«Hay mucha tristeza en todo el país, ayer que estábamos reunidos aquí con unos 30 científicos sociales, teólogos, pedagogos, cuando veíamos a Lula siendo llevado con el coche hasta el helicóptero y de ahí al avión todos lloraban porque decían cómo una nación puede condenar a alguien que ha hecho tanto bien a las clases abandonadas, que ha sacado a 36 millones del hambre, le ha dado luz eléctrica, casa, derechos, dignidad», contó el teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff durante un intenso diálogo con el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. La conversación ocurrió en el programa de radio que conduce el ex embajador argentino en el Vaticano, Eduardo Valdés.
Boff, referente de la Teología de la Liberación, contó que hace tres días habló con Lula, quien le dijo: “Mi alma está tranquila porque tengo la verdad, va a irradiarse, la verdad va a revelarse. Duermo tranquilo, no tengo miedo de la prisión, nadie puede acusarme de nada y mi nieto cuando me mira dice mi abuelito no es un ladrón, no es un criminal, eso sería intolerable para mi».
Boff definió que son “las clases pudientes, los 71 multimillonarios que controlan más de las mitad de riqueza” quienes “se han articulado para propiciar ese golpe y crear un estado de excepción»,
Pérez Esquivel, por su parte, sostuvo que “las democracias están en peligro en América Latina” y recordó: “Esto no comenzó únicamente en Brasil con la destitución de Dilma Rousseff. Esta metodología de los golpes de Estado blandos, encubiertos, con cierto rasgo de legalidad, comenzó en Honduras con la destitución de Manuel Zelaya».