Para el enemigo somos iguales

La periodista y colaboradora de ZOOM responde a la nota firmada por Pablo Waisberg sobre la última asamblea de la UTPBA.

He estado desde hace muchos años en el sindicato de periodistas, el mismo que se continuó con la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires. (UTPBA). Esta también integra la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) en cuya fundación estuve en los años 76 en México y cuyas acciones y reuniones y comunicados en defensa de las mejores causas de América Latina, son ignoradas por los grandes medios y por algunos compañeros que tienen lamentablemente anteojeras ideológicas cerradas a todo lo que no sea su patiecito. Los sucesos de la Asamblea están filmados porque siempre se hace esto en las que realiza la UTPBA, y creo que el compañero que escribió esta nota no vio lo que yo vi en el tratamiento indecente que esas listas contra UTPBA le dieron a muchos compañeros jubilados, que me constan que son de prensa. Precisamente si algo digno tiene la UTPBA es que nunca dejó solos a los jubilados de prensa.

La UTPBA puede tener errores, pero en los años 90 abrió un frente extraordinario de discusión en contra de la concentración mediática cuando nadie decía nada y hubo un Congreso histórico con miles de asistentes donde también se discutía la Ley de Medios. Tengo en mis archivos muchos de aquellos documentos que se produjeron en la UTPBA con respecto a la Ley de Medios, que también fueron incorporados entre los muchos que colectivamente contribuyeron a una de las leyes con mayor trabajo colectivo que se conozca, para orgullo del país y reconociendo de mi parte la enorme voluntad de este gobierno para que al fin recuperáramos los espacios del pueblo. Es mentira que la UTPBA nunca hizo nada y es mentira que no estaba en algunos conflictos. Pero a mí no me extraña nada este tipo de acusaciones porque lamentablemente algunos compañeros que se dicen de izquierda o progresistas acuden a las mismas enseñanzas de la derecha más brutal. No es necesario mentir para debatir por posiciones políticas. Cuando se miente para ganarle a un adversario por las razones que sea, se está atentando contra la ética que debe tener una izquierda. Hace un tiempo unos compañeros me discutían que la UTPBA no estaba en un conflicto y yo había pasado saludando a las compañeras que estaban ahí presentes desde la mañana, sin comer incluso. Más alguien vino a filmar y no las fotografió ni filmó. ¿Cómo se llama eso? YO LO VI.

Lo que molestó a algunos fue la masividad de la Asamblea y que la UTPBA ganara en buena ley. Lamentablemente hay compañeros, como he visto en algunas facultades, que cuando los votos favorecen a otros hasta terminan quemando urnas para hacer elecciones nuevas. Por eso es tan baja la representatividad estudiantil, porque se ha perdido credibilidad y es lamentable usufructuar de un triunfo en tal o cual lugar cuando absolutamente la mayoría no vota. En este caso, pedí ver todo lo que sucedió en la Asamblea y hablé con amigos de mucho tiempo, que como yo misma, tenemos por costumbre criticar a la dirección de la UTPBA lo que creemos criticable, sin que por eso se nos haya radiado. Yo he concurrido a reuniones de otros sindicatos de prensa, pero lo que jamás se me ocurriría es intentar romperlos. Quien rompe un sindicato como se trata en este caso de la UTPBA, está en la misma onda de los que intentan destruir todo, en tiempos donde el imperio avanza con prisa y sin pausa. He escuchado vergonzosas mentiras de algunos grupos supuestamente de izquierda cuya única finalidad es estar contra todo y todos.

Entonces, al compañero que escribió esa nota y no conozco, le digo que no basta sólo con consignas aparentemente revolucionarias, porque lo que cuenta es la conducta, inclusive para debatir. Recuerden que hay más de cien compañeros desaparecidos que estaban en el viejo sindicato al que sucedió la UTPBA. También recuerden que esta dio protección a los familiares de esos compañeros, a jubilados y desempleados que quedaron un día en pampa y la vía. La UTPBA puede tener muchos defectos, pero ninguno de ellos como para que alguien los ponga en el campo del enemigo. Porque eso compañero es olvidarse de muchos años de lucha. Y entonces es bueno comenzar a cambiar de actitud. Siendo yo de UTPBA he asistido respetuosamente a actos de Fatpren y otros, con mucho respeto, tranquilidad y dignidad y he compartido también lo bueno que cada uno hace. Somos muchos aunque el compañero crea que se inventan para Asambleas. Al contrario, somos bastantes los que por trabajos diversos no pudimos estar, y si no que revise la historia de los últimos años de la UTPBA: sus congresos por la lucha contra la desinformación al que asistieron miles de todo el país, o en los tiempos de las graves agresiones a periodistas y el asesinato de José Luis Cabezas, y también su papel en este tiempo antiimperialista que expone en todos los frentes internacionales. Esto lo he visto y vivido personalmente en la solidaridad activa con aquellos que luchan. Hay mucho por hacer en la UTPBA, como en todos los otros sindicatos, pero no es deshaciendo, atacando, mintiendo, como se gana. Le recuerdo, compañero, que la UTPNA fue la que abrió sus puertas y su obra social a los compañeros de medios alternativos, que nadie hubiera reconocido, pero que han sido los que fielmente y con grandes sacrificios personales dieron y dan su pequeña batalla contra la desinformación. A mí no me molesta que sean de donde sean porque los he visto trabajar contra viento y marea, y ha sido una experiencia conmovedora en todo el país. Se gana en buena ley, se gana en trabajo de base, se gana con respeto. Recuerden que en las tumbas colectivas de la dictadura hay compañeros de todos los campos, de distintas organizaciones. Para el enemigo somos iguales, y ¿por qué entonces nos vamos a maltratar de esa manera entre nosotros? Hagamos el camino inverso. Y en todo caso, exijamos a TODAS las direcciones representarnos seriamente, y volvamos a discutir algo que discutimos en la UTPBA, el tema de la ética periodística, que hoy es más necesaria que nunca. El único al que no le interesamos juntos es al enemigo, que es fuerte y recibe mucho dinero para quebrarnos. Tengo muchos años, pero jamás perseguiré a un compañero al que puedo criticar y quien también puede criticarme y debatir. Con esa idea limpia camino mejor.

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