Por Causa Popular.- El jueves 14 de julio, tres inspectores de la Justicia Contravencional y el responsable de la División de Contravenciones y Faltas de la Policía Federal, intentaron ejecutar una orden de clausura en el Hotel Bauen, autogestionado desde hace un año por sus trabajadores. El tradicional Bauen, ubicado en Callao y Corrientes, fue reabierto dos años después de su cierre en diciembre del 2001. Actualmente, 120 trabajadores mantienen el Buen funcionamiento al ochenta por ciento de la capacidad instalada en la que cotidianamente se hospedan muchos turistas, y su auditorio es utilizado por renombrados artistas. Desde hace más de un mes vienen sufriendo un hostigamiento de la justicia contravencional, que alude problemas de seguridad en el hotel. Causa Popular conversó con Marcelo Ruarte, presidente de la Cooperativa, quien describe en que situación legal de encuentra la cooperativa, las mejoras que permitió la autogestión, y porque los trabajadores reclaman su legítimo derecho a administrar el hotel Bauen.
– Causa Popular – ¿La semana pasada tuvieron un intento de clausura del Hotel?
– Marcelo Ruarte – Desde hace un mes que venimos con un pedido de clausura en el juzgado contravencional sobre el tema habilitación, y fueron varias repetidas. En una nos clausuran administrativamente. Pero como teníamos compromisos contraídos con reservaciones y todo, esto nos permitió que la clausura no fuera en forma definitiva.
– CP – ¿Cuándo se produjo esa clausura?
– M R – Hace un poco más de un mes nos pusieron dos fajas, pero en lugares ocultos, no están a la vista. Luego de eso entablamos un camino de contacto con la jueza Paula Cavalieri del Juzgado Nº3 Contravencional, a la que conocemos personalmente, y junto con algunos funcionarios de gobierno y nuestra asesora, estuvimos conversando con esta mujer. La jueza fue la que accedió a que nosotros cumpliéramos con las normativas, que ella consideraba que tenía un “desfasaje”.
– CP – ¿A que se refiere la jueza?
– MR – Todo tiene que ver con la seguridad. Pero hoy, por hoy, el hotel está más potenciado en seguridad que cuando lo tenía la patronal. Quien te habla estuvo 25 años acá. Contando los dos que hace que estamos acá con la cooperativa, estuve 23 años trabajando para el Bauen. Arranque en el 80.
– CP – ¿Cuáles fueron las mejoras que alcanzó la autogestión del hotel?
– MR – Empezamos con el tema de las cañerías. Como eran todas de galvanizado, al estar el hotel casi dos años cerrados, cuando pusimos a andar todo, empezó a romperse. Pero nosotros potenciamos los ascensores, tenemos un excedente en matafuegos, y tenemos dos arquitectos trabajando a pleno con el tema de la habilitación. Una medida cautelar del juez Gallardo, el mismo que clausuró la rural, para que se solucione el tema Bahuen, nos permitió abrir un expediente para la habilitación. Nosotros estamos trabajando con una responsabilidad enorme, si nos comparamos con un empresario que tuvo todas a su favor para llevar a cabo una gestión, nosotros estamos por arriba de eso.
Acá en 25 años nadie reguló nada. Ni el crédito que otorgó el BANADE para la realización del Hotel que el dueño nunca pagó, ni un derrotero de 6 millones de pesos de ABL. Llama la atención,¿no?. Nadie controla nada en esta Argentina, y ahora quieren hacerlo.
Al tiempo que entramos acá, entramos en contacto con la familia Yurcovich, que son los dueños, pero que no pueden hacer uso de la titularidad porque están inhibidos. Nosotros al poco tiempo de entrar firmamos un convenio con el Gobierno de la Ciudad, el secretario de Desarrollo Económico del gobierno porteño de entonces Eduardo Hecker -hoy presidente del banco Ciudad-, la cooperativa, la familia, y un abogado de parte de los acreedores.
En esa reunión quisimos firmar un convenio con el compromiso de que él pagara una caución que tiene en el juzgado comercial, otra cosa más a parte del ABL y el BANADE, pero como está inhibido no puede firmar ningún tipo de locación. O sea, nunca tuvieron el espíritu de tirar el Hotel hacia delante, y hoy vienen a jodernos a buscar el pelo al huevo. Pero nosotros, no sólo demostramos que tenemos una legitimidad porque somos ex trabajadores capaces de generar un buen producto, de generar un salario, de potenciar y embellecer este lugar, además de ser capaces de generar más puestos de trabajo. Nosotros lo que queremos es trabajar, pero acá parecería que si querés trabajar te meten palos en la rueda a cada paso que das.
– CP – ¿Qué avances hay en la legislatura con el proyecto de expropiación temporaria que presentaron?
– MR – El proyecto de ocupación temporaria lo presenta el compañero Diego Kravetz, un legislador que desde principio fue asesor nuestro. Estamos todos los días en la legislatura. Ayer conversamos con Roberto Laporta (del socialismo), con Diego Santilli (del macrismo), y con varias personas, no sólo con los que podrían estar de acuerdo con esto, sino también con aquellos que son duros con este tipo de concepto sobre la propiedad privada.
– CP – ¿Su reclamo de máxima es la expropiación definitiva?
– MR – Es algo que no nos compete por ahora. No la estudiamos por la figura legal que tiene el hotel. Lo que está quebrado son los bienes muebles, y los obreros, pero no el inmueble, y para la expropiación tiene que estar todo quebrado. Ahí también hubo otra jugada de la justicia para sacar el inmueble de la quiebra.
– CP – ¿Que le piden en concreto a la legislatura porteña entonces?
– MR – La ocupación temporaria, que el gobierno se haga cargo de ejecutar esos 60 millones de ABL, y si es posible que el estado Nacional ponga cartas en el asunto. Hay argumentos para que la cooperativa se pueda potenciar y trabajar en paz. Lo que buscamos nosotros es no más sobresaltos, no más incertidumbre, por que lo que no queremos es generar ningún bolonqui.
