Memorias desde Némesis (Punto de Encuentro) recopila documentos y memorias de Abimael Guzman Reinoso, líder del Partido Comunista del Perú, detenido en 1992 durante el gobierno de Alberto Fujimori y condenado a prisión perpetua. Nacido originalmente en el marco de las fallidas rondas de conversación con vistas a un acuerdo de paz entre Sendero Luminoso y el estado fujimorista y escrito por el propio Guzmán, junto a Elena Yparraguirre, en el aislamiento absoluto del penal militar de la Base Naval del Callao -apodado por los servicios de inteligencia con el mitológico nombre de “Némesis”, por ser considerado «un lugar del castigo y la venganza eternos»-, el libro vivió un periplo que incluyó escrituras y reescrituras manuales bajo la mirada de los guardiacárceles, requisas, hojas perdidas, prohibición y diferentes versiones digitales e impresas distribuidas a lo largo del mundo, hasta volverse una suerte de mito que condensa los debates internos y las diferentes etapas políticas del PCP -desde la herencia de Mariátegui y la reconstitución hasta la “guerra popular” y la posterior lucha sin armas-, la historia política del Perú vista desde el marxismo -desde el fin de la dictadura militar en 1980 hasta el presente, pasando por el largo interregno del “Chino” Fujimori- y la particular vida y visión del “Presidente Gonzalo”. Recién editado en nuestro país, conversamos con Esther Palacios, ex prisionera política y una de las responsables de la edición argentina.
¿Por qué recuperar la historia de Abimael Guzmán Reinoso?
La detención de Abimael Guzmán Reinoso el 12 de septiembre de 1992 significó el descabezamiento de la dirección política de la guerra popular que se desenvolvía en el Perú desde el 17 de mayo de 1980. Con él también fueron detenidos un miembro más del Comité Permanente y dos del Buró Político del Partido Comunista del Perú. Incluso, dos años antes habían detenido a varios miembros del Comité Central, todos asesinados por el fujimorismo en el centro penal de Canto Grande, un penal de máxima seguridad de la capital, en mayo de 1992. De tal manera que la detención de septiembre del 92 dejó reducido a un tercio al C.C. y éste perdió a su cabeza. Esto se dio en un contexto en el cual nuevos, serios y muy complejos problemas vivía la revolución proletaria mundial, todo lo cual configuró, a nuestro modo de ver, un giro estratégico que demandaba una nueva gran estrategia. La guerra popular en el Perú en esas condiciones no podía desarrollarse. Por lo que debilitado el Comité Central, la izquierda dentro del Partido, por su descabezamiento, se potenció la derecha, que ni analizó la situación ni propuso una solución concreta, y decidió pensar y actuar con el criterio de que “todo sigue igual”, y desencadenó la derrota por su línea militar burguesa, absolutizando la guerra y vaciándola del objetivo político. Así se conformó un bloque de caudillos, anarquistas y burócratas que separó la guerra de la política y apuntó a cambiar la dirección partidaria, con lo cual se produjo la nueva línea oportunista de derecha que escindió el Partido. Tal situación fue usada por el Estado reaccionario para aplicar la criminalización de la protesta popular. “El terrorismo no ha acabado, sigue en armas”, afirmaron, y con esa excusa sancionaron más leyes represivas y lesivas en general a los intereses del pueblo.
En ese marco, el PCP propuso al régimen de turno llegar a un acuerdo, a lo que dieron algunos pasos. Sin embargo no se pasó de ronda de conversaciones y nunca se llegó a ningún acuerdo de paz, tanto por la negativa del gobierno como por la negativa de los que quedaron al mando de la guerra: los componentes de la nueva línea oportunista de derecha quienes dijeron que ellos seguirían y tomarían el poder en corto tiempo. Pero en 25 años su acción armada se ha estacionado en un punto y nunca han tomado ni siquiera un distrito, y, por más que hagan algunas emboscadas, eso no es guerra popular marxista-leninista-maoísta por ningún lado.
La peor dificultad fue tratar de impedir que fuera requisado el trabajo. Se guardó décadas. Se llevaron un borrador y nunca lo devolvieron y tuvieron que rehacerlo todo de nuevo.
