Pasos previos de EEUU para la IV Cumbre de las Américas: impulsar a Fujimori en Perú y reelegir a Uribe en Colombia

Por Causa Popular.- Imposibilitado de implementar del Área de Libre Comercio para las Americas (ALCA) mediante un acuerdo multilateral, los Estados Unidos continúan su avance hacia el mismo objetivo, pero ahora por medio de acuerdos regionales facilitados por gobiernos dóciles a sus presiones. Luego del NAFTA (Canadá y México), siguió el CAFTA (América Central), y como si los pasos respetaran los límites geográficos y la simbólica dirección Norte-Sur tan cara para los pueblos latinoamericanos, durante la última semana se realizó en Washington, la XIII ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio Andino entre el anfitrión, Colombia, Ecuador y Perú. Mientras tanto, dos de sus más fieles servidores fueron noticias en países claves para sus intereses. La autorización para la reelección de Álvaro Uribe y la posible reaparición de Fujimori en las elecciones del próximo año en Perú, polarizan aún más la política latinoamericana y aumenta las posibilidades de fortalecimiento del imperio.

Las negociaciones que se realizaron durante la última semana en Washington para dar forma al Tratado de Libre Comercio Andino, mostraron a los presidentes de Colombia -Alvaro Uribe Velez- y de Perú Alejandro Toledo como los más fieles seguidores a los intereses norteamericanos. El presidente de Ecuador Alfredo Palacio, presionado por los movimientos sociales de su país fue el único que esbozó un intento de defender los intereses de su país.

Antes de comenzar la XIII ronda de negociaciones, las largas negociaciones se habían estancado en los ya clásicos acuerdos agrícolas y de propiedad intelectual. Una desgravación absoluta de los productos agrícolas subsidiados por los Estados Unidos son lapidarios para los productos de los países negociadores.

A pesar de que un acuerdo de estas características destruiría la producción peruana de algodón, Toledo, el presidente del país incaico, está siendo todo lo posible por firmar el cuerdo antes de fin de año, y poder dejar los deberes hechos antes de dejar la presidencia en abril de 2006.

Según informó la agencia alternativa Bolpress, cada paso de Toledo está apoyado por el presidente de Colombia Alvaro Uribe. Las trabas para que el TLC Andino no sea firmado, por ahora sólo proviene por parte de Ecuador. Según publicó esta agencia, “La misión ecuatoriana que participa en Washington en la XIII ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos tiene recomendado descartar cualquier negociación que ponga en peligro la soberanía nacional.

El presidente Palacio instruyó a su equipo no ceder en Propiedad Intelectual ni tampoco discutir nada sobre datos de prueba, uno de aspectos de interés para los norteamericanos. La negativa de Quito a avanzar en estos aspectos, así como en temas de patentes y biodiversidad, podría dejar al país fuera del TLC.”

La cita comenzó este lunes y se prolongará hasta el 21 de octubre para analizar cuatro temas: Ambiente, Propiedad Intelectual, Acceso a Mercados Industriales y Textiles-Reglas de Origen. Luego de las negociaciones en Washington el próximo capítulo se escribirá en nuestro país, cuando Alejandro Toledo impulse el tratado en la IV Cumbre de las Américas a realizarse el 4 y 5 de noviembre. En Mar del Plata se reunirán los cuatro países que negocian el TLC Andino.

Dos viejas caras para reafirmar la nueva táctica

Alberto Fujimori en Perú, junto a Salinas de Gortari en México, Carlos Andrés Perez en Venezuela, Color de Melo en Brasil, y Carlos Menem en Argentina, son algunas de las figuras más emblemáticas de las políticas del neoliberalismo en la región durante la década del 90. Que a pocos meses de la realización de elecciones en Perú se esté discutiendo la posibilidad de que Fujimori se presente como candidato a ocupar la primera magistratura de su país, representa toda una señal de reafirmación de los intereses norteamericanos.

“Una primera batalla ha sido ganada”, dijo el paso jueves desde Tokio el ex presidente Alberto Fujimori al comentar un fallo del Poder Judicial que lo absolvió en uno de los 22 casos de corrupción por los que se encuentra prófugo, y luego ratificó que nadie debe dudar de que volverá a Perú para ser candidato presidencial el próximo año. “Estoy convencido de que el triunfo de la verdad y de nuestra opción política en el 2006 llegarán como producto de nuestra lucha y resistencia democrática”, dijo el ex mandatario sin sonrojarse.

