De la Redacción de ZOOM. Un informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) destaca que cerca del 85% de los inmigrantes interpelados por la policía de fronteras de Estados Unidos son mexicanos.
Este trabajo, que fue entregado a autoridades mexicanas y estadounidenses, revela que más de cuatro mil personas murieron en los últimos 12 años, intentando atravesar el muro que separa México de Estados Unidos. Ese número viene aumentando desde 2001.
Solamente durante el año 2005, murieron 473. Más de la mitad (260) en el desierto de Arizona. Así, la Federación critica el hecho de que ambos
Estados Unidos gastó, desde 1994, más de 30.000 millones de dólares para construir en la frontera con México un muro real y virtual. «Ese dinero podría ser invertido en proyectos de desarrollo», denuncia la FIDH. Sólo en 2006, las autoridades mexicanas deportaron 179 mil extranjeros que estaban en el país de paso hacia Estados Unidos, de los cuales el 94% eran de América Central.
En territorio estadounidense, los policías de la patrulla deportaron 858 mil personas, de las cuales 514 mil eran mexicanos y otros 50 mil eran ciudadanos de los demás países centroamericanos. En ese sentido, la Federación dijo que tanto México como Estados Unidos deben aceptar el fracaso de sus políticas e «iniciar una reforma profunda de la legislación sobre inmigración».
La FIDH constató además que los inmigrantes, en tránsito por México, son víctimas de extorsiones, amenazas, agresiones, abuso sexual o violaciones y secuestros «cometidos tanto por las fuerzas públicas mexicanas como por los traficantes de inmigrantes». Una situación que se perpetúa por la casi total impunidad y por la enorme corrupción.
Un coyote (pasador de inmigrantes) cobra cerca de 3.000 dólares para hacer la travesía de una persona sin documento hasta Estados Unidos. Con el aumento del precio -antes era de 250 dólares-, el negocio se volvió rentable y pasó a ser realizado por grupos de delincuentes más organizados. Así, estas personas quedan más vulnerables de ser robados, explotados o abandonados en medio del desierto.
En 2000, el censo de Estados Unidos reveló que más de 11 millones de
América Central tiene 35 millones de habitantes, 19 millones de los cuales son considerados pobres -8 millones viven con menos de 1 dólar por día. Son esas personas, en su mayoría, las que ponen en riesgo sus vidas para intentar suerte en Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), según la FIDH, también es un promotor de esas migraciones, pues aumentó todavía más las desigualdades económicas entre México y Estados Unidos. Además de haber contribuido al aumento de la desigualdad interna mexicana. «Se estima que entre 1994 y 2004, 1.300.000 campesinos mexicanos abandonaron sus tierras debido al aumento masivo del trigo y del maíz proveniente de Estados Unidos con precios subsidiados. Muchos de ellos se integran a las cifras de inmigrantes rumbo al Norte», aclara el informe.
Marginación, pobreza, exclusión, discriminación y muerte, un siniestro cóctel para los latinos que intentan el sueño americano.
Fuente: Agencia Adital