El documento sintetiza el espíritu de la matriz presupuestaria de recursos y gasto público de la Ciudad de Buenos Aires para el 2022. Profundiza lo ejecutado durante el primer gobierno de Horacio Larreta: más recaudación, aumentos de impuestos, más desigualdad y menos inversión pública.
Se incrementa el alejamiento del Estado de la Ciudad en la planificación del tejido urbano, productivo y ambiental de la metrópolis, ganando terreno y espacio el mercado en una de sus distintas facetas: inmobiliaria, de las grandes empresas de servicios y productivas y de los desarrolladores urbanos.
Es así como ciertas cifras de la realidad social porteña no sorprenden y no mejoran, profundizando niveles de desigualdad económica:
- El presupuesto 2022 de la Ciudad duplica recursos respecto al del 2020.
- Poco más del 25% de la población está en la pobreza y dentro de ella un 9,4% en la indigencia.
- La Ciudad dejó de ser el distrito con más ingreso per cápita del país.
- La desigualdad medida por el índice de Gini muestra que en el primer trimestre de 2016 era 0,404 y en el segundo trimestre 2021 empeoró a 0,414.
- Más de un 20% de la población tiene problemas de empleo, alcanzando la desocupación el 9,4% y la subocupación horaria el 11,7% lo que muestra este último dato una alta informalidad en el empleo.
- El empleo privado formal en la Ciudad viene en caída permanente desde el año 2017.
Estos datos sumados a la ausencia de políticas públicas de la Ciudad relacionadas con el acceso a la vivienda, de una estrategia de desarrollo productivo que tenga como objetivos la sustentabilidad económica de las pymes y el comercio minorista, de protección del medio ambiente y la concientización sobre los recursos naturales que la Ciudad posee, hacen de Buenos Aires una Ciudad donde la calidad de vida se deteriora constantemente y muchas familias no cuentan con los recursos suficientes para seguir habitando en ella. Es así como se produce un mecanismo natural de expulsión y exclusión de sectores medios y de escasos ingresos que emigran al conurbano de la Provincia de Buenos Aires. Se describe más abajo cómo el modelo de Ciudad excluyente, más contaminante y cara se reproduce en el presupuesto de recursos y gastos.
INCUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS EN LA PRESENTACIÓN
Llevamos tres períodos consecutivos donde el Ejecutivo de la Ciudad no respeta la fecha del 30 de septiembre para presentar el Proyecto de Ley de Presupuesto.
Para el Presupuesto 2022, se ingresó el expediente cuarenta y siete días después del 30 de septiembre, un miércoles y el viernes siguiente. Dos días después vino el ministro de Hacienda a dar su opinión, y una semana después el bloque mayoritario despachó el expediente para ser tratado en el recinto el 9 de diciembre. La información necesaria para un análisis más pormenorizado fue entregada aún después de la visita del ministro. Una vez más las funcionarias y los funcionarios no vienen, impidiendo un sano intercambio de ideas, propuestas, inquietudes, iniciativas que permitía esas jornadas.
Se impone una mayoría automática, elegida democráticamente, pero que actúa aplicando los votos por encima del sano debate. No se cuestiona la legalidad de dichos votos, pero sí cuestionamos la metodología que daña el respeto a quienes representan a otros porteños, la convivencia y los sanos usos y costumbres que tienen el tratamiento de la ley más importante de una gestión: el presupuesto.
Debemos agregar que al momento de tratar el Presupuesto del año en curso, el Poder Ejecutivo inauguró el concepto novedoso de “Proyecto de Contingencia” en función de la pandemia y de las modificaciones al Régimen de distribución de ingresos de coparticipación; se repite esta idea para el proyecto del año 2022. El Presupuesto siempre está vinculado a un Cálculo de Recursos que es estimado en función de variables económicas y están previstos los mecanismos legales correspondientes por si ocurren hechos que modifiquen la idea original.
LAS CONTINGENCIAS: CORTE SUPREMA Y EL F.M.I.
Mucho se hizo hincapié de los motivos que llevaban a considerar a este presupuesto como de “contingencia”: la probable resolución por parte de la Corte Suprema de Justicia sobre el reclamo de la Ciudad por fondos coparticipables y la “supuesta” “probabilidad” de modificación de las variables macroeconómicas del presupuesto nacional si se firma un acuerdo con el F.M.I.
Ambas razones no guardan ninguna relación con el concepto de “contingencia”; si alguna o ambas situaciones ocurriesen en el futuro, lo que está obligado el Ejecutivo de la Ciudad es a presentar las modificaciones de Presupuesto, que siempre va a ser una estimación lo más cercana posible a los recursos que obtendrá el estado de la Ciudad y la aplicación de estos en el gasto público.
COPARTICIPACIÓN FEDERAL DE IMPUESTOS.
