Como se preveía, tras los reveses sufridos por el Daesh en Siria a manos del Ejército Árabe Sirio y sus aliados Rusia, Irán y Hezbollah, muchos de los combatientes de la organización wahabita están volviendo a sus países de orígen.
A mediados de noviembre último se detectó al líder de la rama del Daesh kosovar-albana en Siria, Lavdrim Muhaxheri, quien habría conseguido filtrarse nuevamente hacía Europa, con nada menos que 400 de sus hombres, disimulado entre las olas de refugiados.
Muhaxheri, cuyo nom de guerre es Abu Abdullah al-Kosova, no sólo es uno de los jefes de Estado Islámico, sino uno de los más conocidos entre los extranjeros que llegaron para luchar contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad.
A pesar de que el fundamentalista fue detectado en su paso por Macedonia por agentes del italiano Sistema di Informaziones per la sicurezza della Repubblica (AISE), que avisaron de inmediato al AKI (Agencia de Inteligencia de Kosovo) y las unidades antiterroristas de Kosovo, Albania y Macedonia, la búsqueda de Muhaxheri fracasó, seguramente debido a la cobertura de una alambicada e impenetrable red de protección para los terroristas que funciona en los Balcanes occidentales.
El retorno de Muhaxheri a los Balcanes constituye una amenaza no solo para los países del área, sino para toda Europa ya que estas organizaciones tienen contactos a lo largo del continente y podrían producir ataques en cualquier lugar.
Muhaxheri conoce particularmente bien la operatividad de las fuerzas de seguridad occidentales, ya que desde 2007, con 18 años, comenzó a recibir formación militar en la base estadounidense de Bondsteel, tras enrolarse en las KFOR, las fuerzas militares de Kosovo. Su enrolamiento se produjo por una compañía militar privada, posiblemente la norteamericana Blackwater, subcontratada por la OTAN y que estuvo en Afganistán y en Camp Victory de Irak hasta 2012.
A finales de ese año retornó a Kosovo, empezó a frecuentar asociaciones fundamentalistas musulmanas, como la red Parimi y la organización islámica juvenil de Kacanik. Participó en la creación de la ICK (Comunidad Islámica de Kosovo), que dio cobertura para la formación y organización de milicianos que luego se desplazaron a Siria e Irak, para integrarse al Daesh. Se cree que Muhaxheri había sido reclutado en Kosovo por el imam Zekerija Qazimi, ahora condenado a 10 años de prisión.
«Muhaxheri se hizo conocido a través de varias apariciones en videos que circularon profusamente por las redes sociales, donde aparecía degollando a prisioneros»
La actitud y experiencia militar de Muhaxheri fueron las condiciones fundamentales para lograr un rápido ascenso en la estructura del Estado Islámico para Irak y el Levante (EIIL), organización que daría lugar a la creación del Daesh, en julio de 2014.
Muhaxheri figura en todas las listas de los terroristas más buscados del mundo, confeccionadas por sus antiguos mandantes, como la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (MINUK), Interpol, el Departamento de Estado estadounidense y la Oficina Europea de Policía (Europol). El 24 de septiembre de 2014, el Departamento de Estado de los Estados Unidos designó a Muhaxheri como un terrorista global.
Las fuerzas de seguridad de Kosovo detuvieron en noviembre a una veintena de terroristas, se cree dirigidos por Muhaxheri, que preparaban una serie de ataques en Kosovo y Albania. El plan incluía un atentado en el Elbasan Arena Stadium, en la ciudad albanesa de Elbasan, el 12 de noviembre, durante el partido que las selecciones de Albania e Israel debían jugar por las eliminatorias del Mundial de Fútbol 2018.
Muhaxheri ya había realizado el viaje entre Siria y Kosovo en otras oportunidades. En 2013, durante Ramadán, se dejó fotografiar, desafiando a las autoridades que no pudieron dar con él antes de que regrese de nuevo a Sira, llevando otro contingente de milicianos.
