Por Rolando Memet *; especial para Causa Popular.-
Asiduo colaborador de Causa Popular, Rolando Mermet comenta esta semana la publicación de una investigación de argentinos que se animaron a investigar y desenmascarar desde el seno de las Fuerzas Armadas, «el rostro de los verdaderos enemigos de La Nación, por donde pasa su estrategia de dominación, cuales son sus instrumentos» y explican «porqué hasta ahora, nos vienen derrotando.» Se trata de «Los Protocolos de la Corona Británica» **, una obra recientemente publicada por el ex combatiente de Malvinas Vicecomodoro (r) Horacio Ricciardelli, y su camarada, Luis Schmid. «El libro recoge la opinión y la reflexión de decenas de combatientes y camaradas de los autores. A través de ellos se expresa la voz de lo mejor de nuestras FFAA: La voz acallada de los militares Malvineros. La voz de aquellos que desde la experiencia bélica frustrada han sabido extraer respuestas y lo que es más difícil aún, han elaborado nuevas preguntas, y nuevas preocupaciones, que se despliegan a lo largo de las 700 páginas del libro, como agudas interpelaciones al lector.»
Jorge Abelardo Ramos solía decir que la Revolución Nacional no es una cuestión de sastrería. No importan, -decía- si los que la impulsan visten de uniforme militar, sotana o de traje civil.
Afiliados a esa misma línea de pensamiento, solo nos cabe, desde la trinchera del socialismo de la Izquierda Nacional, celebrar calurosamente la aparición de un libro tan importante para el Campo Nacional, como “Los Protocolos de la Corona Británica” escrito por dos patriotas de uniforme, el Vicecomodoro ( r )Horacio Ricciardelli, y su camarada, Luis Schmid.
El texto que comentamos, además de un formidable y apasionado trabajo de investigación, constituye una profunda y fértil reflexión que brota desde el seno mismo de las FF.AA. Apunta a desenmascarar el rostro de los verdaderos enemigos de La Nación, a descubrir por donde pasa su estrategia de dominación, a subrayar cuales son sus instrumentos y a explicar el porque hasta ahora, nos vienen derrotando.
Los autores de la obra han enfrentado con valentía al imperialismo angloamericano en las Malvinas. Han padecido en carne propia la experiencia de la guerra.
Saben de sobra el precio que se paga cuando se va a combatir, sin que la conducción estratégica tenga la comprensión política necesaria sobre cuales son los poderes reales que están detrás de la mano que empuña el fusil o que lanza las bombas.
Ni Ricciarcelli combatiendo, ni Schmid investigando y escribiendo pertenecen al batallón a los que Jauretche llamaba socarronamente «animémonos y vayan”. Sospechamos además, que el libro recoge la
opinión y la reflexión de decenas de combatientes y camaradas de los autores. A través de ellos se expresa la voz de lo mejor de nuestras FFAA: La voz acallada de los militares Malvineros. La voz de aquellos que desde la experiencia bélica frustrada han sabido extraer respuestas y lo que es más difícil aún, han elaborado nuevas preguntas, y nuevas preocupaciones, que se despliegan a lo largo de las 700 páginas del libro, como agudas interpelaciones al lector.
Toda la obra tiene un eje central. Una preocupación casi obsesiva recorre el libro: Descubrir el poder oculto detrás del trono. Desenmascarar la trama de intereses políticos y económicos responsable de nuestra postración nacional, de nuestra derrota bélica, de los Tratados de Madrid, de la Democracia Colonial que padecemos, y del aniquilamiento de la infraestructura económico social edificada desde el 45 en adelante.
En busca de esas respuestas, el libro se sumerge en la historia nacional. Escarba en nuestros orígenes. Se remonta al momento de nuestra independencia. Vincula el Unitarismo rivadaviano con las políticas inglesas de penetración colonialista. Bucea en las raíces del surgimiento del capitalismo. Se mete con el proceso que Marx denominó “de acumulación primitiva” y que posibilitó el arranque de la revolución industrial Inglesa.
Indaga en el tráfico de esclavos, la piratería, la guerra del opio, el colonialismo, recorre el surgimiento de la Gran Bretaña y aborda el despertar del moderno imperialismo Angloamericano, desmenuzando con la meticulosidad de un entomólogo, los mecanismos de penetración de la Comisión Trilateral, el CFR,el CARI, el Grupo Bilderberg, la logia Skull&Bones, y todos los Organismos relacionados, desde las ONG, hasta las Universidades y asociaciones que controlan.
Desde el punto de vista historiográfico local, los autores trascienden los habituales tópicos del revisionismo Rosista, redescubriendo y revalorizando el Jacobinismo de Mariano Moreno y su Plan de Operaciones, el Artiguismo plebeyo, la lucha de los caudillos federales, y desenmascarando el papel disgregador del imperialismo británico en la balcanización americana. En algunos puntos, puede reconocerse la influencia de autores de la Izquierda Nacional, principalmente de Abelardo Ramos y Puigross.
