Problemas ambientales y modelo de desarrollo

Desde 1972, el día 5 de junio de cada año se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Medio Ambiente; establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en su Resolución 2994 (XXVII) del 15 de diciembre de 1972 dando inicio de esta forma, a la Conferencia de Estocolmo, Suecia, sobre el Medio Humano. También ese mismo día la Asamblea General de la ONU aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Treinta y seis años se cumplen hoy de esta celebración, ¿pero hay algo positivo que celebrar? Realmente es un balance difícil. La problemática ambiental nos lleva a darnos cuenta de la relevancia de las luchas globales y las acciones locales. Al analizar cómo emergen los temas ambientales es sorprendente cómo surge la interacción entre una cuestión puntual y local y su increíble articulación con lo global.

Sin ir muy lejos el caso de la instalación de un complejo papelero en las márgenes del Río Paraná no sólo trajo a la luz un problema de manejo y gestión ambiental de una planta papelera, sino una disputa entre dos modelos de desarrollo. Uno centrado en el consenso y la búsqueda de un uso sostenible del ambiente, y de la otra margen del río una lógica de expoliación y puesta de la naturaleza en función de la renta capitalista. Nunca tan actual como hoy la afirmación de Mahatma Gandhi “el planeta ofrece cuanto el hombre necesita, pero no cuanto el hombre codicia”.

En los problemas ambientales encontramos permanentemente las contradicciones inherentes al desarrollo equitativo y apropiación desmedida de los recursos. Si hay algo que permite apreciar la mirada ambiental es el surgimiento de los movimientos populares ecologistas, similares en su lógica a la experiencia de Gualeguaychú.

Un buen ejemplo es el movimiento Chipko al pie de la cordillera del Himalaya, en el estado de Uttar Pradesh (India). Iniciado mayoritariamente por mujeres en 1973, se opone a la tala comercial de sus bosques, abrazándose a los árboles para evitarlo (Chipko significa abrazar en indi). El movimiento de oposición al proyecto del Valle Río Narmada (India) resiste, mediante movilización directa, a la construcción de 30 grandes embalses que desplazarán a más de un millón de personas e inundarán 3.500 km2 de bosques y 600 km2 de pastos y tierras de cultivo.

El movimiento Penan (Malasia) lucha, mediante el corte de rutas de acceso a los bosques, contra la tala del bosque Sarawak en el que viven. En Brasil, el movimiento de los seringueiros (recolectores de caucho), es defensor de la utilización respetuosa de los recursos forestales de la Amazonia Brasileña. Fue creado por Chico Mendes a principios de los años ‘80.

Esta breve enumeración de algunos movimientos sociales defensores del medio ambiente simplemente nos muestra cómo se expresa la lucha contra la desigualdad en la arena ambiental. Analizar los problemas ambientales implica siempre pensar qué modelo de desarrollo queremos o aceptamos que nos sea impuesto.

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