Para el PCP la nueva gran estrategia propuesta por su presidente consistía en pasar de lucha política con armas a lucha política sin armas y usar todas las formas de lucha factibles dentro de la lucha política. Así luchar por los derechos fundamentales restringidos o negados por la dictadura abierta del fujimorismo que impuso el neoliberalismo en 1992 y dentro del cual continúan los diferentes gobiernos demoburgueses. Una lucha por la democratización y por la restitución y defensa de los derechos fundamentales que no excluye el derecho a participar en la lucha política individual u organizadamente como manda la Constitución Política del Perú en su artículo 35. Estos planteamientos derivados de la Nueva Gran Estrategia llevaron a una Nueva Línea Política General que guíe los tiempos de la nueva y cuarta etapa partidaria, así como a una nueva política general, la lucha por desarrollar las fuerzas propias como principal y la lucha por las libertades como fundamental, para lo cual se planteó primero Lucha por Acuerdo de Paz y luego por Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional dentro de la cual se está hoy.
Actualmente el país viene de definir una elección presidencial plagada de incertidumbre, caos y gran manipulación de candidatos expulsados del proceso electoral. Creemos que el pueblo no debe atarse a la cola de ningún candidato de la ultraderecha, debe enfrentar la arremetida que se viene basándose en sus propias fuerzas, en su propio camino, en el poder de su fuerza organizada y movilizarse, luchar por la reconquista y defensa de sus derechos, por la gratuidad de la enseñanza y la salud, por su soberanía nacional contra las grandes mineras, contra la contaminación de sus tierras y sus aguas, contra el sometimiento al dominio imperialista y por lo principal: trabajo para el pueblo y producción nacional. Para eso sirve este libro, para que se aprenda a construir camino propio, organización propia y distinta, capaz de dirigir un futuro a través de una lucha justa y necesaria para la conquista del poder y la construcción del socialismo con miras hacia la meta futura y real. Y para esto es necesario conocer la historia política de Abimael Guzmán Reinoso a través de sus propias palabras.
¿En qué condiciones fue elaborado?
Aun cuando permitieron que pudieran reunirse casi treinta dirigentes presos para debatir y acordar los planteamientos dichos, la ronda de conversaciones ya no prosiguió más. Los dirigentes del Comité Permanente y sobre todo el doctor Guzmán siguieron permaneciendo en aislamiento absoluto y sin mayor información del exterior. Antes de romper las relaciones, el doctor pidió parte del archivo partidario al cual llegó a tener acceso y con ese material pudo trabajar las memorias, hecho que despertó el interés de la otra colina, y formuló un cuestionario, el que se tomó obviamente como pretexto para la elaboración del libro. Y como la ley contempla que el adulto mayor en prisión tiene derecho de hacer sus memorias, pues, salió así, y como el penal militar de la Base Naval del Callao es llamado Némesis por la reacción, la compañera Elena Yparraguirre le puso ese nombre para editarlo veinte años después. Entre los dos prepararon un esquema, tomaron los documentos del archivo y fueron recordando los hechos y tomando los textos demostrativos.
Lo escribió el doctor Guzmán a mano y en hojas de papel periódico, a manera de borrador, lo corregían ambos y luego la compañera lo dictaba y el doctor lo copiaba en un cuaderno rayado, de 100 hojas, a mano. Llenaron cinco cuadernos en esa celda de 2 x 2 vigilada por los marinos desde el techo y delante de la puerta tipo bóveda bancaria, en la cual los ubicaban unas horas del día para trabajar, luego de eso regresaban a sus respectivos alojamientos, la celda N° 1 del doctor y la N° 8 de la señora, donde pasaban el resto del día y las noches, también vigilados por los marinos.
