—¿Cómo es la relación del Canal Encuentro en el día a día con la estructura de los otros medios públicos nacionales?
—Tenemos una muy buena relación con Canal 7, allí salimos en la franja de las 19 horas. Tengo mucho diálogo con Rosario Lufrano y, especialmente, con Martín Bonavetti quien allí programa. Ahora tenemos la idea de hacer coproducciones y la verdad es que si me preguntaran si alguien podría hacer en dos años, con la enorme complejidad de Canal 7, lo que hizo Rosario Lufrano, yo te hubiera dicho que no, que era imposible. Si alguien venía y me decía, “Che, Tristán ¿por qué no dirigís Canal 7?”, yo decía “No, es imposible, es un monstruo”. De esos dos años a hoy, me parece que Rosario y su equipo han hecho un trabajo muy importante. Esto es una cuestión de diálogo, de compartir ideas, de querer emprender cosas juntos, de sumar, básicamente.
Yo no creo en absoluto en la competitividad al interior del Estado. A mí me consta todos los días, cada vez que armamos la programación, que estamos defendiendo cada proyecto. Sé perfectamente qué lugar ocupamos nosotros y cuál es la responsabilidad que tenemos. Esas cosas de rivalidad, de conflicto, o de estupidez, estamos lejos de eso. Construir, sumar y apoyarnos para hacerlo mejor. Acá se demolió el país. Entre la dictadura y el neoliberalismo, la destrucción fue terrible y siniestra, y ahora es muy difícil construir. Destruir algo es muy fácil, un edificio, una casa, una vida. Ahora, el esfuerzo que significa, como sociedad, reconstruirlo es tremendo. Sentimos también ese peso, esa tarea de reconstruirlo.
—¿Te hizo sentir bien que pensaran en vos para el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales?
—No sé si tengo respuesta a esa pregunta. Hoy por hoy, personalmente, me parece mucho más importante lo que puedo hacer en un canal de televisión vinculado a la educación y a Internet, que lo que puedo hacer en el cine nacional. Por supuesto, no estoy diciendo que el cine nacional no sea importante, de hecho creo que es un espacio vital y fundamental a defender. Pero esta tarea de construcción, al menos en lo personal, me resulta más apasionante.