“Lo que tenemos que hacer es modificar la matriz socioeconómica del país”

Proyecto nacional, inflación, historia, presidente obrero, fondos de las obras sociales, Asignación Universal por Hijo, Moyano candidato, medios de comunicación, la justicia, son algunos de los temas que desarrolla el dirigente de la CGT.

Omar Francisco Plaini es Diputado Nacional por el Frente para la Victoria con mandato hasta el 2013. Nació el 19 de mayo de 1953 en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, donde a fines de abril lanzó la Corriente Peronista Sindical. Militante del Peronismo de Base, fue delegado de fábrica de varias empresas hasta que en 2006 fue electo como Secretario General del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires (SIVENDIA) y en 2008 Vocal Titular del Consejo Directivo de la CGT.
“El proceso tiene contradicciones, avances y retrocesos, el tema está en entender esto y resolver aquí y ahora”, afirma Plaini.

¿Qué lugar ha ocupado para usted la clase trabajadora en estos doscientos años?
La clase trabajadora ha sido la gran protagonista de toda la gesta de la historia, por sus luchas, su voluntad y su capacidad. El movimiento obrero es una de las partes más sustanciales de la historia de nuestro país. Desde el nacimiento de la patria fueron los sectores trabajadores los protagonistas, los que acompañaron a Mariano Moreno, a Manuel Belgrano y a José de San Martín. Luego de la gesta emancipadora, tuvimos nuestro primer gran hecho histórico, en el Centenario, donde fueron protagonistas los anarquistas, los socialistas, los comunistas y los sindicalistas, que venían con una concepción europea. Pero fue naciendo una clase trabajadora argentina, que quizás en los inicios la representó el sindicalismo, y que con la llegada del General Juan Domingo Perón alcanzaría su mayor esplendor. Es recién ahí, y por única vez, que avanzamos en un proyecto de país industrial, emancipatorio, nacional y popular. El trabajador conoció lo que significaban los derechos, las conquistas sociales, la salud pública y la educación.

La clase popular se expresa a través de los trabajadores. Son los trabajadores los sujetos de cambio, por propia definición de sus intereses, por la defensa de su dignidad, de su condición de vida y de sus condiciones de trabajo.

Y el Bicentenario nos encuentra con un Gobierno al cual ustedes apoyan.
Es una etapa muy interesante donde los trabajadores a partir del 2003 reaparecemos como el eje vertebral de la sociedad, potenciado con la participación de los jóvenes en todos los sectores, y en particular podría señalar un gran compromiso de la juventud en nuestras organizaciones sindicales. Pero al mismo tiempo somos concientes que tenemos el Gobierno pero todavía no tenemos el poder. Hay sectores políticos y económicos que pretenden esmerilar constantemente al Gobierno para defender sus propios intereses minoritarios. Sino, no se explica la forma en que apoyan la ley de comunicación de la dictadura, con la complicidad y la ayuda de algunos sectores de la justicia que traban una ley de la democracia que se debatió públicamente y se votó en las dos Cámaras con amplia mayoría. Entonces, se politiza la justicia y se judicializa la política.

¿Y qué se puede hacer para contrarrestar la reacción de esos sectores?
El movimiento obrero el 30 de abril del año pasado en la 9 de julio dijo que acompañaba el modelo pero que nuestro objetivo era profundizarlo. Y también lo dice la presidenta Cristina Fernández y lo dice Néstor Kirchner, y se viene expresando en las políticas. Hay que profundizar. Y hay organizarse.

Ustedes se mostraron bastante flexibles con una medida muy discutida tiempo atrás como la Asignación Universal por Hijo. Había un sector, incluso dentro del Gobierno, que planteaba que la solución era más trabajo y no planes asistenciales.
Pero la coyuntura amerita un plan de esta naturaleza. Nosotros seguimos luchando porque el trabajo sea decente, registrado, con salario y condiciones laborales dignas. Y siempre vamos a luchar por el pleno empleo. Pero consideramos asimismo que la AUH es la reforma estructural de inclusión social más importante de América Latina. Es un cambio estratégico.

