La universidad pública en el radar de la motosierra

Desfinanciamiento, "fake news" y otras mentiras: el ataque a las universidades, su impacto en Tucumán y el gigante dormido que se despereza. ¡Que vivan los estudiantes! Por Jessica Soria

“La universidad es para los ricos y la clase media”, fue una de las definiciones con las que el presidente de la Nación, Javier Milei, comunicó al país el desfinanciamiento planificado que su gobierno ejecuta. Así, golpea sobre la única forma comprobada de ascenso social en la Argentina que siempre fue —y será— el acceso a la educación universitaria pública.

En este marco, ¿cuál es la situación actual de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT)?

“Con la toma queremos llegar a nuestros compañeros, a nuestros docentes, a las autoridades, a los no docentes, a nuestros familiares y vecinos, llegar a todos los rincones de nuestra sociedad para que se entienda que la defensa de la educación pública es una bandera nacional”, dijo a Zoom, Avril Amaya, estudiante y vocera de la Facultad de Psicología de la UNT. Esta Facultad, y otras cuatro, sostienen las tomas y un plan de lucha en Tucumán.

¿Qué es lo que nos quieren decir los alumnos con estas medidas? Las asambleas de cada estamento, las interclaustros, las marchas, reuniones y comunicados de prensa, todas estas medidas nos dicen una cosa, nos gritan con una voz fuerte y clara: la educación pública se defiende, las universidades públicas no se tocan.

Ahora, ¿qué respuesta les da la sociedad tucumana?

Aquí cada marcha está acompañada por familias de universitarios, por gremios de trabajadores, por laburantes que defienden lo que para el futuro de sus hijos será la única opción, por dirigentes políticos que desde donde pueden defienden a nuestra educación pública. Pero también hay tucumanas y tucumanos que miran desde la vereda del frente, sin decir nada.

“No se debe ni se puede cortar ninguna calle en Tucumán”, expresó el gobernador Osvaldo Jaldo al enviar a la policía provincial a desalojar una calle que era escenario de una clase pública de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT.

Apenas unas horas después, el mandatario provincial cortaba una calle para presentar las nuevas unidades de transporte público adquiridos para ser entregados a los empresarios que hace un mes paralizaban la ciudad. Doble vara: no sólo se cortó la calle por el acto oficial, sino que tampoco se había desalojado a los empresarios cuando fueron a protestar a Plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno interrumpiendo el tránsito vehicular.

“Ahora, cuando cortan una calle, cuando sacan los pupitres a la calle, y bueno, el derecho de ellos termina donde empieza el derecho de los demás. No se puede cortar una calle para pedir más presupuesto para las universidades. Y, si no, que se vayan a Capital Federal. Si es el presupuesto nacional el que prevé el financiamiento de las universidades”, fueron las palabras de Osvaldo Jaldo consultado en conferencia de prensa al finalizar dicho acto.

No es la primera vez que el gobernador ensaya un discurso similar al de Milei más allá del conocido apoyo de sus legisladores en la Cámara de Diputados de la Nación. La respuesta de la comunidad universitaria fue contundente: en una asamblea interfacultades declararon persona no grata al gobernador y a sus diputados nacionales del bloque Independencia.

“Hay una gran disconformidad por parte de las agrupaciones políticas que apoyaron al peronismo en las últimas elecciones y hoy esos diputados y el gobernador están en contra de este movimiento, que es muy grande y representativo. Creemos que se tiene que visibilizar y no pueden quedar impunes ante semejante acto”, dice Aylen Garrido, estudiante de Psicología y vocera de dicha Facultad.

“Que los pobres no lleguen a las universidades no es un diagnóstico, es un plan”. Certero, cristalino, una síntesis perfecta: este texto escrito a mano en un cartel circulaba en mano de estudiantes en la última marcha y expresa la voz de la calle, de las aulas y de las asambleas, y desnuda el verdadero propósito del gobierno nacional.

¿Auditorías sí o auditorías no?

La Ley 24521 de Educación Superior establece que “todas las instituciones de educación superior universitaria de gestión estatal deben generar mecanismos de auditoría interna que garanticen transparencia en el uso de los bienes y recursos”. Ahora bien, la creación y el financiamiento de las universidades públicas argentinas es atribución exclusiva del Congreso Nacional y es este, a través de los organismos pertinentes, el que tiene la potestad de auditarlas sin avasallar los principios de autonomía y autarquía universitarias. De hecho, la universidad pública argentina tiene tres mecanismos de control permanentes: la auto evaluación y control de gestión interna; la evaluación externa de pares y la que debe realizar la Auditoría General de la Nación.

El decreto presidencial que modifica el promovido oportunamente por Carlos Zannini desde la Procuración del Tesoro, y establece que es aplicable a las universidades nacionales el sistema de control interno que establece la Ley de Administración Financiera deviene un avasallamiento de la autonomía y a los principios que rigen el funcionamiento del sistema universitario… desdichadamente apoyado por no pocos Rectores.

“Nosotros no estamos en contra de las auditorías, para nada, es una fake news, de lo que estamos en contra es de que se use la falta de auditorías para desfinanciar las universidades, cuando no somos los responsables de esa falta. Estamos en contra del desfinanciamiento, de que nuestros docentes cobren salarios de miseria, que los no docentes tengan una oferta de 1% de aumento de sueldo, es una falta de respeto al trabajo que realizan todos los días. A pesar de estar en toma, resolvimos que ellos continúen trabajando a puertas cerradas. No estamos en contra de las auditorías, estamos en contra de que a las universidades se las tome como un chiste”, concluyeron las estudiantes de la UNT.

La UNT se encuentra en paro, con clases públicas y asambleas. La comunidad universitaria está en pie de lucha.

La hija de un albañil y una ama de casa, primera generación de profesionales de su familia, orgullosa licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UNT nos dice una verdad sencilla en la que está contenida la verdad profunda de esta lucha: “La universidad transforma vidas”. Eso defienden. Por eso luchan. Para transformar la vida, para que la vida de todos/as sea mejor: ¿hay una lucha más justa que esa?

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