Lucha regional contra el siniestro arranque de la pastera Botnia

Los ambientalistas de la ciudad de Gualeguaychú buscan regionalizar la lucha contra Botnia, la planta finlandesa industrializadora de celulosa que empezó a funcionar en la margen oriental del río Uruguay y que enfrenta a los países vecinos de Argentina y Uruguay.
«La semana pasada estuvimos con un fiscal uruguayo, quien posiblemente se presente como testigo en la querella contra Botnia, y mantuvimos entrevistas con legisladores chilenos en Santiago y en
Valdivia», dijo a la prensa internacional José Pouler, uno de los miembros de la delegación que viajó a Chile para entregar una nota al presidente argentino, Néstor Kirchner, e intentar distribuirla a otros mandatarios que participaron días atrás de la Cumbre Iberoamericana.

Evaluó que la acción fue «muy provechosa» y que continuará «siempre por la vía pacífica», como se ha venido haciendo hasta ahora, reseñó. Dijo que «la gente de la sociedad rural está más abierta, porque ven que las denuncias que hacíamos son verdaderas y están viendo cómo plegarse» también a las movilizaciones, ahora que la planta finlandesa comenzó a funcionar frente a las costas de Gualeguaychú.

Por su parte, la llamada Asamblea Regional -que integran ambientalistas de Argentina, Uruguay y Brasil- se reunió este fin de semana en la Colonia Agraciada, ubicada en el departamento (provincia) de Soriano, próximo a Fray Bentos, y expresó su «absoluto repudio al inicio de las operaciones de la empresa Botnia». Se resolvió instituir como «Día de duelo regional» el 9 de noviembre, fecha que «con el correr del tiempo se convertirá en el triste emblema de un proceso de contaminación y sometimiento a intereses extranjeros sin precedentes en la región», indica una declaración divulgada hoy.

También esa asamblea regional expresó su «profunda inquietud» ante el posible establecimiento de una planta siderúrgica de la empresa Río Tinto sobre el río Uruguay, en el sur del departamento de Soriano.

La próxima reunión de la Asamblea Regional se realizará en la ciudad uruguaya de Tacuarembó, el domingo 16 de diciembre, coincidiendo con una protesta contra la forestación.

En el marco de estas movilizaciones regionales contra estos emprendimientos industriales que según los ambientalistas afectará el paisaje natural y humano, se fijó otra protesta para el 12 de diciembre, en la Plaza de Mayo de Buenos Aires.

También hoy, el secretario de Salud y Medio Ambiente de la provincia de Entre Ríos, Gabriel Moguilner, advirtió que Botnia intentará «minimizar» las denuncias respecto a la existencia de «olores nauseabundos» que emanan de su planta de Fray Bentos, y dejó claro que «a partir de ahora, en la zona habrá olores».

«Botnia intentará minimizar todo y dirá que es una cuestión de vientos, pero hay un estigma que mantienen estas plantas que es la fabricación mediante el método Kraft, que mezcla sulfato de sodio con ácido sulfúrico», precisó el funcionario a la agencia estatal Télam.

Explicó que esta combinación forma el sulfuro de sodio, «que es lo que genera el famoso olor a huevo podrido, característico de todas las pasteras».

«A partir de ahora, en la zona habrá olores, dependiendo de la orientación del viento. No es un problema que durará sólo una semana, sino que será de por vida», afirmó.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

Anatomía de un sistema extractivista que sigue apostando al paradigma fósil, a pesar las tensiones socioambientales, y de un contexto mundial que transiciona hacia una energía de fuentes renovables.
El economista Emmanuel Álvarez Agis conversó con Revista Zoom y aportó su mirada crítica sobre los problemas de la economía y la encrucijada política frente a la inflación.
“Una tormenta que nace cuando la política no recorre los cuerpos y se abren escenarios de aislamiento”. ¿Qué pasa en una sociedad cuando las verdades socialmente aceptadas pierden su garantía? Una columna de Ignacio Adanero.