Probablemente uno de los puntos más altos de la obra resida en las páginas dedicadas al redescubrimiento de un San Martín revolucionario, proteccionista,industrialista, aplicador de la desobediencia debida frente a las órdenes unitarias, capaz de expropiar y liberar esclavos e indios, a la par que genial organizador del ejército de los Andes como ejemplo de “pueblo en armas” hacia una Guerra Total emancipatoria. Pero lo que es más importante aún, logran encontrar en San Martín, la antítesis del Proceso. Dicen los autores en la pag.531:
«La historia Oficial (liberal) ha insistido en la
imagen de un San Martín anti-español, y sugiriéndolo
pro-británico, que formaba un Ejército sin explicar
como. Quizás el daño más grave que se infligió en las
FFAA, fue la incorporación de profesores liberales en
los Institutos Militares, especialmente en las
Cátedras de Historia Argentina. Han vaciado de
verdadero contenido patriótico-revolucionario al
Libertador, y vertido esta falsa imagen en
generaciones de oficiales.»
(..)“El Proceso fue la antítesis de la Revolución de
Mayo y la Independencia. Fue un intento de vaciamiento
del Espíritu Sanmartiniano en las FFAA.
No creemos que San Martín hubiese aprobado un gobierno
Libre Cambista y de endeudamiento financiero a la
Banca Internacional, sino todo lo contrario: hubiese
usado ese poder para un esfuerzo industrial y
modernizador en todo el país. No creemos que hubiese
improvisado respecto a Malvinas. Hubiese planificado
meticulosamente y construido, con mucha anticipación,
los apoyos diplomáticos, políticos, logísticos, y de
inteligencia, para tal acción. Tampoco hubiese
rechazado la ola de apoyos militares y populares que
hubo en América Latina. Hubiese hecho de Malvinas una
guerra latinoamericana y unificadora” – pag.533
Los autores son sin dudas heterodoxos respecto a sus fuentes y lecturas. Han leído a Mao, a Ho Chi Minh,a Marx, a Mariátegui. Han estudiado a Lenin, a Gramci, a Maquiavelo, a los filósofos griegos. No dudan en
reivindicar a los patriotas del tercer mundo que han enfrentado al colonialismo, como Mahatma Gandhi, Nasser, Sukarno, Fidel Castro, Perón, Velazco Alvarado, o Hugo Chávez. Tampoco esquivan la polémica con Fukuyama, Alvin Tofler,o Kissinger. Son profusas y bien empleadas siempre las metáforas guerreras del chino Tzun Tsu y del alemán Clausewitz.
Los autores se atreven incluso a interpelar y cuestionar con fundamento a cierta izquierda cipaya nativa, corriéndolos con su buen Abelardo o con las tesis de Lenin y Trotzky respecto a «que quien no apoya el nacionalismo del oprimido, termina apoyando el nacionalismo del opresor».
Sin menospreciar en absoluto los grandes meritos investigativos respecto a la trama oculta de intereses, los entrelazamientos de las logias
británicas, las sociedades secretas, y las fundaciones y ONG que estas controlan, la obra alcanza sus puntos mas altos, sin embargo, cuando sus autores reflexionan y se meten de lleno en el plano político más concreto e inmediato.
La critica a la democracia vacía de contenido al carecer de justicia social. Las reflexiones sobre las causas de la derrota de Malvinas. La crítica al Proceso. La critica al capitalismo neoliberal como
nazismo de mercado. Las criticas a la izquierda por su incomprensión de la Cuestión nacional (léase en Argentina, Peronismo), el rescate de Arturo Jauretche, de Scalabrini Ortiz, de Forja. La descripción de los mecanismos de colonización ideológica imperiales, etc, no tienen desperdicio.
Citamos sólo dos párrafos, a modo de ejemplo, donde se caracteriza lo esencial del período Alfonsinista:
(..) «El gobierno civil surgido en Dic.83, pudo
enfrentar al movimiento obrero, las FFAA. y la Iglesia
y derrotarlos por separado. El Vaticano tenía como
prioridad estratégica Polonia y sus alrededores
católicos. Logró su objetivo. Las FFAA. y el
movimiento obrero no veían más allá de una
reivindicación gremial. No eran capaces de pensar y
actuar con visión estratégica mundial. Falto, como en
Malvinas, Inteligencia Estratégica.
