Las polémicas de Pola

Me parece muy poco útil darles espacio a «librepensadoras» como estas en una publicación tan cuidada como lo es la Revista Zoom.

Marcelo

Lo que no entiendo es eso de «los misales en la lucha armada». Por favor, aclárelo. Está usando un barroquismo en el lenguaje que no aclara. Ustedes, los filósofos, le hacen la vida más oscura a la gente.

Ricardo Igounet

Quiero detenerme en este tramo del reportaje a la escritora Pola Oloixarac, porque en sus palabras se filtran algunas posturas ideológicas que me parecen por lo menos discutibles.

— ¿Se daría una tensión entre memoria y justicia?

— No, porque el derecho a la información es justicia, y puede estimulárselo si se emplea otra política que una pura caza de brujas. El problema es el aprovechamiento político. Porque en cualquier país, lo que pasó hace treinta años no forma parte del discurso político sobre el presente. Acá está normalizado así.

En el párrafo reproducido, la escritora desliza que la acción de la justicia (después de más de 30 años!!!) sobre los represores del Proceso es una pura caza de brujas. ¿Qué es lo que sugiere? ¿Dejar de juzgarlos para estimularlos a hablar? Me parece que la joven filósofa vive en otra dimensión: los milicos nunca contaron lo que pasó, ni cuando regía la Obediencia Debida y estaban a salvo, ni lo cuentan ahora, cuando empiezan a ser juzgados. Por otro lado, sugerir que el gobierno hace chantaje emocional a partir del manejo político de la cuestión de la memoria, parece poco serio como para venir de labios de una filósofa, aunque sea joven. Es el recurso de juzgar una política por las intenciones del que la implementa y no por las acciones en sí, o sus resultados. Como las intenciones no son palpables, se prestan a la libre interpretación del que juzga. Es el estilo de los editoriales de La Nación, o de TN (y de La Prensa en otras épocas) Es como decir que si Perón mejoró el acceso de los pobres a la vivienda, lo hizo porque en realidad quería dominar a las masas (qué manipulador hijo de puta, ¿no?). Así también se puede defender a la Revolución Libertadora, ya que si fusilaron civiles, lo hicieron para que no volviera la dictadura… En concreto, con o sin aprovechamiento político, el gobierno K fue el que más hizo por los derechos humanos desde el 83 para acá, y si no me creen, pregúntenle a Hebe de Bonafini, que seguramente tiene una opinión más autorizada que la mía. La joven filósofa tampoco acierta cuando dice que lo que pasó hace 30 años no forma parte del discurso político sobre el presente en cualquier país. Esto no es así y la invito a que se dé una vueltita por Cuba, donde cualquier ciudadano de la calle le va a explicar la relación entre el pensamiento de Martí, el ataque al Moncada, y las actuales políticas de la Revolución. Ojalá que prestáramos más atención a la historia y menos a la imagen de los políticos, o al “pensamiento” de las vedettes. Buenas tardes

General Susvín

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