Se estima que unos 230 kosovares han viajado a Siria e Irak, para integrase o bien a las filas del Daesh o al al-Qaeda sirio conocido como frente al-Nusra. Según la Inteligencia kosovar, cerca de sesenta de ellos ya han muerto en combate. En noviembre de 2012, Naman Demoll fue el primer kosovar muerto en la guerra siria.
«El fundamentalismo musulmán en los Balcanes se encuentra en una etapa de creciendo exponencial»
Entre albaneses, macedonios y kosovares se estima que suman entre 500 y 600 hombres que han combatido en Siria.
Solo cuesta unos cien euros llegar desde Kosovo al frente de guerra en Siria, que incluye un vuelo a Estambul y un ticket de bus a la frontera con Siria. En Kosovo la policía ha detenido a decenas de personas incluso imanes y acusados de reclutar y brindar ayuda a los combatientes.
Los kosovares representan una mínima parte de los miles de combatientes extranjeros que han llegado a Siria desde 2011. Los contingentes de europeos más numerosos provienen de Bélgica, el Reino Unido y Francia. Se estima que la totalidad de los terroristas que combatieron en Siria ronda los 200 mil hombres. De ellos, el 80% son extranjeros de culto wahabí.
Los paseos del carnicero
Según los datos obtenidos por la inteligencia italiana, Lavdrim Muhaxheri arribó a los Balcanes acompañado por su lugarteniente Ridvan Haqifi, que ya en julio por medio de un video había amenazado vengarse.
Ahora se temen ataques a instituciones internacionales y estatales, e iniciar una guerra para instalar un Estado Islámico, nada menos que en el centro de Europa.
Muhaxheri se hizo conocido a través de varias apariciones en videos que circularon profusamente por las redes sociales, donde aparecía degollando a prisioneros. Su actuación más “memorable” se conoció el 21 de mayo de 2015, donde se lo ve fusilando a otro prisionero, al que le dispara una granada propulsada por cohetes (RPG) que literalmente desintegra a la víctima. Entonces no se supo si el video era reciente o anterior a principios de 2015, ya que para la fecha que se hizo público, Muhaxheri aparecía como muerto en combate. Situación que el jefe kosovar aprovechó para pasar a un segundo plano militar y preparar su vuelta a los Balcanes.
Desde la intervención rusa a finales de 2015, unos 35 mil terroristas, de ellos unos 200 jefes, fueron exterminados, lo que ha provocado una estampida generalizada de los hombres del Califa Ibrahim y miembros del frente al-Nusra.
A pesar de la ya sabida relación entre moderados y fundamentalistas, Occidente siguió apoyando a los grupos “moderados” como el Ejercito Libre Sirio (ELS) con armamentos de última generación como misiles anti-tanque TOW que destruyeron casi todos los blindados y tanques del Ejército Árabe Sirio. Más de 20 mil de estos misiles han sido enviados a Siria desde finales de año de 2014.
“El retorno de Muhaxheri a los Balcanes constituye una amenaza no solo para los países del área, sino para toda Europa ya que estas organizaciones tienen contactos a lo largo del continente y podrían producir ataques en cualquier lugar”
No se cree probable, pero nada se sabe de manera cierta, si Muhaxheri y sus hombres lograron introducir en Europa parte de este armamento. Lo que sí es prácticamente un hecho es que el líder wahabita ya estará en alguno de los campamentos de las montañas de Kosovo, cerca de Tropoje, en la frontera con Albania, activos desde la guerra de 1999.
En ese mismo sector se ha detectado un número importante de jóvenes argelinos y marroquíes, que en principio se alojan en centros de migración, para enseguida desaparecer en la montaña.
En mayo último las autoridades kosovares han condenado al imán Zekrjja Qazim, a 10 años de prisión, por su responsabilidad en la radicalización de ciento de jóvenes que acudían a su mezquita de al-Quddús en Gjilan.
El fundamentalismo musulmán en los Balcanes se encuentra en una etapa de creciendo exponencial. Las organizaciones reciben de manera constante a jóvenes dispuestos a realizar su “yihad”.
Esta enmarañada red aglutina grupos de Kosovo, Macedonia, Albania y la Federación de Bosnia y Herzegovina. Bien entrenada y armada, puede volver a convertir a los Balcanes en ese infierno tan conocido.