Respecto a los ingresos generados por la Coparticipación, el Ejecutivo de la Ciudad estimó una “pérdida” (concepto erróneo como el de “contingencia”) de $ 95.831.- millones de pesos entre 2020 y 2021 y una “pérdida” proyectada para el 2022 de $ 119.833.- millones de pesos.
Ya la denominaron “quita inconstitucional” cuando no hubo un fallo que la calificase a lo dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional con tal concepto.
Recordemos que tras la decisión de volver al 1,4% de Coparticipación para la Ciudad se incluía una nueva Transferencia de recursos de la Nación a la Ciudad por el gasto efectivo del traspaso de las fuerzas de seguridad; esas transferencias van a sumar para el 2022 $ 39.375.- millones de pesos lo que representa casi el 30% del gasto total de seguridad.
Volviendo al tema Coparticipación lo que el Gobierno de la Ciudad no dice es que aumenta del 11,8% en el 2021 a 12,6% en el 2022, la participación de dichos recursos sobre el total de recaudación se proyecta, aumentando un 54% el monto a percibir respecto al 2021.
LAS PROYECCIONES PRESUPUESTARIAS PARA EL 2022: RECURSOS TOTALES Y GASTOS DE CAPITAL
El Presupuesto de Gastos y Cálculo de recursos para la Ciudad de Buenos Aires, para el año 2022 se estima en $ 964.387.822.005.- (casi un billón de pesos), un 44% más que lo que se va a recaudar en el 2021.
Este ejercicio tiene previsto nuevamente un déficit financiero, después del pago de servicios de la deuda pública, que totaliza la suma de $ 20.044.985.203.- lo que equivale al 2,1% del total presupuestado. Caber remarcar, que desde que Macri y Larreta gobiernan la Ciudad, salvo dos períodos, siempre tuvimos déficit financiero. En este marco, los Gastos de Capital (el gasto de inversión que realiza la Ciudad) aun aumentando un 45% respecto al 2021 representan tan solo un 14% del gasto total, apenas la cifra de $ 135.089.044.512.- millones de pesos. Sólo como dato para tener en cuenta, al tercer trimestre del 2021 el área de vivienda no llegó a ejecutar el 50% del presupuesto que tenía previsto. Si revisamos los presupuestos de otros años, este 14% de participación del gasto de capital en el presupuesto, porque en períodos anteriores lo sucedido fue: para 2017 el 20,4%, para 2018 el 19,8% y para 2019 el 18,6%.
Mientras tanto, la Ciudad no inaugura una estación de subte desde hace tres años; la última lluvia produjo inundaciones en La Boca, Parque Patricios, Almagro, General Paz, Villa Urquiza y Coghlan; la línea B de subtes tuvo que ser interrumpida; Villa Lugano sigue sin tener hospital; sigue la falta de vacantes por una infraestructura escolar deficiente e insuficiente; y se siguen aprobando leyes para la construcción de barrios exclusivos y de torres de más de 45 metros de altura, llenando la Ciudad con edificios que no están pensados para las necesidades habitacionales de la población.
CREACIÓN Y AUMENTOS DE IMPUESTOS.
Otro de los aspectos que vuelve a tener impacto en el Presupuesto 2022, y que explica gran parte del crecimiento de los recursos, es el aumento de impuestos.
En síntesis, los aumentos contemplan: tarifa de Subtes, peajes en autopistas., Ecobici, estacionamiento medido en el espacio público, multas, Impuestos de sellos y trámites, Alumbrado, Barrido y Limpieza, Patentes automotor, Verificación Técnica Vehicular y Taxis.
En estos ítems los aumentos y actualizaciones serán, de mínima, iguales a la inflación. Por eso siempre decimos que vivir en la Ciudad gobernada por Horacio Larreta es cada vez más caro, y sumado a los datos sobre pobreza (26,5% de la población) e indigencia (9,4% de la población) conforma un modelo de ciudad “expulsiva”: gente que vive en barrios de sectores medios les es más difícil pagar impuestos entonces se trasladan a barrios más humildes, y la de los barrios humildes se van a la Provincia de Buenos Aires, encareciendo sus gastos de transporte al trabajo.
Por otra parte, días atrás se sancionó la Ley de “Régimen especial de regularización de construcciones y obras”, la cual ratificó este sentido, ya que se legisló pensando en la recaudación y no en el impacto ambiental y urbanístico.
Por último, en 14 años ininterrumpidos de Gobierno PRO no hubo un debate serio e integral sobre el sistema tributario de la Ciudad, que sigue siendo dependiente casi exclusivamente del Impuesto a los ingresos brutos que representan el 67,4% de los ingresos totales para el 2022 (aumenta un 43% su recaudación respecto al 2020), mientras que el Impuesto Inmobiliario representa tan solo el 6,7% del total de los recursos.