Fujimori habló desde la capital japonesa donde está refugiado desde noviembre de 2000 luego de ser destituído envuelto en un escándalo de corrupción. La Corte Suprema de Justicia de Perú lo absolvió el pasado martes en un caso de compra irregular de repuestos para helicópteros de fabricación rusa y camiones de origen alemán en 1993, en la primera sentencia exculpatoria.

El presidente peruano está acusado además de delitos de asociación ilícita para delinquir, abuso de autoridad, malversación de fondos y colusión ilegal. Aún tiene pendientes 21 procesos abiertos en su contra, dos de esos procesos llevaron al gobierno peruano a solicitar su extradición a Japón desde 2003.

En uno de ellos está acusado de ser autor intelectual de dos matanzas perpetradas por un escuadrón de la muerte en 1991 y 1992 en las que murieron 25 personas. El otro proceso es por un pago irregular de 15 millones de dólares a su ex brazo derecho, Vladimiro Montesinos, procesado por múltiples delitos.

Si bien la cantidad de causas judiciales le impiden hasta ahora volver al país sin ser apresado, varios análisis de la prensa peruana dan cuenta de que esta primer absolución de Fujimori se produjo en un contexto en que se observan signos de que se puede estar facilitando el camino para que el ex mandatario participe en la elección de abril próximo para designar al sucesor de Alejandro Toledo.

A pesar de que en noviembre de 2000 el Congreso lo destituyó e inhabilitó para ejercer cargos públicos por diez años luego de que envió su renuncia a la presidencia vía fax desde Tokio, en Perú especulan que existen indicios de que el Jurado Nacional de Elecciones -el máximo tribunal en materia electoral y quién tiene la última palabra para decidir si puede o no ser candidato- puede legar a habilitar su presentación.

Si bien una presentación de Fujimori no le asegura la presidencia, si reafirmaría las pretensiones de la derecha en el país, todo indica que no quedaría muy lejos de la candidata de la misma línea política Lourdes Flores, quién hasta la fecha marcha primera en las encuestas.

Los vientos políticos colombianos parecen también moverse en la dirección que pretende la administración Bush. Esta semana el presidente Alvaro Uribe sorteó el último escollo para su reelección. La Corte Constitucional validó la reforma que le permitirá ser candidato en mayo, un fallo que según analistas colombianos además generará efectos de largo plazo en el conflicto armado interno que hasta ahora recibió una ayuda financiera norteamericana de 3000 millones de dólares.

Los expertos esperan un incremento en la guerra, pues Uribe, con 70% de popularidad hacia un segundo mandato, intentará mostrar resultados contundentes, mientras los rebeldes tratarán de desgastar su buena imagen.

Alvaro Uribe representa una pieza clave para las ambiciones norteamericanas. Su gobierno, a través del Plan Colombia, permitió el ingreso de tropas norteamericanas para combatir las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Si bien los marines aún no han entrado en combate directo, y se dedican a asesorar las tropas colombianas, quienes son las que están perdiendo la guerra y derraman su sangre -ver Causa Popular 30 de abril de 2005-, la amplia frontera que mantiene este país con Venezuela representa una zona clave en la estrategia del imperio para el control de la región.

Colombia, Perú, Chile, Brasil, Bolivia y Venezuela están muy próximos a renovar sus primeras magistraturas, Estados Unidos no quiere nuevas sorpresas y parece haber asegurado la continuidad de su influencia en dos de sus viejos lacayos. Se acerca un año de definiciones en América Latina.

La IV Cumbre de las Americas a realizarse en Mar del Plata reafirmará o modificará alianzas sobre dos liderazgos cuyos intereses son cada vez más antagónicos. Estados Unidos por un lado y Venezuela y Cuba por el otro, se disputan el liderazgo de la región. Cada vez hay menos dudas de que el futuro de los pueblos de América Latina dependerá de quién sea el vencedor de esta guerra, por ahora silenciosa.

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