El cóctel macrista en el Banco Ciudad ya está preparado: persecución política a trabajadores combativos o que expresen sus derechos, acoso a militantes gremiales, tercerizaciones y negociados. Parece que al Directorio no le gusta que la gente participe gremialmente y ama el férreo control de personal con molinetes, cámaras y porcentajes de asistencia. Eso sí, para las tercerizaciones y los negociados no hay ningún tipo de control.
Puede ser parte de los métodos de la vieja escuela de Harvard, de la cual el presidente del banco Federico Sturzenegger formó parte y hace constantes alardes en sus discursos. Escuela a la que Mauricio Macri adscribe como parte de la nueva y “aséptica” política, salvo por un detalle: cuando lo puso al frente del Banco Ciudad en 2007, el jefe de gobierno obvió que su elegido estaba procesado por la causa del Megacanje de 2001 (era Secretario de Política Económica de Domingo Cavallo).
Así, como parte de la política de ajuste macrista en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, se están llevando a cabo tercerizaciones en diversas áreas: Call Center; Gerencia de Obras, Mantenimiento y Servicios; Gerencia de Sistemas y Tecnología.
El actual Directorio implementó un sistema de seguridad persecutorio con un montaje de cámaras y molinetes en las áreas centrales, que tienen por objetivo controlar entradas y salidas de las oficinas. De esta forma, a través de indicadores numéricos, perjudican al personal a la hora de las calificaciones, al descontárseles los minutos en los que estuvieron fuera de las oficinas.
Por eso, hay un proyecto de scoring (regresión econométrica). Dicho sistema supuestamente mediría «promedio moderado de asistencia, educación, antigüedad y desempeño». En realidad, este sistema no contempla situaciones de ningún tipo, ni familiares, ni sociales. No importa si el empleado tiene hijos o cuánto gana. Solo se busca un perfil de individuo sumiso, callado, técnico, no contestatario, para imponer, en definitiva, la dedocracia.
La respuesta de los 3.000 empleados del banco no se hizo esperar. El viernes 22 de mayo hubo una asamblea y paro con 600 personas en la Casa Central, que se repitió el día 27 con 1.200 trabajadores marchando a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y a la Legislatura. El índice de acatamiento de la medida de fuerza fue del 90% y fue avalado por la Asociación Bancaria.
La nutrida columna de manifestantes logró cortar el tránsito en la Av. Corrientes. Cuando llegó a la Jefatura de Gobierno a llevar su reclamo, en el lugar se encontraron con un acto organizado por UTE (ATE-CTA). Como muestra de apoyo, los invitaron a subir al escenario para exteriorizar su reclamo, el cual fue televisado por Crónica TV.
Como la situación se mantiene sin cambios, la Comisión Gremial Interna del Banco Ciudad comenzó esta semana un paro de actividades por 48 horas, mientras se espera una decisión final del directorio y del presidente del banco. En ese marco, el lunes 1° de junio los empleados volvieron a marchar por Corrientes, desde la Casa Central de Florida y Sarmiento hasta el obelisco, y allí por Diagonal Norte hasta la Jefatura de Gobierno y la Legislatura. Unos 1.200 trabajadores marchaban mientras pedían la cabeza de Sturzenegger y cantaban consignas en contra de Macri y sus “ocultas” privatizaciones detrás de las tercerizaciones. En busca de suavizar los ánimos, el presidente del banco redactó una carta donde llama al diálogo, pero defendiendo a sus gerentes (muy cuestionados internamente) y su postura sobre las tercerizaciones y las privatizaciones de algunos sectores. Al cierre de esta edición, se realizaba una reunión entre los representantes gremiales y las autoridades del banco. Si no llegaban a un acuerdo, el paro y las movilizaciones continuarían.
Según los empleados, los medios de comunicación no difunden estas noticias, ya que el Banco compra voluntades con pautas publicitarias. Para romper la desinformación, los trabajadores utilizan la red social Facebook, donde formaron el grupo No a la privatización del Banco Ciudad, donde se pueden encontrar foros y fotos denunciando el tema.