Otra Bolivia con Evo Morales: cómo está compuesta la fuerza social que lo llevó a la presidencia

Por Causa Popular.- La consagración de Evo Morales como el primer presidente indígena de Bolivia, representa el fin de una etapa en la historia del país más pobre de América Latina. El candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) que asumirá la presidencia de la nación el 22 de enero con el mayor caudal de votos de la historia del país, anunció que: “es imposible remediar en 5 años lo que el neoliberalismo destruyó en 20”. Su principal capital político para alcanzar estos cambios, no es precisamente el contundente triunfo con el 54 por ciento de los votos, sino la profunda dignidad de un pueblo que se organizó y resistió como pudo a los embates neoliberales de las últimas dos décadas.
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En la Foto: Evo Morales junto al que será su vicepresidente, Álvaro García
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El pueblo boliviano que apoyó masivamente a Evo Morales en las elecciones del último domingo, en un 60 por ciento está compuesto por indígenas. Aymarás, quechuas y guaraníes terminaron en las últimas elecciones con 513 años de gobernantes gringos. La sumisión a la que se vieron sometidos estos pueblos originarios estuvo atravesada por un odio racial y de clase, sólo comparable con el de la oligarquía venezolana.

Pocas son las casualidades cuando se observa que justamente Bolivia y Venezuela, fueron los pueblos más radicalizados de los últimos años. Los dos países más ricos en hidrocarburos de del continente, cuyas clases dominantes explotaron sus pueblos de una forma que hasta causaría la envidia de los conquistadores de la corona española que pisaron estas tierras por primera vez en el siglo XV.

Como escribió Augusto Zamora, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, para el sitio de internet rebelión.org, “Evo Morales es la antípoda del gobernante medio latinoamericano. No habla inglés, sino español y aymará. No ha estudiado en ninguna universidad extranjera, pues la única vez que salió de Bolivia, lo hizo como emigrante a Argentina.

Es campesino hijo de campesinos, con escasos estudios de secundaria y su militancia política empezó cuando las políticas ordenadas por EEUU amenazaron a los suyos con el hambre. Se lanzó al activismo luego de ver cómo la Policía antinarcóticos quemaba vivo a un pobre cultivador de coca. Contará luego que su dilema había sido organizarse o dejarse morir.”

Uno de sus pares, en cuanto a sus orígenes, es el peruano Alejandro Toledo, claro que la diferencia fundamental está dada en que este último, fue formado de manera íntegra en la universidad de Harvard; academia que dio sustento teórico al neoliberalismo, y fue responsable de la formación de los numerosos cuadros que luego del Consenso de Washington fueron regados por todo el continente americano .

Por experiencias como la peruana, la de “Lula” en Brasil, Gutierrez en Ecuador, y algunas señales poco alentadoras del flamante gobierno del Frente Amplio en Uruguay, no fueron pocas las voces que se expresaron estos días de manera cautelosa ante el triunfo de Evo Morales. Estas experiencias supieron despertar la más genuina esperanza a los pueblos de América Latina de que otro mundo puede ser posible, y luego terminaron mostrando más de lo mismo subordinando sus decisiones económicas a los designios de los organismos multilaterales.

En este sentido la prensa crítica de Bolivia sostuvo luego del contundente triunfo del MAS que “el líder cocalero es, a despecho de la leyenda negra que le tejen los halcones de Washington y los sectores más reaccionarios y fascistas dentro y fuera de Bolivia, un dirigente campesino que ha moderado mucho su lenguaje y sus propuestas y que ahora está muy lejos de ser un revolucionario, como dice interesadamente la romántica visión propalada por los organismos internacionales no gubernamentales y la izquierda continental que rodea a Lula, Chávez, Kirchner y Fidel.

El propio Morales ya advertido que gobernará al estilo Lula, el obrero que gobierna Brasil defendiendo al gran capital, al que llama constantemente su hermano mayor, lo que significa que lo hará con gran virulencia verbal contra Estados Unidos, pero sin tocar los grandes intereses y negocios de las transnacionales y el Imperio.”

Quienes miran con más optimismo el futuro de Bolivia y de toda América Latina, no dejan de remarcar que, a diferencia de las últimas experiencias en el continente, Evo Morales sólo es un emergente de un proceso mucho más profundo que se fue tejiendo silenciosamente en el pueblo boliviano durante más de 30 años y, como bien lo marca Zamora, es un hijo legítimo de este mismo proceso.

Tal es así que las principales medidas de gobierno del presidente electo serán la nacionalización de los hidrocarburos -lo que no es lo mismo que la nacionalización de las empresas que lo extraen y producen- y el llamado a una Asamblea Constituyente, dos banderas levantadas por el conjunto de los movimientos sociales en las movilizaciones que terminaron con el gobierno de Gonzalo Sánchez de Losada, y su vicepresidente y sucesor Carlos Mesa.

Las luchas de los mineros contra la privatización de las minas en 1985, la organización campesina contra los planes financiados por Estados Unidos para erradicar los cultivos de hojas de coca, la luchas en el 2002 contra la privatización del agua protagonizada por la combativa población del Alto, junto a las ultimas luchas reclamando la nacionalización de los hidrocarburos y Asamblea Constituyente, son algunas de las gestas que fueron dándole forma a los poderosos movimientos sociales, organizaciones campesinas y de trabajadores, que en parte se mueve en forma independiente al MAS; aunque este último con una composición similar sea su construcción más avanzada.

Este grado de independencia, es muy probable que sea el que le marque al flamante presidente, los tiempos de su gobierno.

Pero el pueblo organizado no ha sido el único actor por fuera del Estado que se consolidó durante tantos años de lucha. Paralelamente, lo fueron haciendo también las oligarquías de Santa Cruz y Tajira, radicalizando y polarizando en términos de clase y de raza la confrontación.

Los representantes cívicos de estos dos departamentos, los más poblados y ricos en hidrocarburos de Bolivia, ante la amenaza de un mayor control por parte del Estado en la extracción del gas del territorio boliviano como consecuencia de la presión de la creciente movilización popular, comenzaron a reclamar su autonomía, mostrando en el horizonte una posible salida para las acorraladas clases dominantes, los Estados Unidos, y las empresas multinacionales que explotan los recursos naturales de Bolivia.

En definitiva, el complejo escenario boliviano indica que serán las organizaciones políticas y sociales del pueblo, así como los representantes de las clases dominantes bolivianas, los actores centrales que en su disputa definirán la suerte del gobierno del MAS.

Evo Morales alcanzó la primera magistratura de su país gracias aun proceso muchos más profundo y extenso que una elección presidencial.

El rol que como presidente cumpla para radicalizar o contener al mismo será, en última instancia, uno de los factores centrales que pueda permitir la mejora de las condiciones de vida de este heroico pueblo boliviano.

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