EL GASTO PÚBLICO DE CABA: ALGUNAS CONSIDERACIONES
El gasto público total para el 2022 aumenta un 39% respecto a 2021, o sea por debajo del aumento de recursos que es del 44%.
Transferencias corrientes: este inciso aumenta sólo un 33%, cinco puntos por debajo del aumento del gasto total y disminuye su participación en el total del presupuesto del 12,7% a 12,1%.
En transferencias corrientes incluimos gastos tales como asistencia a familias que están por debajo de la línea de pobreza, ayudas sociales y el subsidio de la tarifa de subte. Esto implica que se vienen aumentos de la tarifa de dicho transporte y va a disminuir la asistencia en familias de bajos recursos. Los ingresos familiares per cápita de los hogares de todas las Comunas han registrado un retraso sustancial respecto de la inflación, medidos tanto en términos nominales como en términos reales. Este objeto del gasto también debería atender a las Pequeñas y Medianas empresas de la Ciudad, pero el gobierno local se corre de esta asistencia, aprovechando los múltiples programas que ofrece el Gobierno Nacional para que este sector productivo pueda crecer generando empleo genuino.
Gastos de Amortización de Deuda e intereses: representan un 7,2% del total del presupuesto para el año 2022 y suman $ 69.755,6 millones de pesos. Si bien la participación en el total del Presupuesto es menor a la del 2020, el monto total a desembolsar aumenta un 23% en valores absolutos respecto al 2021, equivalente a $ 13.054,9 millones de pesos.
Analicemos uno de los “cliché” que repite el ejecutivo de la Ciudad como un “gran logro alcanzado: “el 61% de la deuda es en pesos y solo el 39% en moneda extranjera”, explicando de esta manera un proceso de reconversión de deuda de moneda extranjera a moneda en pesos; cabe recordar, que esta composición de deuda es igual a la del 2009, o sea el mismo gobierno del PRO, incrementó la deuda en dólares desde el 2009 en adelante y después la convirtió en pesos para alcanzar la actual composición.
El otro “cliché” es sobre el total de deuda, en la actualidad de U$S 2.398 millones de dólares; es verdad que se redujo la deuda respecto a 2020 y que representa el 38% de los ingresos totales del 2021, pero también es verdad que ese total de deuda es igual al nivel del 2015.
Hagamos esta comparación para entender prioridades y distribución de recursos: los pagos de obligaciones de deuda e intereses son superiores al Presupuesto del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat encargado de la asistencia alimentaria, social y de todo tipo a familias pobres y humildes que cuenta con $ 60.671,7 millones de pesos, un 6,3% del total en una Ciudad con más de un cuarto de su población por debajo de la línea de pobreza.
EL GASTO EN LOS MINISTERIOS DE SALUD Y EDUCACIÓN
El gráfico precedente nos muestra la ejecución del Gasto desde el inicio de la gestión PRO al frente de la Ciudad de Buenos Aires; sólo tomando desde el año 2016, la participación del Presupuesto de Educación disminuyó al año 2020 del 19,64% al 17,32%; esa diferencia de 2,3% implican para el 2021 que el Ministerio de Educación de la Ciudad deja de recibir recursos por casi $ 15.000 millones de pesos.
¿Qué se prevé para el 2022 para el Ministerio de Educación? La participación será del 17,56% casi el mismo porcentaje que el 2020 y seguramente terminará por debajo cuando en el 2023 tengamos los datos de la ejecución presupuestaria.
Cuando nos preguntamos por qué faltan insumos, por qué la comida de los comedores escolares no es de calidad, por qué aumenta la matrícula en instituciones privadas y disminuye en la pública, una parte importante de las repuestas a dichas preguntas se inician en la disminución de la participación del Ministerio de Educación en el total del presupuesto.
Si tomamos el Ministerio de Salud y sacamos el año 2020 influenciado por la pandemia del Coronavirus, entre 2016 y 2019 también se da el mismo fenómeno: disminuye la participación en el total de recursos de un 17,11% al 14,84%, lo que representaba para el Ministerio en el año 2019 cerca de $ 10.000 millones de pesos.
Cuando nos preguntamos por qué las enfermeras y enfermeros no tienen sueldos dignos, por qué no hay insumos en los hospitales, por qué hay que esperar meses para algunas operaciones, una gran parte de las respuestas están en la falta de prioridades presupuestarias para el Ministerio de Salud.
En lo específico, la distribución del gasto nos vuelve a mostrar que el área de Salud sigue perdiendo participación en el total del presupuesto. En los dos años que llevamos de Pandemia y también en el proyecto de presupuesto 2021, Salud representa alrededor del 16% del gasto. A su vez, el aumento en pesos interanual es inferior a la inflación prevista para el año próximo. Para el 2022 está previsto contar con un total de recursos que suma los $ 149.309,6 millones de pesos un 15,48% del total presupuestado.