El gobierno civil surgido en Dic.83, puso el pecho
para cubrir a los beneficiarios civiles del Proceso
(empresarios , políticos, periodistas), y como a la
cúpula del Proceso, los mismos a los que protegía le
clavaron el cuchillo por la espalda. “ pag.248
“La Hiperinflación de 1989, quebró la resistencia a la
venta vil de los bienes del Estado, sobre un terreno
psicológico preparado por los liberales y ejecutado
por los justicialistas (PJ) y continuado por la
Alianza (UCR-Frepaso). Por el momento no parece haber
un nuevo shock de miedo, ya se han logrado los
objetivos. Estos se mantienen con una Guerra
Psicológica de Objetivos derrotistas y
desalentadores.”pag 248
Especialmente interesantes son las reflexiones de los autores cuando abordan materias que les son especialmente cercanas y sentidas, como el
desguazamiento del complejo de Fabricaciones Militares, el desmantelamiento de los programas de investigación, la exposición sobre la doctrina del Industrialismo Militar como componente básico de un
país que aspira a ser soberano, o la atinadísima defensa que formulan sobre el Servicio Militar Obligatorio, no como una defensa «corporativa-gremial» sino de índole estratégica. Transcribo:
“Detrás de la supresión del Servicio Militar
Obligatorio hay una Guerra Política Psicológica
dirigida desde Gran Bretaña, cuyo objetivo es dejarnos
indefensos en lo material y en lo psicológico. Lo que
tenemos, FFAA sin Servicio Militar, no sólo es anti
republicano, anti constitucional , anti democrático y
propende a la disgregación territorial y social; sino
que por el contrario, son instituciones importadas de
Gran Bretaña y sin el Poder de la Royal Army, la Royal
Navy o la Royal Air Force.” -pag 232
“En Francia hay un debate sobre reemplazar el Servicio
Militar por Ejército Profesional y es la Izquierda
quién se opone al cambio. La izquierda francesa, a
diferencia de la argentina que “toca de oido”, y
encima es sorda, tiene una experiencia que se remonta
a la Revolución Francesa. Mientras hubo servicio
militar no hubo represiones a la clase obrera
francesa. Cuando hubo Ejército Profesional (1815-71),
la clase obrera fue víctima de toda clase de
atropellos. La Izquierda francesa aduce que: “El
Servicio Militar es un pilar fundamental de la
República y al suprimirlo el presidente corta su lazo
con el pueblo” . -pag234
El libro es extenso. Son 712 páginas de escritura
abigarrada y sin desperdicio. Los autores afirman que han debido extenderse en la escritura, pues deben derribar un muro de silencio, de engaño, de zonceras y de liberalismo antinacional que ha calado hondo en las filas militares. No menos que en el resto de la sociedad. La obra, redactada como un manual de estrategia político militar, contiene un sinnúmero de cuadros sinópticos, organigramas, y esquemas.
La Derrota bélica de Malvinas, la desmalvinización espiritual, y la capitulación política de los Tratados de Madrid, tuvieron su correlato en una democracia colonial sin justicia social, en el Proceso de Desguace del Estado, y en la destrucción del tejido social que representa el desempleo, que ha arrojando al hambre y a la desesperación a mas de la mitad de los argentinos.
Podemos asegurar, que todos aquellos que se aventuren a la lectura de este libro, saldrán sin duda, enriquecidos y encontraran la ligazón íntima existente entre estas facetas de un mismo proceso de dominación.
Los autores no brindan recetas ni soluciones mágicas.
Hacen algo mucho más útil, más urgente y más necesario: Formulan un punto de vista netamente nacional, democrático y patriótico sobre la situación de dependencia y derrota nacional en que hoy nos encontramos. Y lo formulan en forma comprometida con la modificación revolucionaria de ese estado de cosas.
Saludamos entusiasmados la aparición de «Los Protocolos de La Corona Británica», un libro escrito por patriotas de uniforme, que son capaces de decir cosas como estas:
(..) “ Discutir Defensa de la Constitución o
Violencia, es poner el carro delante del caballo. Lo
importante es la Voluntad Popular y el Bien Común. La
Constitución y/o la Violencia, deben estar al servicio
de la Voluntad Popular y del Bien Común. Esto ya lo
sabían los revolucionarios de Mayo: Belgrano, Moreno,
Castelli, San Martín, Guemes, etc. La Revolución no es
Violencia. La Revolución y/o la Liberación comienzan
cuando la Idea de Justicia se hace carne y acción en
la Masa. Nada más poderoso, e imparable, que una Idea
que prendió en la Masa Popular. El Revolucionario no
es quién lucha en lugar del pueblo, sino el que enseña
a luchar al pueblo. Y revolucionario es todo lo que
pone a la masa popular en marcha hacia sus objetivos
políticos. Un objetivo de la Guerra Política de Masas
del Imperialismo de la Usura, es poner a la Masa
Popular detrás de políticos que destruirán el estado y
las defensas que este da para proteger al Pueblo de la
propia Usura. Utiliza la Masa contra sí misma bajo la
capa de la Legalidad. La violencia imperial quizás
quiebre la Voluntad de lucha por un tiempo, pero no
convence al vencido y, sin persuadir, la violencia
antiimperialista volverá a surgir y en una forma más
peligrosa para el imperio.” – Pag 153
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* El autor es periodista y miembro de la Agrupación de Izquierda Nacional Patria y Pueblo
** LOS PROTOCOLOS DE LA CORONA BRITÁNICA -Estrategia Anglo-Americana- Edit. Struhart&Cia. Autores: Vcom( R ) Horacio Ricciardelli, Luis Schmid.