¿Cuáles son los desafíos que ustedes se plantean en la CGT?
Por un lado, creemos que debemos tener la capacidad de saber utilizar los elementos que la etapa tecnológica nos brinda. Hoy las herramientas tecnológicas las tenemos que usar nosotros como la utilizan el sector empresarial. Hay tres ejes fundamentales: el conocimiento, el transporte y la comunicación. Por lo tanto, los trabajadores debemos capacitarnos para poder utilizar correctamente estas herramientas, de forma que faciliten mejorar nuestra dignidad y nuestra calidad de vida. Y cuando hablo de calidad de vida, no me refiero simplemente a lo que a través de las organizaciones sindicales se le brinda al trabajador. Quizás tenemos un defecto y como autocrítica debemos decir que no hemos sabido transmitir a la sociedad en su conjunto lo que hacen las organizaciones sindicales. Además nos han encorsetado en esta cuestión de que nosotros sólo estamos para el conflicto.

El otro día visité el Sindicato de Plásticos (Unión Obrera y Empleados Plásticos) donde tienen todo un piso dedicado para discapacitados (mental, motriz, etc). Y le enseñaban cómo reconocer al pisar los distintos tipos de pisos, o cómo ingresar a un colectivo o a un auto sin lastimarse. Y además tienen pileta donde hacen gimnasia… una cosa impresionante, maravillosa. Y eso lo hicieron los trabajadores con recursos de los trabajadores. Entonces, tenemos que ser capaces de transmitir esas cosas.

¿Y qué pasa con las obras sociales y los recursos? ¿Por qué siempre están en las tapas de Clarín?
Las obras sociales en Argentina son únicas en el mundo. En la mayor potencia del mundo, previo a la aprobación del plan de salud de Barack Obama, había alrededor de 30 millones de personas que no tenían ningún tipo de cobertura. En nuestro país, el sector que no cubre el hospital público o el privado, es decir 17 millones de argentinos, son atendidos por las obras sociales sindicales. Imaginémoslos por un minuto que las obras sociales no le dieran cobertura a esos 17 millones de compatriotas. Hoy Obama plantea eso en Estados Unidos y es revolucionario, y acá nosotros somos ladrones y queremos “caja”. Lo que el establishment económico comunicacional denomina despectivamente “caja”, son los recursos genuinos de los trabajadores que se utilizan en salud, educación, recreación, turismo. Y esta es una batalla cultural que todavía estamos perdiendo y es la que tenemos que empezar a ganar, o al menos equiparar. Todavía los grandes medios concentrados de comunicación son los que determinan la agenda y el sentido común a través de sus tapas y títulos.

Lo mismo pasa con la inflación. ¿La suba de precios se debe a los aumentos de salarios?
Ahí está la puja de intereses. Hay una disparada de precios pero que es producto de la concentración oligopólica de los sectores que dominan la cadena de comercialización de alimentos. Y se dio cuando todavía no se habían comenzado a discutir las paritarias, por lo tanto queda en evidencia que los salarios no son inflacionarios sino que lo que produce la inflación o la disparada de precios es la especulación de un sector empresarial, la concentración y las ansias de obtener mayor rentabilidad a costa del pueblo.

No hubo una modificación en la política económica del Gobierno Nacional, no hubo paritarias, el dólar continúa estable, entonces ¿cuáles son las razones económicas para que el sector haya disparado los precios? Esto es producto de la disputa por la distribución de la riqueza. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es modificar la matriz socioeconómica del país. Pero el Gobierno avanza por etapas, porque no se puede modificar casi 30 años de políticas neoliberales en seis o siete años de gestión de un gobierno que entró prácticamente por la ventana a un Estado en el que permanecen cuadros técnicos-profesionales que conforman la burocracia estatal que fueron formadas en el neoliberalismo de José Alfredo Martínez de Hoz, de Álvaro Alzogaray o Adalbert Krieger Vasena.

El proceso tiene contradicciones, avances y retrocesos, el tema está en entender esto y resolver aquí y ahora. Es muy fácil desde el marco teórico y desde el discurso resolver todos los problemas.

¿Hugo Moyano va a ser candidato en las próximas elecciones?
Todavía no está definido, falta mucho. Nosotros tenemos la ilusión, la utopía, de algún día tener en Balcarce 50 un presidente que surja del movimiento obrero organizado. Por eso, en parte, nace la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista. Creemos que el movimiento obrero con su esencia peronista tiene la filosofía, tiene la doctrina, tiene los valores, tiene los principios… sería una cuestión de decisión y convicción política de asumir el reto. Pero nuestra construcción va más allá de un calendario electoral.

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