Llega la hora de asumir las consecuencias de haber regalado YPF: “en menos de 10 años importaremos petróleo”

Por Causa Popular .- Mientras el mundo está pendiente de los problemas de abastecimiento mundial de la materia prima motora de la economía, un lapidario informe elaborado por el Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora de la ciudad de Neuquén (MORENO-Neuquén), da cuenta que las políticas abusivas de las empresas multinacionales amenazan a nuestro país con convertirlo, en un futuro no muy lejano, en importador de petróleo. “Visto en perspectiva histórica, a partir de la privatización, estamos viviendo un período aproximado de unos 20 años en el que se consumirán las reservas que el estado tardó 80 años en descubrir. Por lo tanto, en menos de 10 años pasaremos de ser exportadores de petróleo crudo a ser importadores”, explican los integrantes del MORENO.

Más allá de la creación de la endeble empresa estatal ENARSA, la política energética del gobierno nacional ha dejado muchas dudas en sus dos primeros años de mandato. “Argentina está entre los países del mundo que más bajos impuestos cobra a las petroleras por la explotación y venta de petróleo”, explica el grupo MORENO.

El informe pone en su justa dimensión la grave consecuencia que este escenario le representa a nuestro país. Independientemente de la muestra incontratable que significan la guerra de Irak -segundo productor mundial de petróleo-, o la preocupación norteamericana por el proceso venezolano -cuarto productor mundial de petróleo-, respecto a la importancia estratégica que significa en la actualidad tener acceso a las alicaídas reservas mundiales de petróleo, el Grupo MORENO-Neuquén le pone números al negocio del petróleo en la Argentina:

“El total de petróleo, el extraído -desde la privatización- más las reservas remanentes, suman 950 millones de metros cúbicos, esto equivale a 700 millones de metros cúbicos más de los que vendió el Estado Argentino cuando se privatizó. El valor bruto de este ‘excedente’ de petróleo equivale hoy, aproximadamente, al valor de nuestra fraguada deuda externa.”

Pero que las reservas de petróleo se estén agotando en nuestro país no necesariamente se debe a que el petróleo es un recurso no renovable. El informe aclara “aproximadamente el 95 % del total de estas reservas, los 950 millones, corresponden a los viejos yacimientos de la YPF estatal.

No se han descubierto nuevos yacimientos de importancia después de la privatización del petróleo.” Claro, pensar en lo contrario sería como reclamarles peras al olmo: “es un hecho previsible, y por supuesto lo era antes de privatizar, que las empresas privadas no van a reemplazar las reservas que explotan en Argentina, eso tiene un costo y esfuerzo que estas empresas no están dispuestas a hacer fuera de sus países de origen o colonias.

Las compañías multinacionales utilizan medios políticos para conseguir sus reservas: la privatización en nuestro país, la guerra en otros -como en Irak- o, como en el caso de Venezuela, que está siendo agredida por tener el control petrolero en manos del Estado. Las compañías terminarán de explotar en Argentina el petróleo y el gas que tomaron del Estado y seguirán con su negocio en otra parte”.

Sin embargo, sería peligroso naturalizar este escenario, y pensar que es imposible modificar esta tendencia en la que se encuentra inmerso nuestro país a pasar de ser un país productor de petróleo, que a duras penas regula el precio interno mediante las exportaciones, a estar obligado a importar pagando un precio internacional que amenaza con alcanzar valores astronómicos a medida que declinan las reservas mundiales.

Para el Grupo MORENO-Neuquén “La única solución que permitirá asegurar una provisión económica de energía, y así posibilitar la puesta en marcha de nuestra economía, es la recuperación íntegra de los yacimientos y áreas petroleras para su explotación e industrialización, en beneficio de nuestra gente.

El excedente de este negocio tan rentable, permitirá invertir en la exploración para incorporar reservas de petróleo que sustituyan a las que se consumen y así mantener un crecimiento económico sostenido.”

A esta altura, algún lector incisivo se preguntará por ENARSA. El informe tampoco se olvida de esta empresa: “el intento del Gobierno Nacional para crear una Empresa Nacional de Energía no es suficiente por sí solo. El poder de estos grupos es tan grande que convivir con ellos significa perder, como ya hemos visto.

Terminarían usando nuestra empresa Nacional para que haga las inversiones, como hicieron con YPF, y ellos se quedarían con los yacimientos y las ganancias”.

La explotación de petróleo en la Argentina en manos de Repsol-YPF, no es más que una nueva muestra de las consecuencias que trajo para nuestro país el modelo neoliberal que arrasó con todas las empresas del Estado. ENARSA, no parece ser más que un maquillaje que amenaza una vez más con cambiar algo para que nada cambie.

El gobierno debe saber que no hay posibilidad de independencia política, sin independencia económica, y que esta última es claramente imposible sin independencia energética. Nuestro país no puede perderse esta oportunidad histórica para recuperarla.

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