Quiero contar dos historias que confluyen por esas peculiaridades que suele tener lo real: la de Malena, una chica nak&pop protagonista de una canción de Roque Narvaja, y la de la Argentina como país viable.
Menos de diez años atrás, el país, alegremente saqueado, ni siquiera tenía moneda, pero muchos quieren volver a lo mismo. Algunos por intención y los más por puro suicidio. En cuanto a Malena, la chica en cuestión, no fueron suficientes la educación religiosa, la transmisión oral de labores hogareñas y una familia contenedora. Las malas compañías habían despertado en la nena deseos inesperados para los papis, aunque a ella no le importaba.
No te rindas, Malena.
Chávez, el Sátiro
La República es como Malena, o Malena es como la República. Según la UIA, el grupo Clarín, el seudoperonismo pro y Lilita, la castidad de la nena está en peligro por las embestidas de Chávez, el Sátiro.
El semblante orondo de Malena parece indicar que llegaron tarde.
El presidente venezolano es el tipo casado que sedujo a la nena y le enseñó algunos raros hábitos maritales. Para colmo, estatiza empresas. Luego, es una mala compañía para Malena o para Argentina.
No solo se lo recriminan mamá y papá: el propio Mario Vargas Llosa (a quien el culto Juan Micheli, de TN insistió en rebautizar Vargas Llosas luego de comentar que había leído todos sus libros) terció como la tía solterona que da consejos –siempre envenenados– sin que nadie los pida.
Seductor compulsivo, el Sátiro abusa del verbo para cazar pibas de ojos negros centelleantes, es cierto, pero Malena cuenta con buenos defensores que no se quedan atrás: de contragolpe, Aníbal Fernández, Alicia Castro y Florencio Randazzo salieron a responder con solvencia. Claro que no está bien abusar del rebote, porque la iniciativa la tienen los republicanos.
Pedir como argentinos, depositar como extranjeros
Cristina despegó al país de un conflicto internacional inexistente y subrayó lo que indica el sentido común, el menos común de los sentidos: si Techint recibió 400 millones de dólares como adelanto por la estatización de Siderúrgica del Orinoco, ¿por qué no los depositó en el país? Porque Lehmann Brothers y el Citi son más seguros que el Nación. Con una parte de ese efectivo, Techint podría haber pagado una deuda que mantiene con sus trabajadores en Argentina. Pero el empresario hace lo que quiere con su plata.
Atacadas de un súbito patriotismo, la UIA, el grupo Clarín, el seudoperonismo PRO y Lilita repiten que el Sátiro Chávez se quiere quedar con una empresa argentina, una verdadera afrenta a la bandera, u otro caso de chacal mendocino.
¿Techint es argentina?
Como Bunge & Born, la sede del holding Techint-Tenaris está en Estados Unidos y la empresa controlante se domicilia en un principado europeo con bandera de paraíso fiscal.
La empresa originaria, Dálmine-Siderca, fue competencia hasta los ‘90 de la estatal Somisa. Con la activa participación de Jorge Triaca, el padre del actual candidato PRO, Somisa fue saneada y luego sorbida, engullida y chupada por Dálmine, la anterior competencia. O sea, desapareció para alentar la sana competencia.
Y no es que haya pagado mucho.
En la década del ‘70, Martínez de Hoz –con un método similar– había cedido a Dálmine la empresa Siat, del grupo Siam, que fabricaba tubos sin costura para la industria petrolera. La antigua Siat nacional es hoy uno de los más importantes productores transnacionales. No es argentina, sino de Dálmine, Siderca, Techint o Tenaris, que vienen a ser lo mismo.
Vienen por los maxiquioscos
Con mineral extraído del suelo venezolano, el grupo Tenaris exporta hierro en pellets, que en México se transforma en tubos sin costura reingresados a Venezuela, para consumo de PDVSA, como importados. Esa desterritorialización es perjudicial para Venezuela, porque la obliga a pagar trabajo extranjero, impuestos, fletes y dobles beneficios empresarios.
La UIA en bloque exigió que Argentina impidiera el ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercosur. Ignacio de Mendiguren y la actual conducción pro-dólar alto (en una alianza “inesperada”) sostienen que el régimen estatista socialista de Chávez va contra la libre competencia necesaria en el mercado latinoamericano.
El grupo Clarín realizó una amplia cobertura del anuncio de nacionalizaciones del Sátiro, con una amplitud tal que desaparecieron mágicamente la inseguridad y las candidaturas testimoniales. Algo habrán hecho. El domingo pasado, la tapa del diario de la Noble había reconocido nuevamente que las encuestas daban a Néstor Kirchner como ganador en la provincia de Buenos Aires, y fue necesario desatar una ola de histeria mediática para ocultar pero también para hacer marcar el paso.
Dicen que después de Massuh, Malena se viene por los maxiquioscos, las pizzerías, los deliveris, y nuestros dignos PH reciclados. Lo marcó Vargas Llosas en la emisión completa de su larguísima conferencia de prensa trasmitida en cadena por todos los canales de cable: el estatismo es una lacra, y la democracia solo es posible con absoluta libertad de mercado, dijo, como refiriéndose a la absorción de Somisa por Dálmine. Y hasta Mirtha Legrand retó a Scioli en uno de sus almuerzos televisados por el canal de De Narváez. Al final de su vicepresidencia, Scioli había declarado a la Legrand “ciudadana ilustre”. Es como si lo hubiera retado Mariquita Sánchez de Thompson o La Perichona.
No te rindas
Apenas adolescente, Malena es insegura y todavía no ha madurado. Algo se debe estar haciendo mal para que el gobierno se vea obligado a desmentir una y otra vez la reiteración de pecados capitales.
Mientras los grupos económicos pretenden marcar la cancha, la oposición se convierte en lobbista vocacional de Techint y Clarín.
Cuando era titular de un CGP, en épocas de De la Rúa, Silvana Giudici no había mostrado tanto ardor republicano para defender a los ancianos depositados en geriátricos ilegales de La Boca. ¿Cuántos viejitos murieron en el incendio? ¿Siete, ocho?
Los 2 mil millones de dólares que consiguió Paolo Rocca por Sidor son bastante más de los 500 millones con los que se hubieran conformado sin chistar. Desde que se hizo de Siat, Techint casi monopoliza con sana competencia el mercado de tubos sin costura, y no paga aquí tantos impuestos como en Luxemburgo, Estados Unidos y Liechtenstein.
Pero además, la UOM y Techint discuten paritarias, y las cifras están muy lejos de un acuerdo. Si el Sátiro Chávez confisca, el metalúrgico Caló puede ser un caballo de Troya de la política de saqueo de los bienes privados que planean los Kirchner para después de las elecciones, con una brutal devaluación y otras brutales medidas. El mismo futuro auguró una militante del Partido Obrero el sábado pasado, en San Juan y Boedo. Si todos coinciden, por algo será.
La prensa escrita es el Partido de la Oposición que editorializa contra el gobierno. Los medios audiovisuales le agregan el condimento deshonesto y todo su patetismo. Por eso, es difícil que Cristina se vaya de Gran Cuñado. Tinelli (el Aristófanes del siglo XXI) podrá llevar al payaso riojano, pero sabe dónde calienta el sol. Y ahora, para colmo, nos venimos a enterar de que Hugo Biolcatti habla como si fuera empresario lechero o sojero, pero es submarinista.
En el país del como si, Malena, no te rindas.