el proyecto de Presupuesto 2011 que Scioli envió a la Legislatura Provincial hace unos días, no figura ninguna partida destinada para dicho emprendimiento.

Con la Planta de Tratamiento platense, no sólo se concretaría el cierre del relleno de Ensenada, sino que se descomprimiría la situación del Complejo Norte III, lugar adonde ahora va a parar la basura de la Capital Federal y todo el Conurbano (menos La Matanza).

Por lo visto, parece que no sólo a los trabajadores de la CEAMSE les conviene que el relleno de Ensenada continúe abierto. Empezando por los gobiernos de la Provincia y la Ciudad.

¿Cuál sería una alternativa viable y superadora de la CEAMSE?

Está visto lo que puede llegar a ocurrir ante la sola mención del cierre de alguno de los rellenos sanitarios que hoy existen, y al mismo tiempo también están comprobadas las reacciones que genera en la población la idea de que un nuevo relleno sanitario pueda inaugurarse en cualquier lugar de la Provincia o el Conurbano.

En estos años, han sido varias las manifestaciones vecinales de rechazo que se han producido, cada vez que trasciende que en alguna localidad se estudia la instalación de un nuevo relleno. A veces con razón, otras no tanto: son pocas las voces que se alzan, por ejemplo, en contra de la contaminación que generan los feed lots. Y ni que hablar del glifosato.
Volviendo al tema que nos ocupa, la alternativa de las Plantas de Tratamiento es una posibilidad.

Uno de los partidos del Conurbano que ha decidido explorar ese camino de manera seria y consecuente, es justamente La Matanza.

Con financiamiento de la Nación, La Matanza inició la construcción del Centro Ambiental de Recomposición Energética (CARE) que permitirá el tratamiento del 100 por ciento de los residuos sólidos urbanos. El emprendimiento utiliza las denominadas “tecnologías amigables” para tratar los residuos y generar energías renovables, encuadradas en el marco de Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL).

El CARE se instalará en la localidad de González Catán, en un predio con una superficie de 25 hectáreas perteneciente al Municipio. Esta obra, claro está, permitirá el cierre progresivo del Relleno Sanitario de González Catán y la creación genuina de 300 nuevos puestos de trabajo.

Antonio Piacquadio, es el jefe de Gabinete de la Secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de La Matanza, y uno de los encargados de desarrollar el Proyecto del CARE. Para Piacquadio, la única opción superadora de la CEAMSE, es su desaparición. “Ninguna iniciativa que pueda impulsar la CEAMSE puede aparecer como viable, porque el rechazo que genera la sola mención de sus siglas es tan grande, que nos encontraríamos con la férrea oposición de los vecinos de aquel lugar adonde se quiera trasladar un nuevo relleno sanitario. Otro término demonizado que ya no se puede pronunciar”, afirma el funcionario, que es abogado especialista en temas ambientales. Y amplía: “Uno de los escollos más importantes que tiene la CEAMSE para seguir funcionando, es su origen mismo. Para lograr una superación de la CEAMSE, habría que fundar una nueva agencia ambiental con otro nombre, nuevas funciones, y por supuesto, una nueva composición en su directorio. No puede ser que los Municipios no tengan ni voz ni voto en las decisiones que toman la Provincia y la Ciudad”.

Si para aquellos Municipios que cuentan con la presencia de rellenos sanitarios, los perjuicios han sido ambientales, la existencia de los mismos no ha sido menos perjudicial en los otros partidos del Conurbano. En este caso, se trata de un mal económico, porque resulta inconcebible que los vecinos de Florencio Varela o Almirante Brown (por citar apenas dos ejemplos), tengan que pagar un servicio de recolección de basura que incluye su deposición final en José León Suárez, a sesenta kilómetros de distancia. Un disparate.

Por eso deberían ser los Municipios del Conurbano los que consigan el apoyo económico necesario como para poder ocuparse del destino de la basura que sus propios habitantes generan. Tal vez esta iniciativa sea difícil de practicar en el Primer Cordón, donde los terrenos escasean, pero en los partidos del Segundo y Tercer Cordón, la idea es absolutamente viable. Tan viable, que es la que está estudiando el Gobierno Nacional para encarar una solución definitiva al problema de la basura.

La experiencia piloto de La Matanza definirá si se continúa o no en este sentido.

Por supuesto que habría que analizar caso por caso, y discernir a dónde van a parar los residuos de cada Municipio, dado que por características socio-económicas y culturales, el Conurbano se divide en cuatro grupos: el primer grupo (San Isidro y V. López) tienen el mismo perfil que Capital y generan promedio 1,5 Kg. Habitante/día; el segundo grupo todos del Primer Cordón, menos los mencionados y sumando a municipios como Hurlingham, Ituzaingo, Almirante Brown, Tigre, etc. generan alrededor de 1,2 Kg. Habitante/día; el tercer grupo, dominado por los municipios del Segundo Cordón (excepto los ya mencionados) promedian 1 Kg. Habitante/día; y el cuarto grupo, constituido por municipios del Tercer Cordón redondean los 0,75 Kg. Habitante/día.

A esto debemos añadir que las zonas más ricas generan residuos con mayor componente inorgánico y menos elementos orgánicos, composición que se invierte a medida que nos acercamos a los producidos por los del grupo cuatro. Estos componentes se relacionan con volumen y peso; siendo que a mayor composición de orgánicos más pesados y de menor volumen que aquellos de mayor constitución inorgánica, que inversamente son menos pesados y más voluminosos.

Lo único cierto, es que la CEAMSE (actualmente un bastión político del sciolismo, y no del moyanismo, como muchos nos quieren hacer creer), no puede seguir funcionando en las condiciones actuales.

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