La peor dificultad fue tratar de impedir que fuera requisado el trabajo. Se guardó décadas. Se llevaron un borrador y nunca lo devolvieron y tuvieron que rehacerlo todo de nuevo. Cuando la sacaron de la Base Naval a la compañera y empezó el megaproceso, el doctor logró entregar uno por uno los cuadernos a la señora y ésta a su vez los sacó fuera de prisión hasta que un día se propuso editarlo en el extranjero. Y cuando tal se preparaba se produjo una redada en Lima y se llevó a todos los dirigentes del organismo para las elecciones. No saben cómo, los autores, pero se enteraron por la radio y por los policías de la DIRCOTE que el libro había aparecido en las redes, un 1° de mayo del año 2014. Un año después apareció una versión “oficial” en las redes, que no conocieron nunca tampoco. Luego otra en Francia en físico y en castellano, de poquísimos números. Hasta que solicitaron a las autoridades respectivas que les autorizaran el ingreso de sus escritos para corregirlos pero no aceptaron. La organización decidió entonces editarla ya oficialmente en el extranjero y responsabilizándose de su corrección pues los autores no lograron hacerla. Hay sí una edición que se logró hacer por la señora y se demoró casi un año en que pudiera salir. El doctor Guzmán nunca pudo ni ver ni leer su texto escrito editado. Espera algún día conseguir verlo, tenerlo y leerlo, seguro para volverlo a corregir, como es su costumbre.
¿Qué análisis crítico hacen de los años de la «guerra popular»?
Precisamente es la segunda parte de las Memorias y está trabajando en esto el doctor Guzmán en su aislamiento absoluto, sin ningún documento partidario permitido aunque con muchos libros casi todos cuestionadores y distorsionadores del proceso armado revolucionario. Algún día saldrá y ojalá se pueda editar en Argentina.
Para el PCP la nueva gran estrategia propuesta por su presidente consistía en pasar de lucha política con armas a lucha política sin armas y usar todas las formas de lucha factibles dentro de la lucha política.
El libro habla del “derecho de los comunistas a existir” y denuncia una “persecución macartista e inquisitorial desatada en el Perú” ¿En qué consiste tal persecución?
En el Perú no dejan que los prisioneros políticos que ya cumplieron su pena salgan en libertad y les inventan nuevos juicios. A los liberados les prohíben trabajar en el sector público, en el sector educativo, les prohíben participar en la vida política, los siguen sin ley alguna, les impiden organizarse, les prohíben hasta hacer exposiciones artísticas. Les expropian sus pocas pertenencias o bienes de sus familiares. A los hijos los acusan de delincuentes. A sus abogados los apresan. No dejan que escriban sus experiencias, si escriben les abren juicios, si pintan los amenazan con cárcel, y en general, a todo el que protesta le dicen comunista, senderista o terrorista. Ni se permite enterrar a sus muertos, no entregan sus restos, los tienen en cajas en las fiscalías por decenas de años, ya treinta años como en el caso de El Frontón, Lurigancho y el Callao. Hacen lobbismo contra las apelaciones a los tribunales de la CIDH. Y mantienen en aislamiento absoluto al doctor Guzmán, en confinamiento a 27 compañeras mujeres con 24 años de prisión y 6 con cadena perpetua y una edad de 60 a 75 años, e impiden la libertad de tres dirigentes que ya pasaron en vez de 25, 28 años, abriéndoles nuevos juicios de hechos inventados y prescritos hace 30 años. Por último, al pueblo lo asustan con retorno del terrorismo para mantener leyes lesivas y criminalizar su protesta justa. Finalmente, el problema de fondo es que se persigue a los comunistas del Perú porque han sido consecuentes en sus convicciones y en la aplicación de estas en un proceso en el cual entregaron sus vidas y su libertad, y más aún quienes persistiendo en sus ideales bregan por remontar la derrota logrando un desarrollo exitoso hasta hoy de sus propias fuerzas y su vínculo con las masas, usando las formas de lucha y organización que corresponden al momento concreto de la revolución y con la perspectiva mediata del socialismo y sin perder el rumbo hacia la meta. Esta consecuencia es la que se persigue porque está entre quienes verdaderamente buscan transformar el sistema de explotación capitalista, aun en momentos complejos y difíciles.
Memorias desde Némesis
Abimael Guzmán y Elena Yparraguirre
Punto de Encuentro
2016
456 pág.